Brasil

Fondos de pensiones extranjeros son utilizados para adquirir tierras mal habidas

Según investigadores, muchos de esos fondos negocian directamente con los grileiros, tramitadores de tierras mal habidas

Brasil de Fato | Belém (PA) |
Para transformar tierras devueltas en haciendas, el proceso más común es mediante la obtención de títulos de propiedad falsos
Para transformar tierras devueltas en haciendas, el proceso más común es mediante la obtención de títulos de propiedad falsos - Paulo Barros

Una investigación de la Red Social de Justicia y Derechos Humanos muestra que la obtención de tierras mal habidas por parte de fondos de pensiones extranjeros ha sido una práctica en la región conocida como Matopiba, que incluye los estados brasileños de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, en las regiones norte y nordeste.

El estudio apunta que muchas veces las tierras son apropiadas colocando cercas en áreas que no tienen título de propiedad, llamadas tierras devueltas, o sea, tierras que pertenecen al Estado. “Ese es el impacto más profundo y violento que la especulación con tierras agrícolas viene promoviendo. Nuestra investigación revela que la especulación con la tierra como activo financiero fomenta el grilagem [método ilegal que utiliza documentos falsos para forjar la titularidad y reivindicar la tenencia sobre la propiedad] en regiones de predominancia de comunidades campesinas”, dice un trecho de la investigación.

Esas tierras acabaron tornándose en los últimos años blanco de especulación para valorización de activos financieros de fondos de pensiones extranjeros, como muestra el reportaje anterior de Brasil de Fato sobre el tema

Para transformar tierras devueltas en haciendas, el proceso más común es por medio de grilagem. Según Fábio Pitta, Pos-doctorando en Geografía Económica en la Universidad de São Paulo (USP) e investigador de la Red Social de Justicia y Derechos Humanos, “muchas de esas empresas extranjeras pueden inclusive negociar directamente con esos grileiros [tramitadores de documentos falsos para forjar la titularidad de tierras]”.

Entre los años de 2011 y 2013, de entre las 13 haciendas compradas por Tellus – empresa creada por TIAA-CRE, fondo de pensiones privado creado para manejar los ahorros de profesores universitarios de los Estados Unidos –, están las haciendas Ludmila y Laranjeiras, en el municipio de Santa Filomena, Piauí; y las haciendas Sagitario y Marimbondo, en las ciudades de Balsas y Alto Parnaíba, en Maranhão.

Según la investigación, estas áreas en Piauí y Maranhão estaban en locales de Chapada, “donde solo había tierras devueltas”, y revela “casos de expropiación violenta en áreas donde surgieron nuevas haciendas, algunas recientemente adquiridas por Radar S/A y por Tellus S/A. Esas haciendas fueron negociadas a través de una figura conocida como ‘El Mayor Grileiro de Tierras de la Región’ del sur de Maranhão y de Piauí”.

La investigación además informa que la Hacienda Sagitario, adquirida por Tellus S/A, está localizada en una área devuelta. Fue en esa área que la empresa Colonizadora De Carli (Codeca) inició el monocultivo de soja en la década de 1990. La empresa pertenece al “‘Mayor Grileiro de la Región’ y parte integrante de su Grupo Empresarial De Carli”.

Para Maurício Correia, de la Asociación de Abogados de los Trabajadores Rurales (AATR) de Bahía, “no se hace expansión de la frontera agrícola legalmente”. Según él, investigadores como el profesor Ariovaldo Umbelino, jefe del Departamento de Geografía de la USP, apuntan que 80% del oeste baiano, región que integra el Plan de Desarrollo Agropecuario (PDA-Matopiba), está compuesto por tierras devueltas.

Formas de grilagem [obtención de títulos de propiedad falsos para acceder a la tenencia de la tierra]

Correia explica que los grileiros registran pequeñas posesiones de tierra en las notarías, a nombre de personas locales, acumulan una buena cantidad de esas posesiones y después las reúnen en una sola matrícula para que sean registradas en las notarías como sus propiedades. El esquema, por ejemplo, junta tres a cuatro posesiones que equivaldrían a 100 hectáreas, pero durante el registro ese número se transformaría en 10 mil hectáreas, cuenta el abogado.

Otro método utilizado, aun según Correia, es la compra de la tierra de los hijos que heredan la posesión después el fallecimiento de los padres. Los herederos dan entrada para realizar el inventario, haciendo el registro de la posesión con el juez. Los hijos entonces, sin mas interés en la tierra, venden un área de 100 hectáreas, por ejemplo. Sin embargo, el grileiro, junto con la notaría, registra una área mucho mayor, o sino, hace el registro de un área y en la práctica cerca otra, para después ingresar una acción solicitando rectificación judicial. Eso permite con él aumente la expansión de aquella área en 5 mil o hasta 50 mil hectáreas.

El abogado de la AATR cita varios casos de grilagem en la región del oeste de Bahía. Uno de ellos se refiere a la matrícula 2280 hecha en la notaría de Santa María da Vitória. Él informa que una pareja de abogados actuaba en la región por más de 30 años y verificó que la cantidad de tierras correspondía a un área de más de 150 mil hectáreas distribuidas en diferentes municipios de la región, utilizando el método de grilagem descrito por Correia.

Otro caso citado por él es de la Hacienda Campo Largo, localizada en la división entre los municipios de Mansidão, Cotegipe y Barra. Él cuenta que la hacienda tendría una extensión de 130 mil hectáreas. La Coordinación de Desarrollo Agrario (CDA) hizo una mediación de esa área y, por medio de una acción discriminatoria, “constató que el área fue grilada”. “Y cual es el elemento interesante en este caso? El dueño de esa área, el que se dice dueño, protagonista de este grilagem, es Caracol Aguiar, y la controladora de esa empresa es un Fondo de pensiones de los profesores universitarios de la Universidad de Harvard en los EUA”, relata.

Correia indica que los varios casos existentes en la región del oeste de Bahía reafirman que estas tierras están siendo codiciadas y que existe una carrera para garantizar la consolidación de latifundios, aunque se trate de espacios que no presentan infraestructura para el agronegocio. Con todo, la carrera es fomentada por la simple mención de que el plan de desarrollo de Matopiba llevará proyectos de infraestructura, y eso entra en el “cálculo de quien está haciendo ese tipo de grilagem”, destaca.

Esos territorios, sin embargo, no son espacios vacíos. Hace décadas que viven en ellos poblaciones tradicionales. El Grupo de Inteligencia Territorial Estratégica (Gite) informa que existen 28 tierras indígenas, 42 unidades de conservación ambiental, 865 asentamientos rurales y 34 territorios quilombolas [de comunidades afro descendientes]; comunidades que están siendo retiradas de sus territorios en donde producían alimentos para su subsistencia para dar lugar a plantaciones industriales destinadas a la exportación.

El problema de tierras mal habidas en el país no es algo nuevo, pero la participación de fondos de pensiones extranjeros y la especulación en las tierras de Matopiba vienen fomentando ese proceso ilegal y colaboran para perpetuar los innumerables casos de amenazas de muerte, asesinatos y la expropiación de familias de agricultores rurales de sus tierras. Los coroneles ahora poseen CNPJ y razón social.

Edición: Luiz Felipe Albuquerque.

Traducción: Pilar Troya

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