Este domingo (12), el gobierno del presidente interino Michel Temer completa 30 días. Mientras gestiones electas por el voto directo en procesos democráticos normalmente son evaluados en su centésimo día, Temer no podrá llegar a esta marca. Antes de eso, con previsión para agosto, el Senado irá a decidir si las acusaciones que llevaron a la apertura del proceso del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff constituyen o no en crimen de responsabilidad, lo que podrá llevar a la presidenta electa a regresar a sus actividades normales.
Tal vez sea por eso que Temer tiene prisa en deshacerse de las políticas sociales, tomando medidas que garantizan su legado y que, en la evaluación de especialistas consultados por Brasil de Fato, son fuertemente negativas para la población más pobre, así como para la clase media y el sector productivo.
Al mismo tiempo, la salida para ese periodo será por las movilizaciones en las calles y por la articulación de los movimientos populares y todos aquellos que se oponen al gobierno interino, afirman analistas. “Todo lo que Temer hace pude ser deshecho. Las cosas no se consolidan. Ellos lo saben, están preocupados. Y el movimientos popular debe apostar en esa posibilidad de revertir el golpe”, afirma el analista político Armando Boito.
En menos de treinta días, el presidente interino consiguió aprobar en la Cámara de Diputados una enmienda constitucional que prorroga la Desvinculación del Presupuesto de la Unión hasta 2023. Por ley, la Unión, los estados y municipios deben invertir un porcentaje mínimo de su recaudación en áreas como salud y educación; pero con la enmienda, podrá ser usado parte de ese valor para otros gastos. En la práctica, sectores que ya carecen de inversiones tendrán aún menos dinero. El texto aprobado amplia de 20% a 30% el porcentaje que puede ser reubicado, lo que llega a R$ 120 mil millones [33 mil millones de dólares], de acuerdo con los cálculos del diputado Arnaldo Farias de Sá (PTB/SP), uno de los legisladores contrarios a la medida.
El rector de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Roberto Leher, considera el impacto de esta medida “desbastadora” para la educación. “Las consecuencias son gravísimas. Creará obstáculos enormes para las universidades públicas, institutos, escuelas técnicas y, fundamentalmente, para los estados y municipios que reciben complementos por el Fundeb [Fondo de Manutención y Desarrollo de Educación Básica]. Es un efecto sistémico que va a producir una crisis sin precedentes en la organización del sistema escolar”, evalúa.
Mario Sheffer, vice-presidente de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (Abrasco), resalta que la perdida de financiamiento público en la salud ya venía ocurriendo en los años anteriores. A comienzos del 2015, por ejemplo, Dilma sancionó una enmienda que cambia la base de cálculo de las asignaciones para el sector. Ahora, la desvinculación del presupuesto lleva a un escenario aún peor, especialmente si es continuada por medidas como la limitación de las inversiones en salud en relación a la inflación del año anterior y por el desmonte del SUS [Sistema Único de Salud], como ya fue afirmado por el ministro interino de Salud, que dijo que el sistema no puede ser gratuito para todos.
“Resulta importante decir que lo que viene sucediendo en los últimos años ya impacta en la capacidad de Sistema de dar respuestas. Eso se refleja en la falta de vacunas, en la disminución de los servicios. Se evidencia con la disminución de recursos para la manutención del SUS”, afirma.
Ofensiva Neoliberal
“Yo llamo a eso de ofensiva neoliberal restauradora. Ellos quieren restaurar el programa de la década de los ´90 en las nuevas condiciones históricas que fueron creadas por el reformismo superficial implementado por el PT [Partido de los Trabajadores]”, analiza Armando Boito, que es profesor de Ciencia Política de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). “Ya está viniendo un ajuste fiscal pesado, reducción en las políticas sociales. Ellos tienen que desmontar programas que venían siendo realizados como Mi casa Mi Vida, el Bolsa Familia. La política de valorización del salario mínimo, la explotación del pre-sal, acabar con el régimen de distribución, demostrar la posibilidad de Petrobras ser operadora del proceso, como operadora única. Ellos ya comenzaron. Muchos observadores dicen, y yo creo correcto, que están sólo esperando la votación del mérito del impeachment en el Senado para venir con todo, lo cierto es que ya están bastante avanzados”, afirma.
