La prensa mundial, preocupada por divulgar en tiempo real los números de muertos e infectados con el nuevo coronavirus, comienza a volver la mirada a un pequeño estado en el extremo sur de la India. Con 40 millones de habitantes, Kerala registra apenas cuatro muertes a consecuencia de la covid-19 y es el primer territorio del país en anunciar el retorno a las actividades económicas.
En las últimas semanas, grandes periódicos de Europa y de los Estados Unidos se dedicaron a entender ese fenómeno y descubrieron que los méritos del gobierno local son anteriores a la pandemia.
Kerala posee el mejor índice de recuperación de pacientes de covid-19 y a menor tasa de ocupación de hospitales de toda la India – que decretó cuarentena total hace dos meses.
Los resultados son aún más impresionantes si se comparan con países cuyos gobiernos subestimaron la pandemia. La tasa de muertes por coronavirus en el estado indio es 0,01 por cada 100 mil habitantes. En Brasil, el número es mil veces mayor. O sea, si la tasa de muertes en Kerala fuera equivalente a la brasileña, la covid-19 habría causado 4 mil víctimas fatales en el estado, y no cuatro.
Mire en la lista a continuación lo que se puede aprender con esta experiencia:
1. Agilidad
Kerala fue el primer estado de la India en diagnosticar un caso de covid-19 – el 30 de enero, venido de China. El 3 de febrero, cuando el número de infectados subió a cuatro, el gobierno liderado por el Partido Comunista de la India - Marxista (CPI-M) divulgó medidas urgentes de contención.
La primera decisión fue facilitar el retorno de todos los turistas a sus países de origen. En paralelo, el gobierno equipó los cuatro aeropuertos internacionales del estado con termómetros electrónicos, encomendó miles de kits de pruebas y pasó a rastrear los casos sospechosos.
A partir de entonces, cualquier ciudadano que desembarcara en Kerala era obligado a hacer cuarentena. Quien tuvo contacto con posibles infectados, también. Como todavía hay dudas sobre el tiempo de incubación del virus, el período de cuarentena fue de 21 dias, una semana a más que en el resto de la India.
En marzo, el gobierno de Kerala identificó las áreas con menor tasa de médicos por habitante y envió profesionales de salud de la capital a pueblos aislados, de forma preventiva. El mismo mes, amplió los criterios para acceso al sistema público de distribución de alimentos.
2. Disposición para aprender
Reaccionar inmediatamente a la covid-19 sólo fue posible porque los gestores sacaron lecciones de experiencias anteriores.
Miembros del Consejo de Planificación de Kerala dijeron al reportaje de Brasil de Fato que observaron los errores y aciertos de China, primer país en identificar el nuevo coronavirus. El consejo se creó en 1967 y reúne a investigadores y científicos de diferentes áreas para auxiliar al gobierno estadual en la toma de decisiones.
La convivencia con situaciones de calamidad pública en los últimos años, según los consejeros, volvió la población más disciplinada y consciente de la importancia de seguir las recomendaciones sanitarias de las instituciones públicas. Casi todos los años, entre mayo y julio, Kerala registra inundaciones. En 2018, un brote del virus Nipah mató a 17 personas en el estado, que fue obligado a decretar cuarentenas en algunos distritos. Al final de cada experiencia, el gobierno acumula conocimientos y actualiza protocolos de emergencia, adaptados conforme la especificidad de cada situación.
La disciplina de la población también es resultado de inversiones en educación a largo plazo. Desde los años 1990, Kerala posee el menor índice de analfabetismo y la mayor tasa de escolarización de la India.
3. Comunicación
El número de nuevos pacientes con covid-19 en Kerala está en pleno crecimiento. Hoy, son más de 800 casos, de los cuales 330 están activos. Pero, no hay pánico en el noticiero local y la población reacciona con tranquilidad al anuncio del número de casos. Lo que explica esta postura, además de la cantidad suficiente de camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en el estado, es la capacidad de comunicación del gobierno.
El ministro jefe –cargo equivalente a gobernador– Pinarayi Vijayan hace por lo menos cinco comunicados oficiales por semana. En los más recientes, dejó claro que el número de infectados crecería en la medida que las actividades económicas fueran retomadas.
La divulgación de información de manera transparente y centralizada garantiza que la población comprenda que la situación está bajo control: los números están dentro del margen estimado por el gobierno a la fecha y el número de muertes no creció, gracias a la obligatoriedad del uso de máscaras y a que se mantiene la cuarentena para los grupos de riesgo.
