Por segunda vez, el teólogo Leonardo Boff viene a Curitiba para intentar visitar a su amigo Luiz Inacio Lula da Silva, que está preso en la Superintendencia de la Policía Federal (PF) desde el 7 de abril. En la primera tentativa, el 19 de abril, no le fue permitida la visita junto con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, por negativa de la jueza Carolina Lebbos. Este lunes (7), cuando se cumplen 30 días de la prisión política del ex presidente, fue autorizada su visita por una negociación directa con la PF.
Al iniciar su relato a la prensa, Boff no contuvo la emoción e interrumpió varias veces la rueda. “Lula me dijo que, si no murió a los 5 años de hambre, desde entonces su vida es resistir. Me dijo que su vocación en la vida es luchar para que haya más vida y que el sentido de la vida es vivir bien”, informó.
Continuando el relato, el teólogo dijo que el ex presidente reafirmó su candidatura. “El quiere volver para hacer que las políticas públicas sociales vuelvan al ser centrales, se vuelvan políticas de Estado y traigan nuevamente dignidad al pueblo brasileño”, reveló.
El sentimiento percibido por Boff es de indignación. “Lula está fuerte, con vigor, y lo que le mueve es la indignación. Dejará de ser candidato solo si la justicia proporciona pruebas sobre las acusaciones hechas contra el”, afirmó el teólogo.
Guía espiritual
Amigos desde hace más de 40 años, Boff contó que Lula está leyendo y reflexionando bastante. Uno de los libros, según el, es O Senhor é meu Pastor, Consolo Divino para o Desamparo Humano [edición en español: El señor es mi pastor], de su autoría. “Le aconsejé hacer su viaje interior y profundizar la comprensión espiritual de esta situación, que es apenas un pasaje, así como lo fue para otros líderes como Gandhi, Mandela. Le dije que se comunique con su madre, Dona Lindu, que le enseñó los valores más importantes,” contó. En ese momento, dijo Boff, mi amigo Lula se emocionó.
Para el teólogo, en Lula hay una grandeza y una comprensión del punto de vista espiritual sobre lo que viene pasando. “Un hombre acostumbrado a estar siempre con el pueblo, a comunicarse, sometido a prisión en solitario, sólo Lula para decir que saldrá más fuerte de todo esto”, concluye.
La visita realizada este lunes (7) fue acordada como “asistencia espiritual”. Todos los días, el ex presidente puede recibir visitas de sus abogados. Después de una nueva negociación con la PF, ahora los jueves, días reservados inicialmente para familiares, Lula está autorizado, por la tardes, a recibir amigos. Los primeros fueron sus compañeros del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, su presidenta y Jacques Wagner, ex gobernador de Bahia, el día 3 de mayo último.
Edición: Thalles Gomes | Traducción: Pilar Troya