Desde su asunción, Jair Bolsonaro protagonizó diversos episodios de censura de datos públicos y de producciones que alaban la diversidad. En menos de ocho meses, él y sus ministros criticaron la difusión de datos sobre desempleo, deforestación y política de drogas. También prohibieron la difusión de contenidos publicitarios como una publicidad del Banco de Brasil con personas afrodescendientes, homosexuales y transexuales y suspendieron una convocatoria para la producción de series que aborden temas relacionados con la población LGBT. Estas y otras acciones de censura, además de la violencia de sus discursos, hace recordar otro período de la historia de Brasil: la dictadura militar.
Edición: Luiza Mançano