Dirigentes de entidades sindicales y movimientos populares fueron invitados por Brasil de Fato, el último miércoles (15 de marzo), a participar de una mesa redonda en vivo sobre los actos que acontecieron ese día contra las reformas de las Pensiones y laboral. La evaluación fue que las protestas de aquel día marcan el inicio de una gran movilización que puede conseguir derrumbar tales propuestas del gobierno no electo de Michel Temer.
En el estudio de TV de Brasil de Fato, en São Paulo (SP), en el primer momento, participaron la Secretaria de Políticas Sociales y Derechos Humanos de la Central Única de Trabajadores (CUT), Jandyra Uehara Alves; el abogado y miembro de Consulta Popular Ricardo Gebrim; y el secretario-general de Intersindical, Edson Carneiro Índio.
El segundo bloque contó con la presencia de la Directora de Mujeres del Sindicato de Trabajadores del Metro de São Paulo, Ana Cláudia Borguin; del dirigente nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), João Paulo Rodrigues; y del director técnico del DIESSE (Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos), Clemente Ganz Lúcio.
El encuentro acontecía mientras millares de manifestantes, de centrales sindicales, movimientos populares y diferentes categorías laborales, realizaban paralizaciones y protestas en los 26 estados y en el Distrito Federal.
El 15 de marzo, ya histórico, terminó con un saldo de más de un millón de personas en las calles de todo Brasil contra la reforma de las Pensiones.
“Conseguimos reorganizar todo un campo popular democrático y conquistamos el apoyo y simpatía popular. Es un acto expresivo que nos va a hacer entrar en un nuevo nivel de lucha”, conmemoró Ricardo Gebrim.
Uehara Alves apuntó que el 8 de marzo ya fue un pre anuncio de lo que serían esas manifestaciones masivas contra la reforma de las Pensiones, y que la movilización del 15 fue convocada por los profesores de la red pública, que siguen en huelga por tiempo indeterminado.
“La categoría de la educación es mayoritariamente femenina. Las mujeres están siendo muy penalizadas en esta reforma. Las mujeres profesoras, además de perder los cinco años de jubilación especial, de 25 años está pasando para 30, aun necesitan contribuir los 49 años. O sea, es trabajar hasta morir”, lamentó la dirigente de la CUT.
Y Ganz Lúcio, del DIESSE, destacó la solidaridad entre la clase trabajadora este día 15. En su opinión, solamente con unión será posible detener "la reforma de mayor exclusión social que se haya hecho en Brasil desde 1988 [fecha de la Constituyente en el país]".
Él evalúa que la reforma retarda el acceso a la jubilación y excluye millones de personas que no van llegar a los 65 años con 25 años de contribución para ter derecho a la jubilación.
"Si llega a contribuir 25 años, va a tener acceso a una jubilación que es, como mínimo, 25% menor de lo que es hoy. Es una reforma que retarda, excluye y constriñe simultáneamente", alertó.
Reforma laboral
La reforma laboral también fue citada como uno de los principales temas de lucha del próximo período. Según los invitados, la tercerización y la posibilidad de que lo negociado valga más que lo legislado, son dos factores que pueden eliminar derechos conquistados por la lucha de los trabajadores.
“Las mayores víctimas de este proceso de precarización son las mujeres, los jóvenes, los negros, la comunidad LGBT, que ya tienen malos trabajos, que ya son las mayores víctimas de accidentes de trabajo, de la rotatividad. Estamos en las calles contra la reforma de la jubilación, pero tenemos que dejar muy claro que jamás vamos aceptar el avance de la precarización y la aprobación de la tercerización. Eso condena a la juventud, a toda una generación de empleados que será completamente destituida de cualquier derecho o garantía”, dice Índio, de Intersindical.
Luchas
João Paulo Rodrigues, del MST, acredita que el desafío ahora es mantener el clima de lucha en el país para presionar a la clase política. “Temer no recula y el Congreso no es de confianza. Por eso nosotros necesitamos crear un clima de lucha en Brasil. Esa movilización mostró que tenemos unidad en el campo popular y que existe un reclamo colectivo de los trabajadores”, consideró.
En este sentido, la trabajadora del Metro, Borguin conmemora la unión de su categoría en São Paulo y el apoyo de la población.
“Hace muchos años que el Metro no hacía una huelga política. La gente sabe que, cuando hay huelga en el Metro, es un caos la ciudad, y los medios incentivan a la población a ponerse contra nosotros porque no consigue llegar al trabajo. Como esta agenda afecta a la mayoría de los trabajadores, la gente tuvo muchas demostraciones de apoyo”, evaluó.
Borguin se mostró optimista en relación a las próximas acciones organizadas. "Esperamos, sinceramente, que sea un vuelco en el movimiento sindical, y que la gente consiga hacer más movilizaciones en la calle y más movilizaciones unitarias”, declaró.
Edición: Camila Rodrigues da Silva | Traducción: Pilar Troya