El médico oncólogo Nelson Teich renunció como Ministro de Salud la mañana de este viernes (15), según el propio gobierno. Una rueda de prensa está agendada para esta tarde, pero aún no se ha difundido el horario.
El nombre más cotizado para asumir el puesto es el del general Eduardo Pazuello, actual secretario ejecutivo de la cartera - el segundo cargo más importante.
Hasta el momento, el presidente Jair Bolsonaro (sin partido) no se pronunció sobre la salida.
Antecedentes
Teich asumió el Ministerio de Salud el 17 de abril, después de a demisión de Luiz Henrique Mandetta, con el discurso de que trabajaría para facilitar el aislamiento social contra el nuevo coronavirus de forma "técnica y científica". El también defendió que el gobierno trabajara junto con la iniciativa privada para vencer el brote de la enfermedad.
En un primer momento, adoptó discurso equilibrado, afirmando que a prioridad era a salud de la población. “El foco que tenemos aquí es en las personas. Por más que se hable de salud, en economía, no importa de lo que se hable, al final es siempre gente. Y lo que vinimos a hacer aquí, traer una vida mejor para la sociedad y para las personas de Brasil”, dijo el médico.
Mientras estuvo en el cargo, el oncólogo hizo poco, concretamente. Todo el tiempo, se mostró acorralado por las posiciones expresadas públicamente por el presidente y no consiguió efectivizar ninguna gran medida para la contención de la enfermedad.
Su primer acto como ministro fue nombrar al general Eduardo Pazuello para ser su brazo derecho en el ministerio. La justificación fue la experiencia del militar al mando de operaciones logísticas. A partir de eso, hubo una militarización de cargos menores de la cartera los días siguientes.
Durante las ruedas de prensa diarias, el oncólogo pregonó el aumento de exámenes y la valorización de estudios científicos para que las personas pudieran volver a sus actividades normalmente – pero, con serios problemas para comprar equipos y pruebas, no consiguió implementar mejoras para diagnosticar a la población.
Teich también intentó encajar una “matriz” para reducción de las restricciones sociales en lugares con menos grado de contagio, una acción claramente dirigida a agradar a Bolsonaro. Sin apoyo de alcaldes y gobernadores, otra vez falló al intentar poner en práctica sus ideas.
A la par que el número de muertes diarias no paraba de subir, el ministro se mostró sorprendido, el 28 de abril, con el aumento de la “curva” de contagio por el coronavirus.
Cuando, el 11 de mayo, Bolsonaro anunció a la prensa que consideraría, por decreto, salones de belleza, barberías y gimnasios como actividades esenciales, Teich reaccionó de forma confusa y sorprendida. En ese momento, dijo con vergüenza que no sabía de las medidas y que la decisión sobre tales cabía al presidente y al Ministerio de Economía.
Pero, así como su antecesor, Teich divergió de Bolsonaro sobre el uso del medicamento cloroquinina para el tratamiento contra el nuevo coronavirus. Según personas vinculadas al Palacio Presidencial de Planalto, eso fue lo que causó su destitución.
Brasil se ha convertido rápidamente en uno de los epicentros de covid-19. Sus cifras se ubican en 206.507 casos confirmados y 14.131 muertes. La postura anti medidas de aislamiento social fuertes del Presidente Jair Bolsonaro y su insistencia en restar importancia a la gravedad de la pandemia ha socavado los esfuerzos por combatir el virus y apoyar a las poblaciones vulnerables en medio de medidas de aislamiento dictadas por los gobiernos locales.
Edición: Leandro Melito