El grilagem es una práctica antigua, que consiste en la utilización de documentos falsos para forjar la titularidad y reivindicar la tenencia de tierras de manera ilícita. Actualmente, los grileiros mejoraron sus técnicas y han utilizado, inclusive, informes de infracciones por crímenes ambientales como forma de pleitear los territorios en la Justicia. Es lo que afirma la Fiscal del Ministerio Público Federal (MPF) del estado de Amazonas, Ana Carolina Bragança.
De acuerdo con el artículo 50 de la ley 6.766/79, desmembrar o hacer propuestas sobre tierras públicas, sin autorización del organismo competente es delito. La pena puede llegar a cuatro años de prisión, además de multa, que puede aumentar en caso de que haya intención de venta de los lotes.
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A pesar de que el grilagem esta considerado en la ley penal citada, en la práctica, los desafíos para frenar el acto son inmensos. Conscientes de la ausencia de políticas públicas y de oportunidades de vida digna para las personas que viven en los territorios blanco del grilagem, los grileiros cuentan con la impunidad para continuar devastando la selva amazónica.
La Fiscal de la República, Ana Carolina Bragança narra el caso de un grileiro que, después de ocupar una tierra pública, buscó a la Policía Federal (PF) para que retirara un grupo de personas que había ocupado la tierra, que antes fue ocupada ilegalmente por el.
"La situación es tan descarada, que hubo un caso en que una de las personas había grilado un área de más de 5 mil hectáreas, de propiedad del gobierno federal, en una zona de amortiguamiento de una Unidad de Conservación. El área que la persona griló fue ocupada por otras. El grileiro fue a la Polícia Federal a dar una declaración pidiendo la intervención de la PF sobre el área. En la declaración, el dijo: 'El área es del gobierno federal, tiene más de 5 mil metros cuadrados. Yo entré ahí hace más o menos unos cinco o seis años, estoy trabajando, ahora vinieron esas personas e invadieron mi área'", cuenta.
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Para la fiscal, el movimiento del grileiro es muy representativo en el sentido de que demuestra, claramente, como se siente seguro al buscar un organismo que podría castigarlo.
"El sujeto fue hasta un organismo que podría adoptar medidas contra el. Después se adoptaron las medidas criminales. Pero mire: el confesó su propio delito y pidió intervención para reprimir un delito de terceros, que también estaban ocupando y deforestando un área que el ya entendía como suya".
La fiscal de la República aclara que el auto de infracción labrado a nombre de la persona de forma alguna vale como título de propiedad, pero, en la interpretación, eso genera confusión. De esta manera, uno de los grandes desafíos para frenar las medidas ilegales es implantar medidas de combate a ese delito, hasta porque el grilagem diverge de otros tipos de crimen organizado, una vez que hay diversos grileiros operando varios territorios por toda la selva amazónica.
"Es un gran desafío para el Estado, en el sentido de organizar los mecanismos necesarios para evitar la utilización de todos los sistemas de CAR (Catastro Ambiental Rural), del SIGEF (Sistema de Gestión Agrario) y de otros sistemas y de las notificaciones de infracción de esas personas, que pretenden usar esos documentos con estas finalidades ilícitas", dice ella.
La certeza de la impunidad
Rómulo Batista, de la Campaña de Amazonía de Greenpeace señala que históricamente los grileiros que deforestan la selva cuentan con la impunidad para expandir sus fronteras. A pesar de ser un problema histórico, el refuerza que eso se intensificó desde la posesión del presidente Jair Bolsonaro (sin partido),
"Desgraciadamente lo que hemos visto y que se acentuó mucho en el último año es la falta de pago de multas aplicadas, por ejemplo, al IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los Recursos Naturales). Históricamente, se paga menos del 5% de las multas y muchas veces caducan y la persona que comete el delito acaba no pagando por el, sea reponiendo el área que deforestó de manera ilegal, sea de forma financiera y muchas veces hasta incluso en áreas embargadas, donde sería prohibido cualquier tipo actividad económica, vuelve a suceder", dice el.
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La figura del grileiro se asemeja mucho a la de los coroneles del sertão [región geográfica semiárida] nordestino y esa semejanza es narrada por muchos investigadores que estudian la Amazonía. Elías Sacramento es doctor en Historia Social de la Amazonía por la Universidad Federal de Pará (UFPA) y explica que el grileiro es una especie de "nuevo coronel" del sertão.
"El coronelismo, para nosotros en la Amazonía, se disfrazó mucho. No llegó con esa cara de coronel. Sino que aterrizó en el grileiro, en el latifundista. Estos sujetos se modernizaron, dejaron atrás el estilo del coronel arcaico y pasaron a vestir ese ropaje del grilagem. Aquel que vino de fuera para desarrollar", analiza.
