Los primeros casos de la cepa india registrados en Brasil se detectaron en miembros de la tripulación del buque MV Shandong da Zhi, al que se le prohibió atracar en la costa de Maranhão, estado en el noreste del país. Según la organización Justiça nos Trilhos*, el buque que venía de Sudáfrica fue fletado por la empresa minera Vale S.A. para transportar mineral de hierro.
La empresa minera se destaca entre los mayores donantes de EPI y pruebas rápidas a Brasil, según el Monitoreo de Donaciones en el marco de la COVID-19. Sin embargo, las donaciones contrastan con la situación de abandono de los trabajadores y municipios impactados por los crímenes socioambientales de Vale, como Brumadinho y Mariana.
Los casos de tripulantes con diagnósticos positivos de COVID´-19 reavivan el debate de las entidades sindicales mineras que denuncian la situación de insalubridad de los trabajadores del sector, sometidos a los riesgos del coronavirus, mientras el país vive un colapso sanitario.
Larissa Santos, de la coordinación política de Justiça nos Trilhos, denuncia que tal hecho deja claro lo que varios movimientos y ONG ya venían advirtiendo sobre los riesgos de seguir con las actividades mineras en medio de la pandemia.
"Las actividades mineras están directamente relacionadas con la incidencia de la enfermedad. El decreto del gobierno federal [el nº 135, que determina la minería como actividad esencial] respalda que los beneficios de Vale y otras empresas mineras valen más que la vida de las personas", afirma Santos.
Las organizaciones denunciaron a Brasil ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en abril de este año y entre las demandas están la necesidad de que se cumplan las medidas de prevención, la garantía de empleo para los trabajadores despedidos por riesgo de contaminación, la realización de pruebas masivas y la anulación de la clasificación de la minería como actividad esencial.
Ante la llegada de la cepa india a Brasil en un barco fletado por la minera Vale, la organización Justiça nos Trilhos refuerza la demanda de que se cumplan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Se pone en riesgo a los trabajadores y trabajadoras, así como a sus familias y a las comunidades y municipios afectados por la cadena productiva de la minería. Los puertos son sólo una parte de esa cadena en la que también intervienen las minas y el ferrocarril. Por eso, ante la llegada de la cepa india en un buque fletado por Vale, reforzamos aún más que se cumplan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y reafirmamos que la minería no es una actividad esencial, ¡esencial es la vida!".
En su cuarta edición, el Informe de Insostenibilidad de Vale 2021, el documento que dio origen a la Articulación Internacional de Afectados por Vale, también alerta sobre la explosión de casos de contagio de COVID-19 en los territorios donde Vale opera, irrespetando las normas sanitarias y dejando expuestos a enfermedades a los empleados y a las poblaciones locales.
El Territorio Indígena Yanomami (TIY) es una de esas zonas afectadas por casos de covid-19 debido a las actividades mineras. En junio de 2020, un informe del Instituto Socioambiental (ISA) advertía de que alrededor del 40% de los yanomamis podrían infectarse si el gobierno no actuara para sacar a los mineros del territorio.
Sin la acción del gobierno y con la continuación de las actividades mineras, el TIY vive actualmente el peor escenario de los últimos 30 años, como explicó en una entrevista la antropóloga Ana Maria Machado, miembro de la red Pro-Yanomami y Yekwean.
Servicio esencial
Pese a diversas denuncias de trabajadores aglomerados en las zonas mineras de Brasil, en medio de la situación más crítica desde el inicio de la pandemia, el gobierno emitió un decreto en marzo de 2020, otorgando al sector minero el estatus de servicio esencial, que no puede ser suspendido durante la pandemia.
Algunos expertos cuestionan el supuesto carácter esencial de la actividad. En una entrevista concedida al Instituto Unisinos acerca de la actuación de las empresas mineras durante la pandemia, Bruno Milanez, doctor en política ambiental y profesor de la Universidad Federal de Juiz de Fora (UFJF), explica que "la minería produce algunos bienes que son esenciales, pero eso no significa que sea esencial en su esencia".
Milanez explica que aproximadamente el 80% del mineral de hierro, el 70% del manganeso y el 95% del niobio extraído en Brasil se llevaron a otros países. Por lo tanto, no tienen ninguna utilidad para el combate contra la COVID-19 en el país.
Beneficios récord durante la pandemia
Según datos del Instituto Brasileño de Minería, el sector creció un 36% en 2020, lo que supone una facturación de 209.000 millones de reales [aproximadamente US$ 39.000 millones].
En 2021, la tendencia de crecimiento se mantiene. Considerando sólo el 1º trimestre, Vale ya registró US$ 5.741 millones de ganancias netas, lo que representa un aumento de sus resultados de más del 3.000%, teniendo en cuenta que en el mismo período del año anterior, la minera anunció ganancias de US$ 185,6 millones, sumando un beneficio total de US$ 5.026 millones al final del año.
Los movimientos populares advierten que los beneficios de las empresas mineras están garantizados a costa de la vida de los trabajadores y sus familias.
"Vale, al igual que otras empresas del sector, se beneficia de la declaración del gobierno federal de que todos los servicios del sector minero son imprescindibles para aumentar el ritmo de explotación, en contra de las normas sanitarias, lo que hace que el virus circule y provoque la enfermedad y muerte de sus trabajadores y sus familias", denuncia la nota de Justiça nos Trilhos.
Consultada sobre las denuncias presentadas en esta nota, hasta el momento de la publicación no hubo una respuesta de la empresa.
*"Nos trilhos" [en la vía del tren] es una expresión brasileña que significa actuar conforme la ley.
Edición: Mauro Ramos