El expresidente de la escola de samba Vila Isabel, Bernardo Bello Pimentel Barbosa, acusado de ser uno de los socios de la llamada Oficina del Crimen, se reunió con el empresario Eduardo Vinícius Giraldes Silva para tratar de evitar que lo delate Julia Mello Lotufo, viuda del miliciano Adriano da Nóbrega y actual esposa del empresario. En la reunión, Bello le recomendó no nombrar a ningún miembro de la familia del presidente Jair Bolsonaro.
Imagínense si esa chica denuncia a Bolsonaro diciendo 'mira, mi ex (Adriano da Nóbrega) estaba siempre con fulano'. Lo destruiría. Y sí, lo puede destruir. Pero le darían fin a su vida”, advierte Bello, sin precisar qué miembro de la familia del presidente tenía reuniones diarias con el miliciano.
El diálogo ocurrió durante un encuentro que tuvo lugar dentro de un automóvil, frente al edificio donde vive Giraldes, en el barrio de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro. Brasil de Fato tuvo acceso a la grabación, de una hora y 11 minutos, de ese encuentro. La fuente que entregó el audio a la redacción se negó a informar la fecha de la reunión. Sin embargo, es un hecho que la conversación sucedió después del 26 de abril y antes del 17 de agosto de este año. Además de Giraldes y Bello, en el interior del vehículo se encontraba Pablo Barra Teixeira, abogado del empresario.
En otra parte del audio, Bello le explica a Giraldes cómo Julia Lotufo debería organizar su testimonio. "Así que si se dice 'no, esto no lo sé... Ay, esto no puedo', estará jodida, porque la presionará. Dirán 'el tipo se acostaba en la cama y te hacía confidencias'. Debe decir 'mira, mi exmarido estaba loco, un lunático, un capitán de la policía totalmente demente, que solía acostarse en la cama y lo único hacía, cuando hacía, era decir hola y chau'."
El intento de Bello fue en vano. Según la revista Veja y el portal R7, Lotufo presentó, el 7 de julio de este año, una propuesta de denuncia premiada al Ministerio Público de Río de Janeiro. En el documento, ella acusaría al expresidente de Vila Isabel de ser socio de Adriano da Nóbrega en el mando de la Oficina del Crimen, una organización que alberga asesinos a sueldo y está acusada de haber ejecutado a la ex concejala de Río Marielle Franco en marzo de 2018.
En su propuesta de denuncia, según publicaciones de la prensa, Lotufo confirma que ocurrió el encuentro en el auto frente al edificio donde vive la pareja. Imágenes del sistema de seguridad del condominio muestran la reunión y fueron adjuntadas al proceso.
Julia Lotufo está acusada de participar en lavado de dinero y se encuentra bajo arresto domiciliario. La Policía Civil mantiene un patrullero frente al edificio de la viuda de Adriano da Nóbrega 24 horas al día para garantizar su seguridad.
Los Bolsonaro y Adriano da Nóbrega
La familia del presidente se menciona en dos ocasiones más en la conversación. En el segundo fragmento, Bello argumenta con Giraldes que considera “complicada” la situación de Julia Lotufo, ya que su caso se habría politizado, precisamente por la relación de Adriano da Nóbrega con el clan Bolsonaro.
“Obviamente, el infierno astral que está atravesando es político, hombre. Es porque quieren, de todos modos, cazar a esos tipos, a la familia que está en el poder y, lamentablemente, su exmarido (Adriano da Nóbrega) estaba involucrado con ellos”, explica Bello.
La última vez que hablan de la familia Bolsonaro, Bello cita a Flávio Bolsonaro, senador por Río de Janeiro. El expresidente de Vila Isabel comienza hablando de la dificultad de sacar de las noticias el nombre de Julia Lotufo.
“La estrategia es política, hombre. Es 100% política. ¿Alguna vez viste a un difunto mantenerse por tanto tiempo en la prensa? ¿Cuánto tiempo hace que murió Adriano? Hasta el día de hoy, aparece. En el programa Fantástico el otro día. ¿Por qué está tanto en las noticias?”, Pregunta Bello. Giraldes responde: "Porque involucra, que sé yo, el nombre del presidente”.
“Y sí, hombre. Involucra a Queiroz, que Adriano tenía que ver con Adriano. Queiroz hacía la estafa de Flávio Bolsonaro y ¿quién más quiere destruir a Bolsonaro? La prensa, hombre”, declara Bello.
Entre los miembros de la familia, Flávio Bolsonaro fue el más cercano a Adriano da Nóbrega. En testimonio al Ministerio Público de Río de Janeiro, el senador admitió que el miliciano fue su instructor de tiro y que lo conoció a través de un exasesor, Fabrício Queiroz, quien está acusado de ser el operador de un esquema de corrupción en la oficina del parlamentario.
Durante su mandato en la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro (Alerj), cuando era diputado estatal, Flávio Bolsonaro contrató a Danielle Mendonça, exmujer de Nóbrega, y a Raimunda Magalhães, madre del miliciano, asesinado en febrero del 2020, en un tiroteo con la Policía Militar de Bahía.
En 2005, Flávio Bolsonaro, todavía como diputado estatal, otorgó a Adriano da Nóbrega, en Alerj, la Medalla Tiradentes,la máxima distinción del estado. En aquel momento, el expolicía cumplía condena y ya había estado detenido en prisión preventiva por asesinato.
Amenaza de muerte
El encuentro entre Eduardo Giraldes y Bernardo Bello fue organizado por Pablo Teixeira, en respuesta a una solicitud de su cliente. El empresario afirma haber oído que el expresidente de Vila Isabel pretendía asesinarlo.
