VENENO

Agrotóxicos que Brasil considera "extremadamente tóxicos" caen del 34% al 2%

Nueva regulación es "forma de engañar a la sociedad", según investigador; cambio también impacta rótulo de los productos

Brasil de Fato, en São Paulo |

La nueva clasificación de agrotóxicos de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), publicada esta semana en el Diario Oficial de la Unión, provocó una reducción drástica del número de productos considerados "extremadamente tóxicos" en Brasil. En los últimos estudios divulgados antes del cambio de método de sistematización, 800 agrotóxicos, en promedio, pertenecían a esa categoría, en un universo de cerca de 2.300 – aproximadamente el 34,7%. La nueva tabla, divulgada por la Agencia este jueves (1º), clasifica apenas 43 como "extremadamente tóxicos", lo que equivale a 2,2% de los 1.924 productos analizados.

La sistematización de los productos, hasta entonces regulada por una legislación de 1989 que preveía la existencia de cuatro categorías según el nivel de peligro ofrecido por los venenos, pasó a tener cinco divisiones, con nuevos criterios. 

Las nuevas normas también permiten que productos antes considerados “altamente tóxicos”, que provocan irritación severa en la piel, pasen a la categoría de toxicidad moderada, mientras los “poco tóxicos” – con riesgo de irritación leve en la piel y en los ojos, por ejemplo – queden fuera de clasificación. Con eso, no tendrán advertencias para el consumidor en sus rótulos.

Especialista en el tema, el ingeniero agrónomo Leonardo Melgarejo, miembro de la Campaña Permanente contra los Agrotóxicos y por la Vida, criticó las nuevas reglas en entrevista con Brasil de Fato. El considera que la metodología que ANVISA pasa a adoptar impone riesgos para la salud humana.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en promedio, 193.000 muertes registradas al año en el planeta pueden tener relación con el uso de agrotóxicos y otros productos químicos.

“La información de riesgo ahora privilegia los casos de muerte. Sobrevalorar un veneno porque causa muerte y dejar de lado preocupaciones de largo plazo, como cáncer, ceguera, problemas de raciocinio y en el sistema nervoso central, para nosotros es una forma de engañar a la sociedad. Va a minimizar el cuidado que las personas van a tener con venenos que no causan la muerte, pero que traen dramas que, para una familia, son tan relevantes como la pérdida de un pariente”, reflexiona el especialista.

ANVISA argumenta que el nuevo marco regulatorio está orientado por un padrón internacional, el Sistema Mundialmente Armonizado de Clasificación y Rotulación de Productos Químicos (Globally Harmonized System of Classification and Labelling of Chemicals – GHS), adoptado en la Unión Europea y en Asia, por ejemplo.

“Sería racional que tuviéramos un modelo semejante, pero, en la comunidad económica europea, por lo que sabemos, están prohibidos varios de los productos que están autorizados aquí. Seria de esperar que una reclasificación que compatibilizase la realidad brasileña con la europea retirase del mercado esos productos. Sin embargo, no hay ninguna señal en ese sentido”, pondera Melgarejo, añadiendo que más del 30% de los venenos que circulan nacionalmente son rechazados por esos países.

Edición: Daniel Giovanaz | Traducción: Pilar Troya