Elías, desgraciadamente, carga los impactos del grilagem no sólo en su conocimiento académico, sino también en su historia de vida. Su padre, Virgilio Sacramento era presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales de Moju cuando fue asesinado en 1988, a mando de grileiros y empresas rurales instaladas en el municipio, en la época de projetos gubernamentales incentivados por la SUDAM (Superintendencia Desarrollo Amazonía).
El profesor explica que muchos municipios nacieron y sufren, hasta hoy, la influencia de la actuación de grileiros, y eso es muy significativo cuando se piensa en políticas públicas para combatir el grilagem en la Amazonía. El cita la propia ciudad de Moju, en el enfrentamiento con la explotación del dendé [palma africana], y el surgimiento de municipios como Garrafão do Norte, Nova Esperança do Piriá, Conceição do Araguaia y hasta Viseu, que hoy tiene terrenos que antes pertenecían al gobierno federal.
El dice además que los grileiros son, en su mayoría, del sur y sudeste de Brasil, y latifundistas del estado de São Paulo.
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"Poco a poco ellos fueron predominando, fueron tomando el control de todas esas regiones allí y crearon de forma equivocada muchas haciendas y muchas de esas haciendas se convirtieron en escenario de conflictos, porque en esas áreas existían una serie de familias", comenta.
A pesar de las semejanzas, el dice que la mayor diferencia entre los coroneles y los grileiros es que, en el siglo XXI, el documento pasó a tener más importancia, aunque la violencia persista como telón de fondo, porque se intenta ocupar la tierra y expulsar comunidades con base en documentos falsos.
"Entonces, la estrategia de los grileiros, latifundistas, no era usar de inmediato las armas para expulsar, sino la documentación, un papel para llegar a una serie de familias o un montón de familias y comunidades y argumentar que aquellas tierras no les pertenecen más, porque ellos tenían documentos que probaban que el lugar les pertenecía", afirma.
Con todo, vale destacar que, a pesar de las semejanzas, el grileiro que explota la selva tiene técnicas cada vez más sofisticadas, a pesar de ser comúnmente calificados de “atrasados”, cuando se los compara con los latifundistas del agro negocio. Por fin, Sacramento señala que todos ellos tienen como objetivo el poder, para, de esta forma, controlar personas, leyes y manipular la sociedad de acuerdo con los sus propios intereses.
"Ese coronelismo, quedó atrás, los que se llamaban a sí mismos dueños de la tierra continuaron y continúan aún hasta hoy, porque para mi, la cuestión pasa por una cuestión de tenencia, de propiedad y todo eso viene del poder".
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Si los coroneles nombraban juristas y políticos en la década de 1920, actualmente el grileiro quiere comandar ciudades e influenciar en la política, de acuerdo con el profesor. Los actuales sicarios, según el, ocuparon el lugar de los antiguos cangaceiros*, haciendo uso de la violencia para coaccionar a quien contraría los intereses del coronel.
También en la Amazonía
A pesar de no ser un crimen piramidal, donde hay un gran comandante, la práctica del grilagem se repite en toda la Amazonía. De la misma forma que hay municipios que surgieron en Pará debido a la influencia del grilagem, lo mismo ocurrió en la parte de la Amazonía explotada hace más tiempo.
El coordinador regional del Consejo Indigenista Misionero de Maranhão (CIMI), Gil Rodrigues da Silva explica que hay muchas ciudades cuya economía giraba al entorno de la explotación ilegal de la madera.
"Antes teníamos municipios cuya economía estaba totalmente basada en la tala ilegal de madera: Arame, Amarante, Buritipupu, Bom Jesus das Selvas, Fernando Falcão, São João do Caru, Bom Jardim, Maranhãozinho, Centro do Guilherme, Centro Novo. Son municipios en los que la economía giraba en torno de la madera, porque todo el mundo trabajaba en los aserraderos, comandados por los administradores de esos municipios, los empresarios que, consecuentemente, posibilitan la creación de empleo en esos municipios", cuenta.
Con todas las semejanzas y diferencias entre coroneles y grileiros, cangaceiros y sicarios, sólo queda una certeza: la de que la selva no vuelve y la de que la explotación se hace a costa de mucha sangre de los pueblos y comunidades tradicionales y de aquellos que consiguen reconocer que la mayor riqueza es tener la selva en pie.
*criminal fuertemente armado parte de una pandilla en las tierras del noreste de Brasil, especialmente durante las tres primeras décadas del siglo XX.
Edição: Luiza Mançano