“Las personas necesitan tener información verdadera sobre los desafíos que están surgiendo y las medidas que se toman para enfrentarlos. Especialmente cuando hay mucha incerteza, necesitamos ayudar a combatir las notícias falsas. Ellas dificultan que las personas mantengan la cordura en la lucha contra la pandemia”, diijo Pinarayi Vijayan en entrevista con el canal indio NewsClick.
4. Alimento es salud
El hambre ha sido uno de los mayores desafíos durante la cuarentena en la India. La población pobre del país sobrepasa los 800 millones, pero solo 230 millones tienen la tarjeta exigida por el gobierno central para acceder al sistema público de distribución de alimentos.
En Kerala, el gobierno local bajó esa exigencia hace tres meses y asegura la distribución de granos a todos los ciudadanos, incluso sin comprobación de ingresos o registro. El estado también fue el único de la India en mantener la entrega de merienda después del cierre de las escuelas.
El argumento que sustenta esa decisión es simple: con condiciones adecuadas de nutrición, el sistema inmunológico se fortalece y las posibilidades de enfermar disminuyen.
Para K. N. Harilal, especialista en políticas de descentralización y miembro del Consejo de Planificación de Kerala, el estado muestra que es posible aliviar el impacto económico de la pandemia incluso con recursos limitados.
“Usted puede no conseguir distribuir grandes cuantías de dinero, pero debe asegurar los servicios básicos y la alimentación. Eso es lo que Kerala está haciendo, y es el mínimo que otros estados deberían hacer”, afirma.
En la visión del consejero, existe un falso dilema entre salud y economía, propagado por diferentes gobiernos dentro y fuera de la India. Harilal entiende que los dos aspectos son complementarios: políticas de garantía de empleo y renta mínima facilitan la adopción de medidas sanitarias, así como la rigidez de las medidas de aislamiento garantiza una recuperación segura de la industria, del comercio y de los servicios.
5. Pruebas en masa
Kerala alcanzó la marca de 15 mil pruebas del nuevo coronavirus el 13 de abril, casi un mes antes que estados más populosos, como Andhra Pradesh. Las pruebas masivas es una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El gobierno local siguió el ejemplo exitoso de Corea del Sur e instaló quioscos para hacer pruebas en varios puntos del estado, facilitando la identificación de casos sospechosos.
El precio pagado por las pruebas, según el consejo, vale la pena. Al identificar precozmente a los pacientes infectados, el Estado garantiza tratamiento en la fase inicial de la enfermedad, reduciendo la mortalidad y desocupando más rápidamente las camas de hospital.
6. Estado no es sólo represión
El éxito de Kerala no comenzó el 30 de enero de 2020. Los consejeros consultados por este reportaje resaltan que los resultados positivos sólo fueron posibles porque el estado inició su lucha contra la pandemia en condiciones más favorables que el resto de la India.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Kerala, por ejemplo, es el mayor del país: 0,790, considerado elevado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La media india es 0,467 y la brasileña, 0,699. Cuanto más próximo de 1, mejores los índices de renta, educación y expectativa de vida.
Kerala fue el primer territorio en elegir un gobierno comunista en toda la historia, en 1947. Según R. Ramakumar, doctor en Economía y miembro del consejo, los niveles de inversión pública en educación, salud y seguridad nutricional aumentaron considerablemente en aquella época.
“Los cambios fueron tan profundos que, incluso cuando gobiernos no comunistas asumieron el estado – en los años 1980, por ejemplo –, tuvieron que mantener las políticas públicas de carácter progresista, porque esa demanda ya estaba enraizada en la sociedad”, explicó, en entrevista con Brasil de Fato.
Durante la pandemia, rodaron por el mundo imágenes de policías indios agrediendo o avergonzando a ciudadanos que violaban la cuarentena o andaban sin máscaras. En Kerala, se orientó a los agentes de seguridad a evitar la violencia. La idea era tratar de entender por que se violaban las normas.
El principal motivo era el precio o la falta de equipamientos disponibles en las farmacias. Como resultado de ese diálogo, algunas delegaciones fueron transformadas en talleres de costura, y decenas de los propios agentes de seguridad pasaron a coser máscaras para su distribución gratuita a la población.
Con la flexibilización de la cuarentena, 30 mil profesionales de salud pasaron a acompañar a los ciudadanos que continúan aislados. Su función es absolver dudas, garantizar que todos tengan acceso a alimento y condiciones de higiene, y encauzar la hospitalización lo más rápido posible cuando haya necesidad.
En total, Kerala registró 810 casos del nuevo coronavirus. La India registra 142 mil infectados y prevé el fin de la cuarentena el 1º de junio.
Edición: Camila Maciel