En el 2017, periodo en que los movimientos populares salieron a las calles para hacer frente a las consecuencias de la destitución de la presidente elegida Dilma Rousseff, las mujeres también se movilizaron por sus derechos.
Tras los retrocesos como la aprobación de la Propuesta de Enmienda Constitucional 181, que prohíbe impide el aborto hasta en caso de violación, los abusos sexuales en el transporte público y el número de feminicidios, se fortaleció la organización de las mujeres y las protestas que ocurrieron en todo el país marcaron estes y otros temas relacionados al movimiento feminista.
Brasil de Fato salió a las calles para escuchar las mujeres y cómo esas cuestiones influenciaron sus vidas en el 2017.
La profesora Ana Luiza Reis, de 56 años, se quedó atónita ante los casos de acoso sexual en los autobuses y en el espacio público en la ciudad de São Paulo.
"En pleno siglo 21, São Paulo es una ciudad moderna, cosmopolita, que podría dar ejemplo a todo el país, para toda la América Latina. Pero es una barbaridad lo que escuchamos todos los día. Además hay los problemas de abuso en el transporte público. Siempre me quedo estupefacta con esas cosas", dice.
Para la artista escénica Raquel Borges Leme, de 32 años, la discusión sobre algunas cuestiones, como el aborto, parecían estar más avanzadas en la sociedad brasileña, pero retrocedieron mucho este año.
"Me parece que algunas coisas que habían sido erradicadas volvieron a aparecer con mucha fuerza. Hay una sensación de cierta fragilidad e inseguridad ante esa situación, una necesidad muy fuerte de crear alianzas con otros grupos, otros colectivos y fortalecer nuestra posición, porque está muy difícil", opina.
Vea el video [en portugués]:
La organización colectiva de las mujeres está fortaleciéndose. En la opinión de Nalu Faria, de la coordinación de la Marcha Mundial de las Mujeres, la discusión sobre los temas del feminismo se amplió este año y adentraron nuevos espacios, como los medios tradicionales:
"Siempre digo que el feminismo trascendió las fronteras del movimiento. Está en los medios, en los blogs, no toda las personas que se consideran feminista se articulan desde el punto de vista de una organización, de un movimiento, participan de protestas, movilizaciones, pero vemos que hay cierta diferencia y una amplitud en ese tema".
Nalu Faria también señala que el trabajo de las organizaciones de mujeres y las protestas realizadas en el 2016 tras el golpe de Estado fueron decisivos para abrir camino a las luchas de este año.
"Una de nuestras conquistas en los últimos años fue que el fortalecimiento del movimiento de mujeres ha puesto el tema de la violencia en la agenda pública, no solo en la agenda pública, sino que se intensificó mucho más si se compara como lo hemos trabajado hace 15 o 20 años", menciona.
Para Rebeca Camargo de Souza, de 19 años, estudiante de arquitectura y urbanismo en la Universidad de São Paulo, la aprobación de la PEC 181 fue una gran frustración. La propuesta prohíbe el aborto en cualquiera circunstancia, incluso en los casos de violación y en los casos de inviabilidad del feto, permitidos por la legislación.
Rebeca explica que este debería ser el momento para poner en debate estas cuestiones desde la perspectiva de las mujeres y no del Congreso.
"Pienso que se trata de un gran retroceso para el país, pues las mujeres tienen cada vez menos derechos, cuando deberían tener cada vez más el control de sus propios cuerpos y todas las cuestiones que el aborto genera, pues es algo muy complejo. Pienso que las cosas no van a mejorar, por lo menos no en Brasil. Porque acá es muy natural para los hombres cosificar a las mujeres y hablar sobre sus cuerpos. Otra cosa es que la política va de las manos con la religión, algo muy problemático. El Estado es laico, pero no lo respetan", dice.
Nalu reafirma la necesidad de luchar contra los retrocesos, pero señala las iniciativas positivas que contribuyeron para avanzar en los temas del feminismo. Una de ellas es la creación de una aplicación que ayuda a las mujeres a volver a casa con mayor seguridad.
"Vemos muchas iniciativas de las mujeres contra el cercenamiento de la libertad. Algunas chicas de Rio Grande do Sul se organizaron [estado de la región sur de Brasil] para volver a casa acompañadas porque percibían que otras también tenía miedo y después crearon la aplicación "Vamos Juntas", donde acuerdan volver a casa acompañadas", concluye.
Edición: Camila Salmazio | Traducción: Luiza Mançano