“Lo que me asustó mucho es que no es mi vida, mi vida es totalmente opuesta, ¿entiendes? No me meto en delitos, en la máquina, en nada, ando por Barra (da Tijuca), todo el mundo me conoce y yo apenas te conocía a ti”, explica Giraldes. “Surgieron un montón de chismes de que me ibas a matar. Te lo juro. Me ibas a matar, me ibas a arrestar, porque soy un hijo de puta. ¿Yo? ¿Qué tengo que ver con todo esto? Nada."
Bello relata que se enteró de que Giraldes visitó a un amigo en común de ambos, el ex policía militar Adriano Maciel de Souza, conocido como Chuca, quien perdió una pierna luego de recibir un disparo en un ataque el 30 de enero de este año.
“Así que te explicaré dónde entras en la historia. Hace como un mes, diez más, diez menos, un amigo en común de los tres aquí (Chuca), busca a un amigo mío y dice 'Vaya, hermano, malas noticias'. Dije “¿Qué pasó?' 'Bueno, el tipo ese (Eduardo Giraldes) que está de novio, o casado con la viuda (Julia Lotufo), estuvo aquí conmigo y dijo que la viuda quiere cagarte y joderte, que te va a arruinar y decir un montón de mierda sobre ti'. Y yo: '¿Qué?' ¿Estoy mintiendo?”, pregunta Bello.
Intimidado, Giraldes es sucinto en su respuesta: "Esa parte no la sé". Bello replica. «¿Estuviste con el tipo que digo, el que perdió la pierna?" “Es mi amigo desde hace 20 años... Pero nunca dije eso”, concluye el empresario.
Molesto, Bello sube el tono con Giraldes. “Me da ganas de llevarte su casa y decir 'hermano, repite lo que dijiste'. Entonces, ¿le dispararon y se volvió loco? ¿Perdió la pierna o la cordura? ¿Perdió la pierna o el cerebro?”, pregunta.
Chuca estaba con su guardia de seguridad cuando le dispararon, dentro de un vehículo blindado. El vehículo habría recibido al menos 25 disparos de calibre 556. Una investigación de 2014 de la División de Homicidios señala al ex policía militar como miembro de una pandilla que trabajaba con máquinas tragamonedas y apuestas en Río de Janeiro.
El difunto y la viuda
Durante la conversación, Giraldes revela cómo se acercó a Lotufo, después de ayudar a esconderla, mientras ella huía de la policía, justo después de la muerte del miliciano, su exmarido. “Adrián (da Nóbrega) muere en febrero. Poco tiempo después, me encuentro con ella en... (inaudible) ... Fratelli (restaurante en Río de Janeiro)”, recuerda. “Ella vivía en la casa de la madre. Yo tenía un apartamento que estaba vacío. Le dije: “Quédate allí'. Sin segundas intenciones. ¿Cómo acercarse a una viuda que llora 24 horas al día?”
El empresario sigue hablando de su relación con Lotufo y explica que ella tiene depresión. Según Giraldes, la viuda de Adriano da Nóbrega toma siete medicamentos. “Queda medio sedada, sería una cobardía”. “Puede tomar medicamentos para lo que sea. Solo no puede tomar medicinas por una cosa, que es por mí, porque nunca quise hacerle daño y nunca querré”, asegura Bello.
En otro fragmento, Giraldes decide explicar cómo lidia con la relación de su esposa con los recuerdos y secretos de Adriano da Nóbrega. “Eso, Bernardo, es un dolor que le pertenece, no puedo meterme con eso. Todo el mundo tiene la curiosidad normal por comprender la historia. Yo no. Cuando empieza este tema, ella habla de él, yo me alejo. No sé quién era seguridad, quién mataba, quién no mataba, quién robaba, quién hacía qué, quién se metía con edificios, no sé. Porque yo no pregunto, y creo que ella no debe saber, porque Adriano era una persona que no hablaba”.
Antes de despedirse, Giraldes explica la rutina de la pareja y los cuidados con Julia Lotufo. “Bernardo, nunca se le descargó la tobillera, hermano, no lo permito. La enchufo, como un celular... No hago nada. Para que no haya nada (de problemas con la Justicia). Dicen que tiene que quedarse tres horas, ella se queda seis”, finaliza.
Convicto
Casado con Julia Lotufo, Giraldes es un conocido hombre de negocios en Río de Janeiro. En la ciudad, ya utilizó su marca de aceite de oliva, Royal, para patrocinar los cuatro grandes clubes de fútbol del estado, Flamengo, Vasco, Botafogo y Fluminense, además del Atlético-MG, de Belo Horizonte.
Giraldes también invierte en el carnaval de Río de Janeiro. El empresario patrocina palcos en el desfile, por donde pasan futbolistas, cantantes, actores, entre otros personajes famosos.
Pero ¿de dónde saldría tanto dinero? Según el Ministerio Público Federal, Giraldes es parte de una banda de clonación de tarjetas de crédito. En 2016, el empresario fue condenado, en primera instancia, a 8 años y 3 meses de prisión por asociación delictiva, hurto por estafa, hurto calificado y falsificación de documentos.
En agosto de 2020 se confirmó la condena, pero la sentencia se redujo a 5 años y 10 meses de prisión. El pasaporte de Giraldes fue incautado por la Policía Federal. Para salir del país, el empresario debe solicitar una autorización a la Corte.
Outro lado
Brasil de Fato no pudo contactar a Eduardo Giraldes y Julia Lotufo, o a sus abogados. La defensa de Bernardo Bello declinó hacer comentarios. Hasta el cierre de este artículo, la presidencia de Brasil no había enviado una nota. Si se manifiestan, se actualizará la información.
Edición: Vivian Virissimo
