Hace más de dos semanas, el día 7 de abril, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se presentó a la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, en Paraná, región sur de Brasil, para cumplir la pena establecida por el juez de primera instancia Sergio Moro. Desde entonces, Lula se encuentra en un espacio aislado de los demás presos y sólo se permite visitas de abogados y familiares.
Este lunes (23) la jueza Carolina Lebbos, de la Jurisdicción de Ejecución Penal de Curitiba, emitió una respuesta colectiva negando diversas solicitudes de visitas al ex presidente, entre ellas, la solicitud de la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, de la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff y de una Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados del país.
El aislamiento de Lula es una de las grandes preocupaciones de sus aliados. De acuerdo con la senadora Gleisi Hoffmann, se trata de un intento de silenciar al ex presidente. “Sabemos que el objetivo es impedir la comunicación de un gran líder político, de un gran líder popular, con la sociedad. Están sometiendo a Lula a un confinamiento solitario. Impedir la visita de amigos y permitir solamente la visita de los abogados y familiares una vez por semana es un intento de aislarlo. Lo que está pasando es lamentable”.
La senadora aun afirmó que los abogados del PT están analizando las medidas necesarias para este caso. No es la primera vez que se impide la visita a Lula en la sede de la Policía Federal en Curitiba. El 19 de abril, la misma jueza denegó las solicitudes del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y del intelectual Leonardo Boff.
Para Fernando Hideo, doctor en derecho procesal penal, la restricción de las visitas viola la legislación brasileña en lo que se refiere a la ejecución de las penas. “La Ley de Ejecuciones Penales garantiza como un derecho de todas y todos los presos las visitas no sólo de familiares, sino también de amistades. Entonces privar a un detenido de la convivencia con sus amistades es una medida absolutamente contraria a la legislación brasileña”.
De acuerdo con el jurista, el tratamiento dado al ex presidente inclumple las llamadas Reglas Nelson Mandela, reglas mínimas para el tratamiento de las y los reclusos, establecidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Tanto la restricción de las visitas exclusivamente a los familiares, excluyendo la posibilidad de visita de amistades, cuanto el aislamiento total y absoluto del ex presidente Lula y la privación de convivencia con otros reclusos son medidas no solamente injustas, sino ilegales”.
Denuncia internacional
La denuncia del aislamiento del ex presidente brasileño se esparció por el mundo. La semana pasada, la ex presidenta Dilma Rousseff participó en una conferencia en la Universidad de San Diego, en el estado de California, en los Estados Unidos, y habló sobre el asunto: “Esa es una situación muy grave, pues lo que están haciendo es intentar silenciar a Lula”, afirmó Rousseff. “Lula está recluido en confinamiento solitario porque la cuestión es más compleja: detener a Lula no es suficiente, hay que impedirle hablar. El juez de la sentencia ha dicho eso: él [Lula] habla mucho sobre esta operación y no debería hacerlo”, completó.
Se intentó contactar a la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba pero esta no contestó hasta el cierre de este reportaje.
Edición: Diego Sartorato | Tradução: Luiza Mançano