Esta semana estuve en actividades en Cuba, tierra de Camilo, del Che, de Fidel y de Raúl Castro, actual comandante en jefe. Grandes revolucionarios que dedicaron sus vidas a la construcción de la Revolución Socialista, cubana y latinoamericana.
En 2019 la Revolución Cubana cumplirá 60 años de resistencia al bloqueo imperialista y construcción del proyecto socialista. Entre tantos resultados, el más valioso fue garantizar que la Revolución Socialista fuese comprendida, defendida y construida por el pueblo cubano.
La revolución sobrevivió a todos los obstáculos y amenazas durante estos 60 años, principalmente porque sus dirigentes y dirigentas tuvieron la sabiduría estratégica de invertir prioritariamente en las personas, elevando el nivel de conocimiento y conciencia. Más que inversión en infraestructura y logística, se invirtió en educación, en salud, en cultura, en deporte. Aún hoy el país tiene dificultades económicas y de servicios como energía eléctrica, telecomunicaciones, falta de internet y tantos otros problemas. Pero se ve alegría y felicidad en el rostro y en las expresiones de las personas. Ellas defienden la revolución y la Patria Cubana. Como expresión de eso, se ve en varios espacios la frase: "Yo amo esta isla".
En el campo, en 60 años de Revolución Socialista, Cuba transitó de una situación de miseria casi total, donde la economía y el régimen de producción eran coloniales, con monocultivo de caña de azúcar y tabaco, a la ejecución de la ley de reforma agraria. El 17 de mayo de 2019 se cumplirán 60 años de la firma de esta ley por el gobierno revolucionario.
Después de firmar la ley, los cubanos pasaron a desarrollar, en el campo, grandes cooperativas estatales con tecnología, mecanización e insumos agrícolas importados de la entonces, Unión Soviética comunista (URSS). Era el apogeo de un modelo de desarrollo del campo, con alta productividad.
Con el fin del socialismo en la URSS, Cuba entra en el período especial y el campo se tuvo que ajustar a la nueva realidad. Sin insumos e implementos agrícolas, el sistema pasa a quedar obsoleto. Hoy, la agricultura cubana atraviesa una nueva fase, redistribución de las tierras que quedaron ociosas y reorganización del campo con un nuevo modelo de producción. Ajustando e implementando nuevas tecnologías adecuadas para la nueva realidad.
Actualmente, superado el período especial, el campo vive una nueva fase: de diversificación y producción de alimentos saludables. Organizando a los campesinos en colonias de cooperativas de producción agropecuaria (CCP), cooperativas de crédito y servicios (CCS) y cooperativas de agricultores urbanos. Están invirtiendo para que los pequeños agricultores produzcan, diversificando al máximo para el consumo de la familia y produciendo a partir de la planificación anual del Estado, para venta estatal o incluso para el mercado local.
Para implementar la agroecología como base del desarrollo de la agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) construye un método de multiplicación del saber popular y tecnología llamado “campesino a campesino”. En el, los propios campesinos reciben la tarea de orientarse unos a otros.
Pero la revolución trató también de organizar al pueblo en comités de defensa de la revolución (CDR) en las calles, en el partido, y de muchas otras formas. Se implantó una verdadera democracia, no sólo con el sufragio, pero principalmente con formas de consultar y oír al pueblo para que se sienta parte de este proyecto de sociedad. ¡La revolución no es para el pueblo, la revolución es del pueblo cubano!
Por eso y por tantas otras iniciativas, como la vocación del internacionalismo solidario; trabajo voluntario; inserción de la juventud en el proceso con permanente renovación de los cuadros; la participación de las mujeres, en estas últimas elecciones fueron electas más de 50% de mujeres para el parlamento, es que la revolución sobrevive hace 60 años, y siguen construyendo, renovando e innovando permanentemente.
El próximo desafío será cuando, a partir del primero de mayo, Raúl Castro deje la presidencia del país para que el Congreso elija un nuevo presidente. Se percibe que el pueblo está preparado para esta transición, gobernar sin Fidel y sin Raúl, pero por Fidel y Raúl.
En las calles se oye que nada va a cambiar, «porque se cambian las personas, pero no la revolución».
¡Viva el pueblo y la Revolución Cubana!
* de la Dirección Nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
Edición: Catarina de Angola | Traducción: Pilar Troya