La Campaña de la Fraternidad 2018, lanzada este miércoles (14) en Brasilia, trae a colación uno de los asuntos más calientes del debate público nacional. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), responsable por la campaña, escogió el tema “Fraternidad y Superación de la Violencia”.
De acuerdo con el presidente de la entidad, el cardenal Sergio da Rocha, la comunidad católica pretende alertar a la sociedad y a las autoridades sobre este fenómeno social que lleva a la muerte de cerca de 60 mil personas por año en el país. El dato es del IPEA, Instituto de Investigación Económica Aplicada. Según el órgano, el país tiene apenas 3% de la población del planeta, pero responde por 13% de los asesinatos del mundo.
“La violencia, en sus múltiples caras, se ha mostrado cada vez más cruel y aterradora. La vida, la dignidad de las personas, especialmente de los grupos sociales más vulnerados, han sido violadas continuamente, por eso sabemos que este asunto es urgente”, afirmó Sergio da Rocha.
Tradicionalmente, la Campaña de la Fraternidad funciona como un movimiento de evangelización que dialoga con la sociedad civil para debatir temas de gran resonancia nacional.
Respeto
El secretario de la Comisión Brasileña de Justicia y Paz, Carlos Alves Moura, afirmó que la superación de la violencia pasa por la promoción de la solidaridad y de la tolerancia. Él resaltó la importancia del respeto a las diferencias de cuño político, religioso, social y antropológico.
“[La campaña] llega en un momento muy oportuno porque vivimos un ambiente de irrespeto a la persona humana, de no reconocimiento de la dignidad de la persona. Eso hace que nos atropellemos en los caminos de la vida”, considera.
Desigualdad racial
En sintonía con la lucha por justicia social, Moura llamó la atención también hacia el exterminio de la población joven y negra, la mayor víctima de la violencia en el país. Él mencionó, por ejemplo, el Mapa de la Violencia de 2016, que comparó datos estadísticos de 2013 y 2014.
En el período, hubo una caída de 26% en el número de personas blancas víctimas de homicidio por arma de fuego, al mismo tiempo en que el número de negros asesinados de esa forma creció 40%. Moura resaltó que las estadísticas reflejan las marcas de la desigualdad racial.
“[Es una] violencia que se asienta en muchas estructuras, que se asienta en muchas posiciones, pero, en el fondo, está llena de prejuicios, de discriminación”, apuntó.
Frente a los números, el secretario ejecutivo señaló las raíces históricas del prejuicio y recordó que la abolición de la esclavitud en Brasil es un proceso inacabado.
“Incluso con la aprobación de la Ley Áurea, en 1888, con la que la esclavitud negra pasa a ser actividad prohibida en territorio nacional, la libertad vino y no liberó, no generó protagonismo, dignidad y liberación”, destacó.
Políticas públicas
El diputado Alessandro Molon, del Partido Red Sostenibilidad (REDE) y coordinador del Frente Parlamentario por la Prevención de la Violencia y Reducción de los Homicidios, reforzó que el combate al problema exige la suma de esfuerzos, con interlocución entre actores políticos y sociales.
El también destacó la necesidad de combatir discursos políticos que abordan la problemática de la violencia bajo una óptica superficial e ignoran la complejidad del tema. El defendió la implementación de políticas estructuradoras como, por ejemplo, de prevención del problema y de educación para frenar el engranaje de la violencia.
“Soluciones atrayentes, pero equivocadas, que prometen combatir violencia con más violencia, solo van a generar más muertes en el país. No es eso lo que queremos. No es eso lo que Brasil necesita", alertó.
Molon añadió que este año el Frente debe presentar una serie de propuestas relacionadas a las obligaciones de la administración pública para combatir el problema. El grupo reúne 198 parlamentarios federales de 25 partidos diferentes.
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Edición: Mauro Ramos | Traducción: Pilar Troya