Este viernes (16), el presidente golpista Michel Temer firmó un decreto de intervención federal en el área de seguridad pública en el estado de Rio de Janeiro bajo el argumento de contener la ola de violencia. El comando del Ejército ya se reunió para definir el modo de actuación de la institución durante el período y el Congreso deberá votar el decreto el próximo lunes (19).
Ante la novedad, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, del partido Demócratas (DEM), anunció que los diputados no votarán la reforma de las Pensiones presentada con el nombre de Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 287 la próxima semana, como pretendía el gobierno.
Para los movimientos sociales y la oposición al gobierno en la Cámara Federal, la postergación vuelve la reforma cada vez más distante. La decisión de intervención repercute directamente en la votación de la propuesta pues, según el artículo 60 de la Constitución Federal, no se puede realizar ninguna alteración constitucional durante una acción de esta naturaleza.
João Paulo Rodrigues, del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) señala que las críticas constantes al gobierno, en especial durante el carnaval de Rio de Janeiro, ampliaron la impopularidad de Temer y demostraron una mayor posibilidad de fracaso de la reforma. Él también critica la opción del gobierno por la intervención militar.
"[La decisión] es una respuesta de la derecha brasileña contra el pueblo, contra los trabajadores, también es un modo de desviar la intención de su derrota y transformar el tema de la seguridad, de la represión, en un tema de publicidad para las clases medias que viven atemorizadas", evalúa.
La líder del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) en la Cámara de Diputados, Alice Portugal, considera que la intervención sería una "cortina de humo" para despistar sobre la dificultad de aprobar la propuesta.
"El gobierno no cuenta con los votos suficientes y la cantidad de aliados cayó junto con su popularidad, ahora van a intentar imponer esta excusa, construyen una salida para no votar la reforma de las Pensiones", afirma.
Aunque haya afirmado que considera la posibilidad de archivar la propuesta, el presidente de la Cámara dijo que el gobierno seguirá con la movilización para intentar alcanzar los votos necesarios para la aprobación. Son necesarios 308 votos favorables para que se apruebe la medida. Los aliados de Temer sostienen que cuentan con cerca de 270 votos, pero la oposición considera que el escenario es más desventajoso, con menos votos.
João Paulo Rodrigues asevera que los movimientos populares seguirán combatiendo la reforma. "La próxima semana, junto a otros movimientos, vamos hacer frente a la violencia, a la represión y al genocidio del nuestro pueblo que vive en las periferias de las grandes ciudades del país", adelantó.
Este lunes (19) los movimientos populares y sindicatos brasileños realizarán una serie de paralizaciones y movilizaciones por todo el país, con la adhesión de diversas categorías laborales.
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Edición: Nina Fideles | Traducción: Luiza Mançano