Faltan dos días para las elecciones legislativas de Venezuela. El próximo domingo (6), cerca de 20,7 millones de venezolanos están convocados a elegir 277 deputados que van a conformar la nueva Asamblea Nacional. Aproximadamente 14 mil candidatos están inscritos; 52% serán escogidos por un esquema de listas enviadas por los partidos, y 48% por voto nominal.
Estabilidad económica es la palabra en la boca del pueblo venezolano a la hora de evaluar lo que esperan conquistar con este proceso electoral. Problemas en la oferta de servicios básicos como agua, gas, electricidad e internet, además del desabastecimiento de gasolina son las principales demandas que el electorado pretende que sean atendidas por los nuevos diputados.
"Queremos soluciones a esta situación y por eso estoy decidido a votar. También para poder decir que voté, no se si todo se va a acomodar o no, pero por lo menos voté", afirma Carlos Quintana, que trabaja como mesero en el centro de Caracas.
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La última legislatura fue de mayoría opositora. Representantes de los cuatro partidos más grandes de oposición presidieron el parlamento y utilizaron ese espacio para promover más sanciones económicas contra el país, con el fin de desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro.
La servidora pública Aura Requena considera que la polarización de la política nacional fue uno de los factores que contribuyó a la crisis actual: "Espero que haya unión en esta próxima Asamblea y que se estabilice la economía, porque ese es el mayor problema actual", defiende.
En los últimos cinco años, debido al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea, el poder adquisitivo de la clase trabajadora venezolana disminuyó 99%. La moneda nacional, el bolívar soberano, perdió 866.567% de su valor entre agosto de 2018 y septiembre de 2020. Como respuesta, los comerciantes aumentaron el precio de los productos en 1.708.388%.
De esa forma, el salario mínimo, que actualmente es de 400 mil BsS, equivale a 0,40 centavos de dólar.
Venezuela vive una dolarización forzada: a pesar de que la medida no ha sido establecida por el Ejecutivo, el dólar es la moneda que más circula en el país. / Michele de Mello / Brasil de Fato
La ama de casa Ana Luiza González siente en el bolsillo la diferencia para poder adquirir los productos de la canasta básica de alimentos. "Vea el cambio del dólar: 1 millón de bolívares. Antes comer una arepa era algo barato, ahora un paquete de medio quilo de harina de maíz pre-cocida cuesta 1,2 millones de bolívares", relata.
:: Como la escalada de precios afecta la cotidianidad de los venezolanos ::
Hay quien cree que las elecciones no van a cambiar el escenario actual, como es el caso del comerciante Diego Pérez. "No tengo ganas de votar, no vale la pena. Incluso siendo comerciante, teniendo un negocio, la situación no está más fácil para mí. Entonces ¿para que voy a salir a votar?", declara.
Juan Guaidó y un sector de extrema derecha defiende la abstención, denunciando que el proceso sería fraudulento, a pesar de no presentar pruebas. En su propio partido hubo una división y parte de la organización inscribió candidatos al Legislativo.
A pesar de la campaña contraria, la mayoría considera que la vía electoral, además de ser un derecho constitucional, es la única forma de alterar el panorama político, social y económico.
"Participar en las elecciones es un derecho de todos los venezolanos. Si dejamos de votar, estamos prácticamente despachando un derecho que está consagrado en la Constitución nacional", destaca la comerciante Ingrid Dugarte.
"Y no dependemos de ningún gobierno, ni estamos tutoriados a nivel internacional. Podemos realizar elecciones cada vez que nos plazca, cuando y donde nos plazca. No tenemos que pedir permiso a ningún país en el mundo, porque no somos un país tutelado", resalta el comunicador popular Vladimir Núñez.
Para Ingrid y Vladimir la participación ciudadana podrá mostrar que en Venezuela se respeta la democracia y, con eso, deshacer la opinión difundida por grandes medios de comunicación de que el país vive en un régimen dictatorial.
El transporte urbano cobra pasajes en bolívares soberanos, una de las únicas actividades que mantienen la circulación de la moneda nacional en especie. / Michele de Mello / Brasil de Fato
Este es el 25º proceso electoral en 21 años de gobiernos de izquierda. Por primera vez el chavismo participará dividido en dos listas: Gran Polo Patriótico y Alianza Popular Revolucionaria.
Los eventos electorales estaban permitidos hasta el jueves (3) y las cuatro alianzas que participan finalizaron sus campañas con grandes actos en las calles.
En el cierre de la campaña de la lista gobiernista, el presidente Nicolás Maduro declaró que dejaría la presidencia si la oposición volviera a tener la mayoría en el parlamento.
Algunos venezolanos creen que esta es una estrategia política del presidente para incentivar la participación electoral, pero dudan de que realmente dejaría el cargo.
:: Artículo | 6 de diciembre: Paz, justicia, y el derecho que Venezuela tiene de decidir ::
Los electores chavistas, mientras tanto, aseguran que van a garantizar una nueva victoria "en nombre de Chávez".
"El domingo vamos a conquistar una victoria contundente para el presidente Nicolás Maduro, porque nosotros que vivimos en los sectores populares sabemos que allá están los votos. Tenemos una fuerza política muy grande", afirma el jubilado Pedro Lira.
"Chávez y Maduro volverán a la Asamblea para legislar para nuestro pueblo, porque ellos [oposición] estuvieron ahí cinco años y aprobaron solo una ley que fue prohibir los teléfonos celulares dentro de las cárceles. Cuando estuvimos ahí, en cinco años se crearon más de 900 leyes, por eso que te aseguro que el 5 de enero tomamos esa Asamblea Nacional", concluye Vladimir Núñez.
Como el sistema electoral venezolano es automatizado, los resultados oficiales deben ser divulgados la misma noche del domingo. Si el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) gana la mayoría de los escaños, se convertirá en la mayor fuerza política del país, controlando el Ejecutivo, el Legislativo, 19 de los 23 gobiernos estaduales y 90% de las alcaldías.
Edición: Raquel Setz
