“La Corte Suprema de Brasil decidirá hoy si hará cumplir la Constitución o no”, afirmó el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en una entrevista exclusiva con Brasil de Fato este martes por la mañana (23) en la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba.
“Estoy muy tranquilo y sé lo que quiero. Sé lo que me hicieron y los intentos de mantener viva la mentira", añade.
Mientras Lula hablaba con Brasil de Fato, el Supremo Tribunal Federal (STF) reanudaba el juicio que decidirá la legalidad de la prisión tras una condena en segunda instancia. Se espera que la Corte tome una decisión sobre el tema aun hoy. “Mi batalla no es por segunda o tercera instancia. Mi batalla es: espero que analicen mi proceso. Si encuentran un milímetro de alguna prueba del crimen que he cometido, me quedo en la cárcel. Pero si no encuentran, que encarcelen a quienes determinaron mi prisión y me liberen”, expresó.
Preso político desde el día 7 de abril de 2018, cuando se presentó ante la Policía Federal, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) declaró que el juicio en la Corte Suprema hoy no se refiere a su caso, pues no hay pruebas para su condena.
En vísperas de cumplir 74 años el próximo domingo (27), Lula asevera: “Voy a pelear hasta los últimos días de mi vida para que en este país no haya un juez, un fiscal, un comisario que diga mentiras al pueblo brasileño”.
“No cambio mi dignidad por mi libertad. Mantener la cabeza alta, aquí dentro o afuera. Entonces, para que ustedes sepan, estoy muy tranquilo y sé lo que quiero”, reafirma, y añade que en la búsqueda para demostrar su inocencia, es "un Don Quijote buscando la verdad".
El equipo de Brasil de Fato se reunió con el expresidente en la Sede de la Superintendencia de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba (Paraná). La entrevista exclusiva [en portugués] será transmitida este jueves (24), a las 2 de la tarde en el canal de Brasil de Fato en YouTube y la entrevista en texto será divulgada en el portal de Brasil de Fato en portugués, inglés y español.
A continuación, la primera parte de la entrevista:
Luiz Inácio Lula da Silva: Antes de empezar las preguntas me gustaría decirles algo. Sobre el juicio en la Corte Suprema hoy. En una otra entrevista yo le dije a un amigo que este proceso de segunda instancia tiene que ver con la Constitución brasileña. La Suprema Corte decidirá si hará cumplir la Constitución o no. No es mi proceso. A mí no me preocupa la segunda instancia. Voy a repetir lo que le dije: si el ciudadano robó, tiene que ir a la cárcel en la primera, segunda, tercera, cuarta o quinta [instancia], desde que haya pruebas. Ahora, si un ciudadano es inocente, hay que liberarlo.
Mi batalla no es por segunda o tercera instancia. Mi batalla es: espero que analicen mi proceso. Si encuentran un milímetro de alguna prueba del crimen que he cometido, me quedo en la cárcel. Pero si no encuentran, que encarcelen a quienes determinaron mi prisión y me liberen. Esa es mi batalla y voy a pelear hasta el final.
No sé cuánto tiempo tengo, voy a cumplir 74 años el próximo domingo. Es decir, voy a pelear hasta los últimos días de mi vida para que en este país no haya un juez, un fiscal, un comisario que diga mentiras al pueblo brasileño. Esta es mi pelea y por lo tanto, sepan que quiero mi inocencia. Por ello yo afirmo: no cambio mi dignidad por mil libertad.Mantener la cabeza alta, aquí dentro o afuera. Entonces, para que ustedes sepan, estoy muy tranquilo y sé lo que quiero.
Sé lo que me hicieron y los intentos de mantener la mentira viva. Cuando veo la Red Globo, sé que tienen horror de que la sociedad brasileña comprenda las denuncias realizadas por The Intercept. Si pudiera esconder debajo de la alfombra todas las denuncias del Intercept que demuestran la verdad, que demuestran quienes son Moro y Dallagnol, que demuestra la lógica de los procesos, la red Globo sabe que la mentira fue tan grande que sería desmoralizada. Entonces intenta evitar que las personas sepan la verdad.
Estoy dispuesto a comprobar que la red Globo es mentirosa, que Moro es mentiroso, que Dallagnol es mentiroso. Esta es mi lógica. Con tranquilidad y sin rencor, soy un Don Quijote buscando la verdad.
Brasil de Fato: Usted empieza con el tema del STF y ya afirmó diversas veces que no renunciará a su dignidad y que quiere comprobar su inocencia. Esta es una decisión diaria, en todas sus acciones. Podemos imaginar que hay mucha presión alrededor del tema de su libertad. ¿Qué pesa la balanza? Hay un Lula que es político, un hombre, un sujeto de la política brasileña, pero que tiene que tomar decisiones diariamente y calcularlas. ¿Cuáles son los sacrificios que usted hace diariamente para tomar esa decisión?
Luiz Inácio Lula da Silva: Mi madre era analfabeta. Murió sin saber escribir un “o”. Mi padre murió analfabeto. Pero una cosa que yo aprendí de ellos es la integridad. Honor, carácter, autoestima, son cosas que están en nuestra sangre. No nací para bajar la cabeza. Soy consciente de la mentira que contaron, del daño que Dallagnol hizo al país con su presentación en power point, de las mentiras que Moro contó en su sentencia. Un juez que enjuicia a un ciudadano por crimen indeterminado, porque tiene que condenarlo, porque el momento político exigió mi condena.
