Los accionistas de Petrobras aprobaron este jueves la nueva composición del Consejo de Administración de la empresa, principal órgano decisorio de la estatal. De los once escaños, ocho fueron indicados por el gobierno Michel Temer. Cinco de ellos seguirán ocupados por nombres que ya componían el consejo, y otros tres fueron destinados a personas con larga trayectoria en empresas privadas del sector de petróleo y gas, competidores de Petrobras. Para los expertos, esta es una señal de que el proceso de privatización de la compañía será acelerado.
Los tres nuevos consejeros son José Alberto de Paula, que desde 1989 ocupa altos puestos de gerencia en Shell; Clarissa de Araújo Lins, ex presidenta del comité externo independiente de Shell y actual directora del Instituto Brasileño de Petróleo, Gas y Biocombustibles (IBP), organización patronal que articula la industria petrolífera en Brasil; y Ana Lúcia Poças Zambelli, que ocupó cargos directivos en Schlumberger Brasil, Transocean América del Sur y Maersk Drilling, tres empresas que mantienen contratos estratégicos con Petrobras.
El coordinador general de la Federación Única de Petroleros (FUP), José María Rangel, explica que históricamente las nominaciones del gobierno para el consejo incluían ministros de Estado y representantes de las Fuerzas Armadas, dado el peso estratégico que Petrobras tiene para el país. Sin embargo, desde las nominaciones hechas para la gestión anterior del órgano, aún en la gestión de Aldemir Bendine, el sector privado, especialmente el financiero, ganaron espacio.
Las indicaciones incluyeron nombres oriundos de la BMF-Bovespa, Citibank, BTG Pactual y Asociación Brasileña de Mercado de Capitales, todos mantenidos en la nueva composición del órgano. Para Rangel, la experiencia de la gestión anterior indica cómo será la próxima.
“Cuando el consejo de administración tenía un sesgo más de mercado financiero, sólo el año pasado, Petrobras destinó a los bancos US$ 39 mil millones (R$ 137 mil millones), por pago de intereses y amortización de deudas, anticipando deudas que iban a vencer en 2020 y alargando esas deudas. Siguiendo esa misma línea, cuando pone en el consejo a personas ligadas al sector de petróleo y gas, en nuestra evaluación, va a profundizar el proceso de privatización de la empresa, que ya está en curso “, opina.
Para el profesor de ciencia política de la Fundación Escuela de Sociología y Política de São Paulo (FESPSP) y director técnico del Instituto de Estudios Estratégicos del Sector de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (INEEP), William Nozaki, el nuevo consejo de Petrobras da continuidad al proceso en el cual los intereses de la financiarización y de la desnacionalización, que antes orbitaban alrededor de la empresa, ahora están dentro de ella.
Para Nozaki, está claro que el movimiento del gobierno, que termina a finales de año, pretende acelerar la venta de activos de la empresa.
“El movimiento del gobierno puede ser entendido como una combinación de la propia ida de Moreira Franco al ministerio de Minas y Energía, que también está directamente relacionada con un intento del gobierno por garantizar que en estos últimos meses va a suceder de manera rápida lo que señalaron, como la venta de activos de Petrobras. Es un juego armonizado, el cambio ministerial también está articulado con esa recomposición del consejo “, subraya.
El coordinador general FUP destacó que, a partir del próximo día 30 al 12 de mayo, los petroleros harán asambleas en todo el país para deliberar sobre la realización de una huelga contra la privatización de Petrobras.
Edición: Diego Sartorato | Traducción: Resumen Latinoamericano