Francisco Denis Pereira, maestrante del Programa de Integración de América Latina de la Universidad de São Paulo (USP), fue estudiante de la primera promoción del curso de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA), que tuvo su primera unidad, el Instituto Mercosur de Estudios Avanzados, fundada en 2010 por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en Foz do Iguaçu (PR).
Natural de Quixelô, ciudad en el interior de Ceará, él cuenta que los años en que estudió en la UNILA fueron muy importantes para su formación. "Fue mi primera experiencia viajando. Iniciamos con estudiantes de los países del Mercosur, la universidad está enfocada en capacitar profesionales para la integración del bloque. La experiencia de haber pasado por allá es como haberme sumergido en un río de América Latina, fue único. Compartí el cuarto con un uruguayo y aprendí español en la práctica. Fue muy interesante encontrar personas de países vecinos y ver que a veces solo el idioma nos divide", recordó.
El internacionalista afirma que la época de la creación de la UNILA fue el auge de la integración entre los países latinoamericanos. "Nosotros pasamos por un período de oro en la integración, que fue tener varios gobiernos durante el mismo período con el mismo objetivo: fortalecer la unión y la paz de la región, pensando no solo en el comercio, sino en la política internacional, los derechos humanos, las instituciones regionales. Nunca había habido un período tan fértil como ese", opinó.
Instituciones regionales
Entretanto, Pereira cuenta que la institución de enseñanza se viene debilitando en los últimos años. "Lo que acontece aquí impacta en toda la región, entonces la UNILA es la primera en sentir eso. Después de dos años del gobierno Dilma vino la crisis, las manifestaciones, cambios políticos en los países vecinos, el golpe en Paraguay. Estudiamos eso en la práctica. Hoy mantengo contacto con los colegas de otros países y ellos están tristes por las cambios en los gobiernos, que tenían cuños más progresistas. En nuestras monografías nosotros acabamos ubicando eso como un impase para la integración latinoamericana", afirmó.
Según información dada por la profesora y presidenta de la Sección Sindical de la UNILA (SESUNILA), Francieli Rebelato, hay un recorte de ayudas para vivienda, transporte y otras becas que hacían parte de las convocatorias para estudiantes extranjeros y brasileños en la universidad.
"Pasamos a no tener recursos suficientes para atender a los estudiantes sin condición socioeconómica. Se usted no tiene la posibilidad de ayudas concretas, la universidad volta a ter un perfil más elitizado, lo que va contra el proyecto de la UNILA de ser una universidad popular", afirmó.
Rescate
El fortalecimiento de instituciones regionales como el Mercado Común del Sul (Mercosur), la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), es uno de los puntos principales del eje de Política Externa Soberana del Plan Popular de Emergencia. El documento fue construido por los movimientos que forman el Frente Brasil Popular (FBP), con el objetivo de establecer una salida para la crisis institucional y democrática en el país.
Para María do Socorro Gomes Coelho, política brasileña y presidenta del Consejo Mundial de la Paz, la medida es esencial para la integración latinoamericana y el restablecimiento de la paz en la región. En su opinión, el golpe sufrido por Dilma Rousseff y los rumbos de la política externa tomados por el gobierno de Michel Temer son una amenaza para las relaciones de los países de América Latina.
"Pienso que este gobierno golpista echa por tierra toda una conquista de décadas. La integración de América Latina es fundamental para la sobrevivencia de la paz en el continente y Brasil jugó un papel muy importante en esa integración", afirmó.
Rompimiento
En 2014, América Latina y el Caribe fueron proclamados una "zona de paz" por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), una vez que los 33 países de la región anunciaron la renuncia al uso de la fuerza para resolver disputadas entre los vecinos. Sin embargo, los recientes posicionamientos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) brasileño, principalmente en relación a la crisis política y económica que hace cuatro años asola Venezuela, son considerados un obstáculo para la manutención de la paz latinoamericana.
Durante reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ministro brasileño de Relaciones Exteriores Aloysio Nunes (PSDB) defendió la suspensión de la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Venezuela, tentativa del presidente venezolano Nicolás Maduro para solucionar el conflicto en el país. "Eso lesiona la cuestión de la búsqueda de la integración, la consolidación de la paz y el respeto a la soberanía de los países", opinó Socorro.
De acuerdo con Pereira, el rompimiento con Venezuela es perjudicial para Brasil y demás países del Mercosur. "En el pasado usted tenía una articulación para una región estratégica y ahora cada país tiene su opinión sobre Venezuela y quedan divididos los votos en la OEA. Eso toma proporciones en diversas instancias, no es bueno ni para Brasil ni para ningún país vecino", dijo.
En su opinión, cuanto más organizados y estratégicos están los objetivos de los países, más benéfico para el bloque latinoamericano. "Son economías que dependen una de la otra, trabajadores que van de un país para otro. No hay como dividir más. El mundo ya está dividido en bloques. Pero lo que nosotros vemos hoy es esa falta de estrategia de los gobernantes que piensan que solos pueden dialogar y alcanzar el desarrollo, pero no pueden. Ya se probó en diversos estudios que si nosotros no nos integramos no conseguimos disminuir esa llaga de desigualdad que América Latina carga", completó.
Por ese motivo, Socorro considera las medidas del Plan Popular de Emergencia, lanzado por el Frente Brasil Popular (FBP) –formado por más de 80 organizaciones– esenciales para la recuperación de la integración regional latinoamericana. "Las propuestas del Plan dan una legitimidad necesaria para la recuperación de esa política externa. El [Plan] es muy claro, coloca como fundamental la cuestión de la integración regional de América Latina y avanza hacia un nuevo orden mundial, basado en la paz, en la autodeterminación y en la soberanía de las naciones", concluyó.
Se procuró contactar al Ministerio de Relaciones Exteriores, pero este no se pronunció sobre el tema hasta el cierre de esta nota.
Edición: Simone Freire