El guerrero Aruká Juma falleció ese miércoles (17) en el Hospital de Campaña de Porto Velho, capital del amazónico estado de Rondonia, en el norte de Brasil, por complicaciones de la covid-19. Era el último hombre de la etnia Juma.
Aruká Juma, quien tenía 86 años de edad, estaba internado desde el pasado 2 de febrero debido a que se contagió del coronavirus SARS-CoV-2, indicó la Asociación de Defensa Etnoambiental Kanindé.
En el siglo XVIII la población juma era de 15 mil personas. Las masacres y el extractivismo basado en la goma, castaña, madera y minería ilegal los obligaron a repetidos desplazamientos territoriales.
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Fueron reducidos a 100 personas en 1940 y restaron cinco en el año 2002. Aruká deja tres hijas y una nieta, las últimas sobrevivientes del grupo indígena. “No habrá descendientes Juma (...) Hoy se consuma un genocidio de décadas”, relató el corresponsal de teleSUR, en Brasil, Nacho Lemus, en su cuenta de la red social de Twitter.
La coordinadora de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), Sonia Guajajara, catalogó por su parte como “desgarradora” la muerte del último hombre del pueblo Juma, el guerrero Amoim Aruká, debido a las complicaciones del Covid-19.
“Un genocidio probado, pero nunca castigado, que llevó a su pueblo casi al completo exterminio. Con un pueblo, su ciencia y su memoria mueren. Pierde la humanidad y pierde nuestro futuro. El Estado debe ser considerado responsable de tal crimen e irresponsabilidad. ¡Lucharemos por la justicia!”, escribió Guajajara en Twitter.
É desoladora a morte do último homem do povo Juma, o guerreiro Amoim Aruká, por complicações de Covid-19. O povo Juma sofreu inúmeros massacres ao longo de sua história. De 15 mil pessoas no início do século XX, foi reduzido a cinco pessoas em 2002. (segue o fio)
— Sonia Guajajara (@GuajajaraSonia) February 17, 2021