(Actualización a las 22:33)
El miércoles pasado (10), los dueños de la empresa de carnes JBS, Joesley Batista y su hermano Wesley realizaron una delación premiada en el ámbito de la Operación Greenfield. En ella habrían contado que grabaron una conversación telefónica en la cual el presidente golpista de Brasil Michel Temer habría indicado al diputado de su partido (PMDB) Rodrigo Rocha Loures para “resolver un problema de la J&F”, holding que controla la JBS. Momentos después, el mismo diputado fue filmado recibiendo una maleta con 500 mil reales, (unos 160 mil dólares) enviados por Joesley. Temer también oyó del empresario que estaba dando a Eduardo Cunha - pieza clave en el impeachment contra Dilma Rousseff (PT) - y al operador Lúcio Funaro una mesada en la cárcel para que se quedasen callados.
Ante este dato, Temer lo incentivó: “¿Hay que mantener eso, entendiste?”.
Aécio
El senador Aécio Neves -candidato del PSDB que compitió con Dilma Rousseff en la elección de 2014- también fue grabado pidiendo 2 millones de reales (unos 630 mil dólares) a Joesley. El dinero habría sido entregado a un primo del presidente del PSDB, en una cena debidamente filmada por la Policía Federal.
La PF rastreó la ruta que siguieron esos reales, y descubrió que fueron depositados en una empresa del senador Zeze Perrella, del PSDB del estado de Minas Gerais.
Repercusiones
Para el diputado Zé Carlos, del Partido de los trabajadores (PT), este es un hecho sin precedentes en la historia de la política brasileña: “nunca antes ocurrió un hecho tan grave involucrando a un presidente. Si Temer tuviera un mínimo de honra, de escrúpulos o de consciencia, como mucho hasta el día de mañana tiene que decirle al pueblo brasilero que lamenta lo que hizo, y entregar la presidencia para que se hagan elecciones directas”.
El diputado federal del partido Socialismo y Libertad (PSOL) Jean Willys, grabó un video en vivo desde la Cámara afirmando que “el presidente de la Cámara Rodrigo Maia tuvo que cerrar la sesión, y la base aliada del gobierno salió corriendo desesperada. O sea, todo lo que decíamos está aconteciendo. Dilma no fue depuesta para combatir la corrupción, fue depuesta para que este bando de corruptos se salve el pellejo, para que no sean condenados”.
Para Willys, "los intentos de criminalizar a la izquierda no dieron resultado, y ahora los desvíos éticos y morales de la base aliada del gobierno están expuestos”.
En un video publicado en su página de Facebook, la diputada federal Jandira Feghali, del Partido Comunista de Brasil (PcdoB), también se pronunció sobre el escándalo: “Nostros tenemos que parar de votar textos absurdos en Congreso Nacional, parar esta agenda absurda del gobierno y hacer elecciones directas inmediatamente. Es muy grave lo que pasó, la crisis se va a profundizar mucho, y no se puede votar más nada en este congreso. Todo ahora está bajo sospecha”. Este gobierno “está tapado de barro hasta el cuello, y no es por una ilusión, es una prueba, ¡fue grabado!”, concluyó Feghali.
Planalto niega las denuncias
En un comunicado, el Palacio de Planato negó la denuncia: “el presidente jamás solicitó pago alguno por el silencio (de Cunha) ni autorizó ningún movimiento con el objetivo de evitar la delación del parlamentario (…) El presidente defiende una amplia y profunda investigación para chequear las denuncias transmitidas por la prensa”.
Edición: Vivian Fernandes | Traducción: Marcelo Aguilar