El gobierno de Mato Grosso informó que cinco peritajes realizados en el Pantanal señalan que los incendios en la región fueron causados por acción humana y no se trata de incendios naturales. Datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) señalan que los incendios aumentaron un 220% este año. Son más de 7 mil casos registrados, un resultado récord para el área.
Ahora la Comisaría del Medio Ambiente (DEMA por su sigla en portugués) busca a los responsables por los incendios. Se espera concluir la averiguación en los próximos 30 días, pero podría tardar más. Según la comisaria Alessandra Saturnino de Souza Cozzolino, todavía no se puede afirmar que los incendios fueron intencionales.
“Puede haber otro crimen vinculado, como una posible tala que antecedió al incendio, eventualmente provocado por acción humana. Puede haber sido intencional o causado por una situación involuntaria”, afirma Cozzolino. Ella destaca que el trabajo de la comisaría tiene la capacidad de actuar ante la emergencia ambiental para identificar las causas y el origen del incendio.
La geógrafa Ane Alencar, directora de Ciencias del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM) afirma que los incendios en el Pantanal y en otros sitios de Brasil son muy preocupantes. “Hemos visto un aumento alarmante en el número de focos de incendio”.
Ella explica que los incendios dependen de tres elementos: material combustible, condiciones climáticas y fuente de ignición que comience el fuego. En el Pantanal, ella considera que dos elementos están contribuyendo al empeoramiento del escenario. Uno de ellos es el clima seco, probablemente vinculado al calentamiento de las aguas del Atlántico.
Un fuego iniciado en un campo del Pantanal, si usted no acaba con el en una hora, se va a propagar de forma muy voraz.
"Ese fenómeno acaba impactando la cantidad de agua que pasa por la Amazonía. Cuanta menos agua entra en el sistema venido del Atlántico, menos agua recibe la región del sudoeste de la Amazonía, yendo también hacia el Pantanal. Sucedió en 2005 y, cuando usted mira los datos de 2005, fue el año que más se quemó. Este año estamos batiendo ese récord."
La investigadora, sin embargo, afirma que el efecto climático no explica por sí solo el desastre actual. "Es importante que entendamos que, si bien el Pantanal es un bioma en el que el fuego forma parte de él, el fuego no se da naturalmente en esta época del año. El aumento de las fuentes de ignición, fuegos que seres humanos inician, es una cosa muy visible en el Pantanal y en otras regiones de Brasil."
Fundamentalmente, las personas tienen que parar de quemar.
Según ella, las características del bioma exigen el combate inmediato de los incendios. "Si no hay fuente de ignición, no hay fuego. Es justamente en este punto que es importante indicar el papel de las autoridades en cohibir el uso del fuego en la región, especialmente en un año muy seco (...) Un fuego que comienza en un campo del Pantanal, si usted no acaba con el en una hora, se va a propagar de forma muy voraz."
Las consecuencias de incendios extensos y frecuentes en la región pueden ser irreversibles. "El intervalo natural de fuego no es cada año y si comenzamos a tener incendios en el nivel que tuvimos el año pasado, que se está ampliando este año, el Pantanal se va a demorar más en recuperarse y eso va dejando al bioma más inflamable. Fundamentalmente, las personas tienen que parar de quemar."
La pena para quien sea condenado por el delito varía de dos a cuatro años. Hay también posibilidad de multas que varían de 1.000 a 7.500 reales por hectárea (US$ 190 – US$ 1.420), con techo de R$ 50 millones (US$ 9,5 millones). Pueden ser responsabilizadas tanto personas físicas como jurídicas.
Según los peritajes ya realizados en el Pantanal, se identificaron focos a partir de quema intencional para creación de pastos, incendios causados por accidentes en la carretera, problemas técnicos en máquinas agrícolas y fogatas empleadas para la extracción de miel silvestre.
Edición: Rodrigo Chagas