Los primeros 18 meses de gobierno del presidente Jair Bolsonaro (sin partido) sirvieron para enfriar los bastidores de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB por su sigla en portugués), que, en mayo de 2019, tuvo un ápice de tensión, con la disputa entre conservadores y progresistas por la presidencia de la entidad, que terminó con la elección de Walmor Oliveira de Azevedo, de Minas Gerais, más alineado con sectores de izquierda de la iglesia.
Pasados 14 meses de la elección en la CNBB, el ala progresista ganó fuerza ante las malas noticias producidas por el gobierno y algunos obispos articulan internamente un frente para que la entidad tenga “influencia” en el debate contra el gobierno de Bolsonaro. Dos obispos consultados por el reportaje de Brasil de Fato confirmaron la existencia de la alianza y dijeron que el avance de ese acuerdo no encuentra resistencia entre los religiosos.
Eso porque el ala conservadora, liderada por Orani João Tempesta, Arzobispo de Rio de Janeiro – que tiene vinculación con el presidente y llegó a hacer campaña por él en las elecciones de 2018 –, está “tímido” con “los despropósitos de las medidas de Bolsonaro, que atacan a los pueblos más pobres, indígenas y quilombolas [habitantes de comunidades rurales afrodescendientes]”.
De acuerdo con los obispos, ese movimiento no se restringe a la CNBB, sino que ha encontrado eco en parroquias e iglesias de todo el país, donde padres reclaman de persecución política, debido a las críticas hechas al gobierno de Bolsonaro en las misas o en conversaciones con fieles.
Hay un debate en curso entre los obispos sobre la baja interferencia de la CNBB en el debate político. Eso sería, de acuerdo con los líderes religiosos, resultado de la insistencia de la entidad en divulgar “apenas notas” sobre los temas nacionales. La idea sería, por lo tanto, que los religiosos sean más propositivos y activos.
"La voz de la CNBB, a pesar de ser una voz importante, perdió fuerza a lo largo del tiempo, no ha sido tan reconocida mediáticamente. La CNBB no está influyente”, lamentó uno de los obispos consultados por Brasil de Fato.
Persecución
El 9 de julio pasado, un grupo de 300 religiosos vinculados a la Iglesia Católica, entre ellos algunos obispos, dieron una rápida respuesta a los críticos del padre Edson Adélio, del municipio de Artur Nogueira, en el interior de São Paulo, que fue perseguido después de criticar al presidente en una misa.
Continúe siendo esa voz que denuncia todo lo que disminuye o mata la vida de nuestro pueblo.
“!Nos alegramos con su voz profética que se levanta para denunciar todo este proyecto de muerte que viene siendo implantado! Sepa que usted no está solo. Cuente siempre con nosotros y con nuestra solidaridad. Y agradecemos al buen Dios que no deja morir la profecía. Continua a suscitar hombres de valor y de compromiso. Continúe siendo esa voz que denuncia todo lo que disminuye o mata la vida de nuestro pueblo”, afirman los religiosos, a través de la organización “Padres da Caminhada.”
Durante la misa del 7 de junio, Adélio dijo a los fieles que ese “gobierno no sirve”, que “Bolsonaro no vale nada y quien votó por el debería confesarse y pedir perdón por el pecado que cometió, eligió un bandido”. El video con el mensaje del religioso fue publicado en internet y el pasó a ser perseguido. Brasil de Fato conversó con el padre, que pidió no ser entrevistado, pues aún enfrenta un clima hostil.
Fuera, Bolsonaro
El domingo último (12), durante el debate interreligioso “Fuera Bolsonaro y el desgobierno federal”, Vicente Ferreira, obispo auxiliar de Belo Horizonte (MG), que integra la Comisión Especial para la Ecología Integral y Minería de la CNBB, atacó al presidente.
No puedo pactar con la muerte
“Estamos en una confrontación directa del reino de Dios con el reino de la muerte. De hecho, todo aquello que contribuye al reino de Dios, es nuestro lugar y dirección en el mundo. Ahora, no puedo pactar con lo que es muerte”, afirmó Ferreira, que finalizó su participación en el evento diciendo que “no hay esperanza en este gobierno, desgraciadamente.”
Otro obispo, el emérito Mauro Morelli, también criticó a Bolsonaro durante el evento. “Un gobierno que gobierna a favor de un grupo pequeño y poderoso de la economía. Ese gobierno que está irrespetando a los pueblos indígenas, que está perjudicando a los quilombolas, perjudicando la agricultura familiar y la salud del pueblo. Es muy poco cambiar el personaje”, finalizó el religioso.
Edición: Rodrigo Chagas