El ministro de Educación brasileño, Mendonça Filho, anunció el miércoles (19) que serán postergadas las pruebas del Examen Nacional de Enseñanza Media (Enem) en las escuelas que se encuentran ocupadas, caso los estudiantes no se retiren de estas instituciones hasta el 31 de octubre.
En la actualidad, están siendo ocupadas más de 860 escuelas y 24 universidades ocupadas por alumnos en todo Brasil, como forma de repudio a las medidas de ajuste y a las reformas educativas presentadas por el gobierno de Michel Temer.
El anuncio puede tener implicancias en el ingreso a las universidades. El Enem es un examen nacional que se aplica para evaluar el nivel de enseñanza en el país y como prueba de ingreso a instituciones superiores de carácter federal y, en algunos caso, estaduales y privadas, a partir del Sistema de Selección Unificada (Sisu).
En rueda de prensa, el ministro Mendonça Filho afirmó que “no hay logística” para transferir los locales de las pruebas" y que no se someterá la prueba “a la conveniencia de una ocupación o desocupación por la voluntad de determinado grupo”.
Según el Ministerio de Educación (MEC), la prueba está prevista para realizarse en 181 escuelas ocupadas en 11 estados, 145 de ellas localizadas en Paraná. Caso sea cancelado, 95.083 candidatos tendrán la prueba remarcada.
Mendonça Filho esclareció que la postergación de la prueba para estos estudiantes significará un costo adicional de 90 reales [28 dólares] por alumno. El MEC recurrió a la Defensoría General de la Unión para responsabilizar a los actores de este proceso.
Para la presidenta de la Unión Brasileña de los Estudiantes Secundarios (Ubes), Camila Lanes, los estudiantes ja están siendo “castigados” por la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 241, que congelará el presupuesto federal por 20 años, y por la Medida Provisoria (MP) 745, que prevé reformas educativas.
“Estamos evaluando lo que fue dicho para intentar recurrir a la Justicia porque, si ellos pueden decidir todo esto sin antes consultarnos, vamos a intentar hacer con que ningún estudiantes sea perjudicado”, ponderó.
El Enem será realizado entre los días 5 y 6 de noviembre, y más de 8,6 millones de candidatos confirmaron la inscripción.
Venganza
Lanes considera a la medida del gobierno como “autoritaria, de la misma forma que la medida provisoria”, y la declaración de Mendonça una venganza, “claramente un movimiento para desmoralizar” y “deslegitimar” a los estudiantes, para poner fin a las ocupaciones anticipadamente.
El ministro afirma que la amenaza no hará con que los estudiantes desocupen las instituciones; por el contrario, se estimula a más ocupaciones de escuelas. “Los estudiantes están dispuestos a abrir las escuelas para realizar el examen. Eso inclusive, atrae más estudiantes para nuestra lucha”, afirmó.
En la rueda de prensa, el ministro de Educación dijo que considera un “absurdo” hablar de precarización de la enseñanza. “No hay como encarar este trágico contexto y quedarse mirando la banda pasar. Hay que actuar, y estamos actuando con la urgencia y relevancia que el asunto merece. Quien quiera discutir que participe de la audiencia pública en el Congreso Nacional y también en protestas, pero no impida a quien quiere realizar la prueba del Enem”, dijo Mendonça.
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