Para el consultor en el área fiscal, presupuestaria y tributaria Amir Kahir, el camino escogido por Temer y su equipo económico, teniendo Henrique Meirelles como el actual ministro de Hacienda.
“Cuando se avalúa el déficit público del 2015, que tocó los R$ 620 mil millones [172 mil millones de dólares], R$502 mil millones [136 mil millones de dólares], fueron de intereses. La otra parte fue relativa al déficit primario. Cuando se analiza en términos de porcentuales, se verifica que 82% son juros, 13% perdida de las recaudaciones y apenas 5% aumentó de los gastos en relación a 2014. Si tu desconoces una política fiscal que combata los intereses y los dejas como consecuencia de la inflación, tu conduces al país a agravar el rumbo en las cuentas públicas, que es lo que está sucediendo”, explica. “Ese congelamiento de los gastos sólo agrava el problema fiscal. Mientras no haya una posición firme en la reducción de la tasa de interés, no resuelve el problema fiscal y, gradualmente, se pierde los apoyos, sean políticos, sean de inversión”.
Kahir, que fue secretario de finanzas de la ciudad de São Paulo durante la gestión de Luiza Erundina (1989-1993), evalúa que los anuncios realizado hasta ahora por Temer crean graves problemas a largo plazo. Él afirma que los inversores extranjeros que esperaba que aportasen en el país con la salida de Dilma perciben que la crisis política afectó niveles inesperados. La caracterización del impeachment como un golpe proveniente incluso de influyentes publicaciones internacionales, como el diario New York Times. Además de eso, los altos intereses afectan a los consumidores y sectores empresariales, que no captan recursos junto al BNDES, y eso completa el ciclo dañoso que “ahoga a las empresas y al consumo”, dice el economista.
Entreveradas políticas
Penas asumió, Temer presentó a su nuevo equipo de trabajo, con menos de diez ministros que el gobierno petista. Bajo la justificativa de optimizar recursos, fueron cortadas áreas estratégicas como Ciencia y Tecnología, Desarrollo Agrario y Cultura. Sin embargo, después de la movilización de artistas y otros sectores que se opusieron al corte en el área cultural, el gobierno interino tuvo que reconstruir esta última carpeta, medida que podemos entender fue tomada porque poco influencia desde el punto de vista económico.
Además, el nuevo equipo de ministros fue inicialmente compuesto por hombres, todos blancos. No había ningún negro, ni tampoco mujeres. Después de la negativa repercusión que le siguió a esta conformación ministerial, la búsqueda por un nombre femenino duró varios días y terminó con la elección de Fátima Pelaes, evangélica y públicamente contraria al aborto, siendo esta una de las pautas más importantes de la agenda feminista.
Pelaes fue escogida para comandar la Secretaria de Políticas para la Mujeres, ahora sin el status de ministerio y subordinada al Ministerio de Justicia. “Las políticas para la igualdad de las mujeres son notoriamente de gobiernos de transformación. Los gobierno conservadores siempre actúan para mantener las relaciones de género tal cual son históricamente, o sea, a través del patriarcado. Lo mismo en relación a los negros. Esos gobierno quieren ‘mantener a las mujeres y a los negros en sus lugares’, en el lugar que las elites consideran subalternos”, afirma Nalu Faria, de la Marcha Mundial de Mujeres.
Para empeorar, la participación de la nueva secretaria en un esquema de desvíos de R$ 4 millones [1,1 millones de dólares] del Ministerio de Turismo está siendo investigado por la Policía Federal. Las apelaciones para que Pelaes sea exonerada del cargo, tanto por ser considerada inadecuada como por las denuncias de corrupción, no se visibilizan y Temer la mantiene al frente del área.
Sin embargo, este no es el primer nombre del gobierno interino de recibir ataque y presiones por posibles vinculación con corrupción y poca afinidad con la función para la que se propone. En menos de un mes, Temer ya enfrentó dos bajas. El 23 de mayo, el senador Romero Jucá (PMDB-RR) dejó el cargo de ministro de Planeamiento después de que fueron divulgadas una grabación en la que aparece proponiendo un para para derrocar a Dilma Rousseff y frenar la investigación por corrupción en la Petrobras, conocida como Operación Lava Jato. Jucá fue uno de los principales articuladores de la apertura del proceso de impeachment. Una semana después, Fabiano Silveira, jefe en el área de Transparencia, Fiscalización y Control, dejó su cargo después de ser publicadas las escuchas que también lo implicaban en el escándalo.
