En al menos 15 estados brasileños habrá protestas contra el mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro (sin partido) entre este viernes (19) y el domingo (21). Además de presionar por la destitución del presidente, las caravanas de autos y bicicletazos reclaman la continuidad del plan de vacunación contra la covid-19, que causó la muerte de más de 240 mil brasileños. Las acciones son convocadas por el Frente Brasil Popular y el Frente Pueblo Sin Miedo, que reúnen a los principales movimentos populares y partidos de izquierda de Brasil.
Los organizadores piden a los manifestantes que participen en auto o bicicleta para asegurar el distanciamiento necesario para evitar el contagio del nuevo coronavirus.
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Unos 5,6 millones de brasileños, es decir, sólo el 2,7% de la población, han recibido hasta ahora al menos una dosis de la vacuna. Brasil podría vacunar hasta 60 millones de personas al mes, pero los movimientos consideran que no hay voluntad política por parte del gobierno para comprar los inmunizantes.
Bolsonaro y sus partidarios suelen cuestionar la eficacia de las vacunas. En diciembre de 2020, el presidente llegó a sugerir que quienes se inmunizaran podrían "convertirse en cocodrilos". Noticias falsas como esta han trastornado el trabajo de los profesionales sanitarios y retrasado el plan de vacunación.
Tan graves como los problemas sanitarios son las dificultades económicas a las que se enfrentan las y los trabajadores brasileños durante la pandemia. El escenario está marcado por la interrupción de la ayuda de emergencia, el aumento de los precios del gas, combustibles y alimentos, y la ausencia de políticas eficaces de recuperación económica.
Se espera que el gobierno federal presente una Medida Provisional (MP) para reanudar la ayuda de emergencia la próxima semana, pero se prevé que el valor y el alcance del beneficio serán menores que al comienzo de la pandemia.
Edición: Rogério Jordão