Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL), evitó pronunciarse en la rueda de prensa que convocó para anunciar que presentó ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) un informe que cuestiona el resultado de la segunda vuelta de la elección presidencial, con un pedido de invalidación de votos en urnas fabricadas hasta 2020.
La posición del partido es frágil. Pide la anulación de las elecciones presidenciales, alegando fraude en las urnas en la segunda vuelta. Pero quiere mantener el resultado de las elecciones para todos los cargos elegidos en la primera vuelta (gobernadores, senadores, diputados federales y diputados estaduales), en la que le fue bien a la sigla, eligiendo a la bancada más numerosa de la Cámara, con 99 diputados.
La medida busca garantizar el mantenimiento de la tesis difundida entre los bolsonaristas y evitar el reconocimiento de la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva (PT), próximo mandatario de Brasil, sobre Jair Bolsonaro (PL), el primer presidente que no logró ser reelecto en el país.
La respuesta de Alexandre de Moraes, presidente del TSE, fue rápida y atacó el punto más sensible de Costa Neto. Si quiere seguir adelante con su reclamo, el partido de Bolsonaro tendrá que poner en riesgo a toda su bancada electa en la primera vuelta.
"Así, bajo pena de desestimación de la demanda, la autora deberá modificar la petición inicial para que la solicitud abarque ambas vueltas de las elecciones, dentro de las 24 (veinticuatro) horas. Publíquenlo con urgencia", dijo Moraes.
Posición frágil y solitaria
La posición dicotómica hizo que Neto evitara hablar mucho durante la rueda de prensa. Pero, de lo poco que dijo, se podía ver la posición fragilizada del presidente del PL.
"Confieso que me sorprendió [el informe]. Este informe no expresa la opinión del Partido Liberal, sino que es el resultado del estudio de expertos calificados."
El informe fue elaborado por el Instituto Voto Legal, a cargo del ingeniero Carlos Cesar Rocha, quien en 2012 patentó una urna electrónica de voto impreso en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (Inpi). El documento expiró en 2012 y aún no ha sido renovado.
Rocha estuvo en la rueda de prensa de Valdemar Costa Neto, junto al abogado del PL, Marcelo Bessa, quien justificó, con la misma vacilación, la representación presentada ante el TSE. "Estas inconsistencias no permiten acreditar el resultado electoral. Esto no significa que se haya producido un fraude, sino que es una posibilidad de fragilidad."
El informe de 33 páginas establece que 192 mil urnas electrónicas fabricadas antes de 2020 tendrían problemas con los "logs de urnas". Según el partido, si se anularan los votos de estas máquinas, Bolsonaro habría sido elegido presidente.
La frágil posición del PL también es solitaria. La seguridad de las urnas ya fue verificada por el Orden de Abogados de Brasil (OAB), las Fuerzas Armadas y el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
Edición: Nicolau Soares e Flávia Chacon