Esta semana completó 60 años el episodio conocido como Los nueve de Little Rock, cuando nueve niños afrodescendientes llegaron al Colegio Central de Little Rock en los Estados Unidos de América bajo ofensas de estudiantes blancos y ante la presencia de la Guardia Nacional.
El episodio se volvió símbolo de la lucha contra el sistema racista, después de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de eliminar las restricciones a la entrada de estudiantes negros en todos los colegios estadounidenses. Pero las manifestaciones racistas en las instituciones de enseñanza del país aún sacuden a la opinión pública
Según la estadounidense Claudia de la Cruz, miembro del Popular Education Project [Proyecto de Educación Popular], la reciente insurgencia de grupos racistas en los EEUU está creando nuevos conflictos en las universidades.
"El caso más reciente ocurrió en la Universidad de Boston, cuando grupos supremacistas blancos se organizaron y protestaron contra docentes y estudiantes antirracistas que habían protestado contra el racismo", contó.
En otros países que comparten la historia de discriminación racial y la lucha por los derechos civiles de los afrodescendientes también existen conflictos actualmente.
Vuyolwethu Toli, estudiante de la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad de Rhodes en Sudáfrica, conversó con Brasil de Fato y explicó que los episodios racistas en las universidades del país acontecen de forma más sutil, pero hacen que los estudiantes negros no se sientan bienvenidos.
"El 2008 hubo un episodio en la Universidad de Free State, conocida históricamente como una institución de estudiantes africanos blancos y ricos. Hubo una protesta de estudiantes blancos contra la inauguración de una de las residencias universitarias para estudiantes negros. En esa ocasión, los estudiantes blancos obligaron a cuatro empleados negros de la universidad a beber orina", dijo.
De acuerdo con Mikaela Nhondo Erksog, investigadora de Pan Africa Today en la ciudad de Johannesburgo, en Sudáfrica, las residencias universitarias blancas segregadas todavía son comunes en las universidades más prestigiosas del país, lo que legitima las discriminaciones diarias.
"En la Universidad de Stellenbosch, por ejemplo, los estudiantes negros solicitaron que las instrucciones de la Universidad estuvieran en inglés y no en afrikáans, la lengua del gobierno y del apartheid. Los estudiantes blancos protestaban para mantener la cultura afrikáner como parte de su historia y cultura y menospreciaban el problema", denunció.
Esta semana en Brasil alumnos blancos de la carrera de Medicina de la Universidad de Minas Gerais fueron denunciados por fraudes en el sistema de cuotas raciales. La ley de cuotas raciales para el acceso a las universidades brasileñas fue creada en 2012 durante el gobierno de la entonces presidenta Dilma Rousseff, para promover la inclusión de estudiantes afrodescendientes en la universidad y combatir la discriminación.
Para la periodista Luka Franca, feminista negra, las universidades deben enfrentar y combater las fraudes y las protestas contra las cuotas:
"Se deben crear políticas institucionales para impedir el racismo que muchas veces surge de modo velado en mensajes pintados en los baños y en las paredes de la universidad. Pienso que hemos dado pasos importantes, pero todavía hay mucho para avanzar", dijo.
La estadounidense Claudia de la Cruz cree que el actual contexto político mundial representa una importante oportunidad de disputa de discursos.
"En el contexto particular de EEUU hay un conjunto de oportunidades para que las personas con conciencia política recuperen historias como la de Little Rock, el movimiento de los derechos civiles, los discursos de Martin Luther King y Malcom X, para comprender la relación entre raza y clase y profundizar los análisis en el contexto actual", considera.
En la ciudad de Little Rock una ceremonia marcó el aniversario del episodio y contó la presencia de algunos estudiantes negros que protagonizaron el momento histórico en la época.
Edición: Camila Salmazio | Traducción: Luiza Mançano