La Petrobras suspendió, este martes (3), el proceso de venta de cuatro refinerías después de una medida provisoria del ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) Ricardo Lewandowski la semana pasada. La estatal llegó a anunciar el mes pasado que cinco empresas privadas manifestaron interés en la adquisición de las unidades.
Lewandowski atendió un pedido de la Federación Nacional de Asociaciones de Personal de la Caixa Económica Federal (FENAE) y de la Confederación Nacional de Trabajadores del Ramo Financiero (CONTRAF), estipulando que cualquier proceso de privatización debe ser aprobado por el Congreso Nacional. Para el ministro el argumento es razonable porque la creación de empresas estatales se da a través de leyes aprobadas en el Parlamento.
Integrante de la dirección de la CONTRAF, Sergio Takemoto entiende que la medida provisoria de Lewandowski es una “gran victoria” que debería ser consolidada por el conjunto del Tribunal Supremo. Para él, la posición reviste de importancia en esta coyuntura, impidiendo un decretazo por un gobierno ilegítimo. De otro lado, afirma que no se debe abandonar la presión sobre los congresistas actuales, cuya mayoría ya demostró no estar preocupada por la “población y el bienestar de la sociedad”.
“El gobierno va a venir con todo [para eliminar la decisión]. Es una medida provisoria, no se sabe hasta cuando va a durar. Para nosotros, es una victoria, porque pone [las privatizaciones] en discusión una vez más. Las encuestas indican que la mayoría de la población está contra las privatizaciones. Nuestra esperanza es que haya una renovación del Congreso. La gran disputa va a ser en octubre”, defiende Takemoto.
Cloviomar Caranine, analista del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE) y asesor de la Federación Única de Petroleros (FUP), señala que las iniciativas privatizadoras del presidente golpista Michel Temer (Partido del Movimiento Democrático Brasileño - MDB) van contra una nueva tendencia mundial. La decisión de Lewandowski, según su visión, resalta la importancia de discutir la representación política en Brasil. Según él, el modelo de toma de decisiones ideal con relación a las privatizaciones debería incluir la participación directa de la población, a través de plebiscitos y referendos.
“Varios países, incluso países 'nada comunistas', como Inglaterra, EUA y Francia, están re-estatizando empresas de saneamiento, por ejemplo. El sector de energía, en los EUA, tiene una presencia fuerte de los militares, o sea, del Estado. La decisión fue acertada. Puede ser importante para, de aquí en adelante, debatir sobre como escogemos nuestros representantes legislativos”, analiza Caranine.
La Petrobras pretendía vender el 60% de cuatro refinerías, dos en el nordeste y dos en el sur: las refinerías Alberto Pasqualini (estado de Rio Grande do Sul), Presidente Getúlio Vargas (Paraná), Landulpho Alves (Bahía) y Abreu y Lima (Pernambuco). La medida podría significar, a largo plazo, aumento de los precios de los derivados del petróleo en Brasil. Además de esas refinerías, el gobierno ya indicó la privatización de la distribuidora de gas Liquigas y, fuera de esta área, de la compañía eléctrica nacional Eletrobras, de aeropuertos de la Infraero y del banco Caixa Econômica Federal.
Edición: Juca Guimarães | Traducción: Pilar Troya