En São Paulo (SP), cerca de 30 mil personas participaron, el jueves (22), del acto del Día Nacional de Paralización y Movilización, llamado por centrales sindicales y organizaciones del Frente Brasil Popular y del Frente Pueblo Sin Miedo.
Según los organizadores, el objetivo es hacer un “pre calentamiento” para un llamado a huelga general, como forma de enfrentamiento a la quita de derechos laborales y sociales anunciada por el gobierno no electo de Michel Temer (PMDB).
La concentración comenzó alrededor de las 16h en la Avenida Paulista y, a las 17h30, salió rumbo a la Plaza de la República en el centro de la capital paulistana.
“Químicos, bancarios, profesores, trabajadores de las universidades y un conjunto de trabajadores cruzaron los brazos para decir no a los ataques que el gobierno Temer y la mayoría del Congreso quiere imponer al pueblo brasileño. Fue un gran no a la reforma de la Previsión Social, que quiere impedir el acceso de las mujeres y hombres a la jubilación; a la entrega [de las reservas petrolíferas] del pre-sal; al desmonte del servicio publico como la PEC 241… Los trabajadores dieron una demostración de que es posible luchar y derrumba la agenda del golpe”, declaró Edson “Indio” Carneiro, secretario general de la Intersindical.
Militantes de la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE) también estaban en el acto. Según afirmó Luana Correa, presidenta de la entidad, “la clase trabajadora es una gran aliada de los estudiantes en la lucha contra Michel Temer”.
Ella citó como punto negativo del gobierno no electo la reforma del sistema de enseñanza media, que no “dialoga con las necesidades de los estudiantes”, y que quiere cortar el 45% de los recursos para el próximo año. “Ellos quieren acabar con el Fies [Fondo de Financiamiento Estudiantil], el Sisu [Sistema de Selección Unificada a las universidades públicas] y ese modelo de Enem [Examen Nacional de la Enseñanza Media] que posibilitó que las mujeres, negros y negras, el pueblo del campo y de la ciudad, principalmente de la periferia, pudiese tener acceso a educación de calidad”, afirmó.
Douglas Izzy, dirigente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), explicó cuáles son las consecuencias de una de las propuestas que afectan a los trabajadores, que es dejar las negociaciones prevalezcan sobre la Consolidación de las Leyes de Trabajo (CLT). “Así, por ejemplo, el aguinaldo, las vacaciones, la licencia por maternidad, la licencia por paternidad y otros derechos, que están garantizados en la ley irían para la Convención Colectiva. O sea, los derechos estarían sujetos a una negociación directa entre patrones y empleados. Significa rebajar los derechos de los trabajadores, y nosotros estamos en contra”, explicó.
Izzy afirmó que, aunque el acto del jueves haya sido un pre calentamiento para la huelga general, las centrales sindicales aún no definieron una fecha para la movilización nacional.
João Paulo Rodrigues, de la coordinación nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), evalúa que la movilización es un medio para frenar el golpe y, “por encima de todo, la quita de derechos, que va a afectar no sólo a los trabajadores de las ciudades, también a nosotros trabajadores del campo”. “Delante de esto, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra y la Vía Campesina se suman a esta manifestación, y creemos en la posibilidad de construir un huelga general”, finalizó.
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Traducción: María Julia Giménez
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