En oposición a la reforma de las Pensiones, a la reforma laboral y al Proyecto de Enmienda Constitucional 241 – que congelará los gastos en servicios públicos por 20 años – las ocho centrales sindicales definieron esta semana una fecha para la huelga general: 11 de noviembre. La idea es que, ese día, las categorías hagan paralizaciones totales o parciales.
El acto hará parte de la “Jornada de Luchas Contra la Eliminación de Derechos” en Brasil, un calendario nacional de movilizaciones y paralizaciones contra las reformas propuestas por el gobierno no electo de Michel Temer, elaborado en reunión en la sede de la Central Única de los Trabajadores (CUT).
También estaban presentes la Central General de los Trabajadores de Brasil (CGTB), la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), la Conlutas, la Fuerza Sindical, la Intersindical, la Nueva Central y la Unión General de los Trabajadores (UGT).
El próximo lunes (24) habrá un acto en Brasília (DF) contra la PEC 241, que deberá ser votada en segundo turno en la Cámara de Diputados el mismo día.
Agenda
Las organizaciones son contrarias a la reforma de las Pensiones, que quiere establecer la edad mínima de 65 años para jubilaciones y equiparar las reglas para hombres y mujeres. También están en contra de la reforma laboral que flexibilizaría la Consolidación de las Leyes de Trabajo (CLT) y haría con que el negociado entre patrón y empleado prevalezca sobre lo legislado.
Además, protestan contra la Propuesta de Enmienda Constitucional 241, que congelará el presupuesto federal por 20 años, afectando directamente los servicios públicos de salud y educación.
Repercusión
Después de las movilizaciones del 11 de noviembre, las centrales sindicales volveran a reunirse para definir los detalles sobre los actos del día 24 de noviembre. Según el presidente de la CUT, Vagner Freitas, lo que no cambia son los propósitos finales de la agenda de luchas.
“Será una jornada de acumulo de fuerzas, estaremos en las calles el día 11 y el 25 y seguiremos caminando rumbo a la huelga general, si los gobernantes no entienden que no pueden quitarle los derechos a la clase trabajadora”, concluyó Freitas.
Edición: Pilar Troya