Entidades de la sociedad civil organizada presentaron este martes (12), en la Cámara de Diputados en Brasilia, el contenido de la Política Nacional de Reducción de Agrotóxicos (PNARA), propuesta de iniciativa popular descrita en el Proyecto de Ley (PL) 6670/16.
El objetivo central de la PNARA es reducir de forma gradual el uso de substancias tóxicas en la producción de alimentos del país. De acuerdo con el Dossier Abrasco, producido en 2015 por la Asociación Brasileña de Salud Colectiva, Brasil es el mayor consumidor mundial de agrotóxicos, con una ingestión de 7,3 litros de veneno por persona al año.
El uso de agrotóxicos está asociado tradicionalmente con la agricultura de monocultivo y latifundios practicada por los grandes hacendados y empresas transnacionales del sector de alimentos. En contrapartida a ese modelo, la especialista en agricultura y alimentación de Greenpeace, Marina Lacôrte, explica que el PL propone que el Estado brasileño pase a incentivar los sistemas agroecológicos a través de beneficios fiscales.
Según levantamiento de las organizaciones Tierra de Derechos, Fian Brasil, Asociación Brasileña de Agroecología (ABA) y de la Campaña Permanente contra los Agrotóxicos y por la Vida, solamente en 2017 el país dejó de recaudar US$ 350 mil millones por las exenciones concedidas a pesticidas.
Marina Lacôrte añade que el cambio en los flujos de las inversiones busca el aumento de la producción de alimentos más saludables y al desarrollo de la agroecología en el país.
“Si volcamos en la agroecología todos los esfuerzos que hoy se colocan en el modelo convencional, esta también va a tener aumento de productividad e innovación tecnológica, y es eso lo que necesitamos: apoyo para que los productores hagan esa transición”, complementa.
Comisión especial
Reivindicado por organizaciones de las áreas de salud, medio ambiente, derecho del consumidor y derechos humanos, el PL 6670/16 fue propuesto por entidades de la sociedad civil y estaba parado hace más de un año en la Cámara. Ahora, es objeto de una comisión que pasa a debatir el tema este mes.
El analista de políticas públicas de la ONG WWF Brasil, Bruno Taitson destaca que, esencialmente, el PNARA propone un cambio de paradigma en relación a las prácticas agrícolas adoptadas en el país.
“Queremos incentivar los orgánicos, la agrofloresta, otras alternativas que pueden dar a la sociedad una opción a los productos, a los alimentos que son tratados con veneno”, destaca. Los especialistas consultados por la Cámara este martes señalan que, además de causar daños al medio ambiente y a la salud colectiva, el problema del consumo de agrotóxicos tiene un lado social.
La militante Franciléia Paula, de la Campaña, resalta, por ejemplo, que el uso de pesticidas afecta directamente las comunidades rurales, como sin tierra, quilombolas* e indígenas. “Hemos recibido muchas denuncias de uso de agrotóxicos de pulverización como arma de genocidio principalmente de las poblaciones indígenas, y son esos pueblos los que, en su matriz de producción, preservan la naturaleza”, afirma.
Aprobación
Debido a la vinculación de los agrotóxicos con la cultura de los latifundios, el proyecto tiene como adversarios políticos a los miembros de la bancada ruralista, que actualmente intentan aprobar el llamado “paquete del veneno”, un conjunto de medidas que incentivan el uso de pesticidas.
El ponente del PL 6670/16, deputado Nilto Tatto (Partido de los Trabajadores, estado de São Paulo), evalúa que la aprobación de la propuesta depende de la continuidad y del aumento de la articulación social a favor de la medida.
“Necesitamos desarrollar los debates aquí dentro, las audiencias públicas de forma unificada con ese conjunto de instituciones y movimientos sociales, en un proyecto de movilización cada vez mayor de la sociedad”, destaca.
La comisión que evalúa el PL deberá discutir nuevamente el proyecto en el martes próximo (19).
* habitantes de quilombos, asentamientos rurales de población mayoritariamente negra, creados inicialmente por esclavos fugados.
Edición: Diego Sartorato | Traducción: Pilar Troya