Entonces como soy consciente de que mintieron para la sociedad brasileña, una mentira pactada un acuerdo entre Moro y la prensa brasileña. Porque cuando se lee un artigo suyo, de 2004, denominado Manipulate, que habla sobre la operación Manos Limpias en Italia, él entrega a los medios el papel de condenar a las personas. Es decir, si un ciudadano es sospechoso y los medios deciden que es culpable incluso antes del juicio, cuando llegue el momento de emitir la sentencia, será condenado.
Y decidí enfrentarlo. Lo decidí por mi nombre, por mi relación con la sociedad brasileña. No podía permitir más de 200 horas de Jornal Nacional [principal noticiero de la Red Globo], más de 150 portadas de revista en mi contra, más de miles de primeras páginas de diarios en mi contra, no podía permitir poner fin a mi vida política, a mi relación con la sociedad, ser llamado ladrón por ladrones.
Decidí reaccionar. Ya lo dijo otras veces, podría no estar en Brasil, podría estar en una embajada, pero decidí estar acá porque no iba a probar mi inocencia si no estuviera acá. Acá, peleando, con la cabeza en alto. Mira, estoy acá hablando contigo, mira la cara de Moro en sus entrevistas. Él sabe que es un mentiroso. No tiene el coraje de mirar a la cara de las personas. Mira a Dallagnol que en realidad armó una pandilla con esa fuerza de tarea. Querría hacerse rico. Quería utilizar el dinero de Petrobras para crear un instituto para hacer qué?
A eso me opuse. Y fue contra eso que decidí venir a Curitiba porque acá voy a probar mi inocencia. Estaré detenido por un año, o dos, no hay problema. Soy paciente. Pero aprendí a caminar con la cabeza en alto, no voy a bajar la cabeza. Soy igual a todos los brasileños. Si cometí un error, lo pagaré. Todos que cometen errores tienen que pagar.
Por ello que estoy tranquilo con la votación en la Corte Suprema. Lo que ellos están notando no corresponde a mí, sino al cumplimiento de la Constitución brasileña, que dice la persona solo podrá ir a la cárcel después de ir a juicio en todas las instancias. Pero como se trataba de mi juicio, iba a haber elecciones y yo podría ganar las elecciones, hicieron algo excepcional: juzgar rápidamente Porque no son solo Moro y Dallagnol o el comisario responsable por la averiguación, los fiscales del TRF4, en Porto Alegre, también mintieron. Ni leyeron el proceso y votaron por mi condena.
¿Parece razonable aceptar que alguien diga “No, el presidente ya cumplió un año y medio en la cárcel, tiene derecho a progresión de la pena”? No. Progresión de la pena es algo para ladrones, para culpables. Yo quiero mi inocencia. Quiero que el STF analize mi sentencia. Así es el juego, así voy a jugar. Yo no sé qué pasará pero esas personas tienen que saber que en Brasil todavía hay gente de buen carácter. Tienen que saber que ninguno de ellos es más honesto que yo. Tienen que saber que eso empezó en 1969, cuando tenía 24 años, son 50 años de vida política. Nunca hubo un proceso en mi contra. No puedo permitir ahora que un grupo de chicos, mesiánicos, con intereses políticos electorales, con intereses ideológicos, manchen mi nombre.
Brasil de Fato: Sabemos que crear expectativas puede ser una trampa, pero el tema más evidente hoy es el juicio en la Corte Suprema. ¿Cómo se siente? ¿Siente que esta podría ser su última entrevista desde la cárcel?
Luiz Inácio Lula da Silva: Voy a decirle algo. Ni siquiera dejo que mis abogados me hablen de esto. No me gusta trabajar con expectativas, sobre todo porque estoy encarcelado. Porque si Porque si sigues creando expectativas y te frustras, no vas a sobrevivir. Entonces no me dejo llevar por las expectativas. Soy consciente de que los canallas que me pusieron acá saben que soy más inocente que ellos. Soy consciente de que la familia Marinho [propietaria del conglomerado de medios Globo] sabe que todos ellos juntos no son más honestos que yo.
Ahí está mi calma. Ser consciente de que estoy acá porque es lo que ellos quieren. Si estas son las pruebas y tribulaciones que tengo que atravesar, entonces lo haré con tranquilidad.
Por ello no me dejaré llevar por las expectativas. Porque sé lo que me espera. Tendré que viajar por este país, gritar, dar discursos, visitar a los sin tierra, quilombolas, desempleados, recolectores de cangrejos, LGBTs, fábricas, comercios.Tendré que reunirme con muchos empresarios, porque creo que están acobardados. O sea, las personas no saben la importancia de la Petrobras para el desarrollo del país, de los bancos públicos para el desarrollo del país, esto es pura y simplemente cobardía.
Entonces sepan que voy a pelear muchísimo, no saben las ganas que yo tengo de pelear.
Edición: Vivian Fernandes | Traducción: Luiza Mançano