“Es un gobierno deslegitimado. Sus ministros no pueden ir a ningún lado sin ser vistos como errados. Se creó un grupo de personas que comenzaron o acabaron sus discursos diciendo ‘fuera Temer’”, afirma Francisco Fonseca, profesor de Ciencia Política de la Fundación Getulio Vargas (FGV) de São Paulo.
Para el filósofo Renato Janine Ribeiro, ex ministro de Educación del gobierno de Dilma la composición ministerial de Temer, punta para una paradoja. Al mismo tiempo que cuenta con un equipo económico calificado para sus pretensiones, hay ministros cuestionables en el campo político. “Eso sucede porque el gobierno precisa del apoyo en el Congreso para pasar a la política de ellos. Entonces tenemos esa paradoja de un equipo económico supuestamente bien calificados, pero cuya base política no es”, apunta.
Para Armando Boito, de Unicamp, esa paradoja presentada por Janine es la base fragilidad del gobierno interino. Según el profesor, es preciso recordar que las clases medias y medias altas fueron el factor decisivo para el proceso de impeachment, al desequilibrar en las calles la disputa por el poder y, ahora, ellas parecen no estar satisfechas con el andamiento de la gestión.
“Ellos tenían [como base social] el capital internacional, la burguesía brasileña integrada a ese capital y el refuerzo de gran parte de la burguesía interna que se bandeó para el lado de allá. Pero la gran masa de ellos era la clase media. Principalmente, la alta clase media. Cuando ellos entraron en escena como fuerza social distinta con las grandes manifestaciones, desequilibro el juego y debería ser la base del gobierno de Temer, pero ella también está insatisfecha, porque se juntó con aquellos citados, denunciados e investigados. Él mismo, Temer, fue condenado y está imposibilitado de ser elegido por ocho años. Eso causo insatisfacción. La lucha contra la corrupción era de hecho importante de esa clase media movilizada”, explicó.
Vencer en las calles
Para Boito, es importante observar el realineamiento de las fuerzas que organizaron la salida de Dilma. El PSDB, que tenía un papel de destaque en esa etapa, ahora ocupa “el fondo de la sala”, al intentar retomar el protagonismo del golpe, puede causar inestabilidad a Temer. Ademes de eso, son ellos que mejor representan a la alta clase media insatisfecha.
A pesar de que quienes tomaron el poder ilegítimamente representan los peor del campo político, las movilizaciones populares son fundamentales y vienen causando cismas. El 21 de mayo, después de diversas manifestaciones de calle y ocupaciones de predios de órganos culturales en todo el país, el Ministerio de Cultura tuvo que ser resucitado. La semana pasada, fueron los sin-techo consiguieron revertir los retrocesos del programa Mi Casa Mi Vida 3 y el corte de la faja del programa realizada conjuntamente con entidades populares. La victoria vino después de la ocupación de la secretaria-general de la Presidencia en San Pablo por el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST).
“Nosotros no sabemos si el golpe va a consolidarse o si los efectos van a ser recuperados con el eventual regreso de Dilma o mismo con liminares del Supremo [Tribunal Federal], una vez que las medidas faltan el respeto de la Constitución. Entonces, es un juego abierto. Pero lo que se sabes es que hay un mismo legado político muy fuerte. Aquello que se mostraba consolidado está mostrándose débil”, pondera Francisco Fonseca, de la FGV.
Para la profesora de sociología de la Universidad de São Paulo de la Universidad de São Paulo, Maria Benevides, los “días de horror político” que el país vive son minimizados justamente por la capacidad de movilización que la población viene mostrando. “El movimiento de mujeres está fuerte, el movimiento estudiantil está fuerte, los sin-techo están fuertes. Considero todo lo que está sucediendo importantísimo. Una juventud más esclarecida y combativa, que se organiza en grupos es la única cosa buena que hemos tenido en este triste periodo golpista”.
*Traducción: Maria Julia Giménez
*Edición: Vivian Fernandes
Edición: ---