“El exfutbolista brasileño Pelé ha declarado que podría presentarse a las elecciones presidenciales de 1994. Declaró que se considera socialista y que tiene intención de crear su propio partido si se decide por la vida política.” Cuesta creer que las dos frases anteriores aparecieran, en algún momento de la historia, en la portada de uno de los mayores periódicos impresos de Brasil, Folha de São Paulo. Pero, de hecho, ocurrió.
El 8 de noviembre de 1989, en vísperas de las elecciones presidenciales que llevaron a Fernando Collor, del estado de Alagoas, al Palácio presidencial, los quioscos de periódicos de todo el país exhibían un curioso titular: “Pelé quiere ser presidente y se declara socialista”, decía el titular, colocado en la mitad inferior de la portada de Folha.
Las declaraciones se hicieron el día anterior, 7 de noviembre, durante una rueda de prensa celebrada en la sede del club Sírio Libanês, en la zona sur de São Paulo. En aquella ocasión, Pelé presentó una nueva empresa llamada "O Rei" (El Rey). Sin embargo, ante la inminencia de las elecciones presidenciales de ese año, el tema principal fue un asunto que el exfutbolista suele esquivar a lo largo de su vida: la política.
En aquella época, el entonces presentador y empresario Sílvio Santos aún insistía en lanzarse como candidato, por el Partido Municipalista Brasileño (PMB), para competir con grandes figuras políticas que, de hecho, participaron en aquella elección. Entre ellos, Lula (Partido de los Trabajadores [PT]), Leonel Brizola (Partido Democrático Laborista [PDT]), Ulysses Guimarães (Movimiento Democrático Brasileño [MDB]) y Mário Covas (Partido de la Socialdemocracia Brasileña [PSDB]). Los planes del propietario del SBT, que, días después, fueron vetados por el Tribunal Superior Electoral (TSE), fueron criticados por Pelé.
“Silvio Santos es una excelente persona, pero no tiene base política ni plan de gobierno. Difícilmente haría una buena administración”, afirmó. En otra parte de la conversación con los periodistas, disparó: “Si soy candidato, intentaré hacer un plan por adelantado y participar en los debates por televisión”. Cuando se le preguntó, Pelé se declaró socialista y dijo que, si se metía en política, actuaría dentro de esta línea ideológica.
El hecho llama la atención porque el “Rey” nunca ondeó la bandera socialista. Es cierto que cinco años antes, en 1984, Pelé se había posicionado a favor de la campaña Diretas Já (campaña en favor del voto directo durante la dictadura militar en Brasil), y que en 1969 dedicó el gol número 1000 de su carrera a los "pobrecitos niños". Aún así, el ex jugador nunca fue asociado a la izquierda, incluso porque quedó marcado por su relación con la Dictadura Militar que gobernaba Brasil durante el Mundial de 1970, en México.
No hay registros en la prensa de que, tras declararse socialista y confesar su deseo de ser candidato presidencial en 1989, Pelé fuera criticado, aunque hablar mal de Pelé es uno de los deportes favoritos de los brasileños.
En un extracto de su autobiografía, publicada en 2010, explicó el tenor político del discurso tras el “Gol 1000”. “No creo que mucha gente entendiera lo que intentaba decir [sobre los niños]. Me criticaron un poco y me llamaron demagogo. Pensaron que no había sido sincero. Pero eso no me molestó. Creo que es importante que gente como yo envíe mensajes sobre el tema de la educación. No habrá futuro si no se educa a los jóvenes”, escribió.
Años más tarde, en 1995, se hizo cargo del extraordinario Ministerio de Deportes de Fernando Henrique Cardoso (PSDB). En poco más de tres años al frente del ministerio, Pelé tomó como bandera de su gestión la modernización del fútbol y la garantía de los derechos laborales de los deportistas profesionales. Con su actuación, se ganó la enemistad de la cartola del fútbol brasileño, João Havelange, de la FIFA.
También fue responsable de la Ley Pelé, que abolió el “passe” (un instrumento jurídico que mantenía al jugador vinculado al club incluso después de la finalización de su contrato) y obligó a profesionalizar los departamentos de fútbol de los clubes, que empezaron a pagar el Impuesto sobre la Renta.
En la misma conferencia de prensa en la que se declaró socialista, Pelé no declaró su voto en las elecciones de 1989 que se avecinaban - ni siquiera hizo declaraciones de simpatía hacia Luiz Inácio Lula da Silva o Roberto Freire, el entonces socialista. Sólo negó haberse adherido a la candidatura de Collor y dijo sentirse un intermediario entre la población y los candidatos. Por eso se preocupó de atender a todos los postulantes.
A principios de 2022, busqué al equipo de prensa de Pelé para que comentara aquella entrevista concedida a finales de los años ochenta. Como su salud ya estaba debilitada, no fue posible oírle hablar de esas declaraciones. El “Rey” deja esta historia como un elemento más de su relación con la política. Un elemento que no debe ignorarse.
Edición: Thalita Pires