Se anunció en la tarde del jueves (29) la muerte de Edson Arantes do Nascimento, Pelé, a los 82 años en São Paulo.
Llevaba un mes hospitalizado por un cáncer de colon. El mejor jugador de la historia del fútbol también se ha convertido desde mediados del siglo XX en el brasileño más conocido en todo el mundo, debido exclusivamente a su talento único.
"Lo difícil, lo extraordinario, no es marcar mil goles como Pelé. Es marcar un gol como Pelé". La definición de Carlos Drummond de Andrade poco después de que el atleta del siglo alcanzara el hito histórico del gol mil, en 1969, parece haber inspirado a los deportistas de todas las generaciones del fútbol desde entonces. Muchos lo han intentado, pero sólo jugadores extraordinarios han conseguido marcar un gol como Pelé.
Los vídeos que circulan por Internet muestran bellos goles de nombres históricos del deporte, como los argentinos Diego Maradona y Lionel Messi, el holandés Johan Cruyff, franceses como Michel Platini y Zinedine Zidane y estrellas brasileñas como Ronaldo, Romario o Ronaldinho. Todos ellos tienen algo en común: Pelé ya había marcado goles similares (y con frecuencia más impresionantes) unas décadas antes.
Inicio
Desde muy pequeño, Pelé demostró que había nacido para jugar al fútbol. Nacido en Três Corações, estado de Minas Gerais, en 1940, se trasladó con su familia al estado de São Paulo cuando aún era un niño. Su padre, Dondinho, era jugador. Pelé, entonces conocido como Dico, empezó a jugar de niño en equipos de aficionados en Bauru. Descubierto por el exjugador Waldemar de Brito, a los 13 años fue llevado a un equipo profesional que se estaba fundando en la ciudad.
El mismo Waldemar de Brito fue quien llevó a Pelé de Bauru a Santos, a la edad de 15 años. En la costa paulista, el ojeador fue categórico: “este chico va a ser el mejor futbolista del mundo”. El punto culminante en el Santos llegó pronto, y la primera convocatoria para la selección brasileña, antes incluso de cumplir los 17 años, en 1957.
Llevó al Santos a las mayores glorias posibles, incluyendo dos Copas Libertadores y dos Mundiales, entre 1962 y 63. Fue máximo goleador en 11 de las 18 ediciones del campeonato paulista (los torneos nacionales aún estaban en pañales), alcanzando la marca que difícilmente será superada de 58 goles en 1958.
Además del Santos y de la selección brasileña, Pelé sólo vistió una camiseta más: la del Cosmos de Nueva York, de Estados Unidos. Aun así, fueron dos décadas de encandilar a fans de todo el mundo. Para Santos, fue campeón nacional en seis ocasiones. Diez títulos estatales de São Paulo. Fue dos veces campeón de la Copa Libertadores y dos veces campeón del mundo interclubes.
En la Copa del Mundo
Hasta hoy, nadie ha ganado más Mundiales que Pelé. En 1958, con 17 años, fue el gran nombre de la victoria de Brasil en el Mundial de Suecia. No jugó en los dos primeros partidos, pero fue crucial en los partidos de eliminatoria: marcó el único gol en la victoria por 1-0 contra Gales; marcó tres goles en la semifinal contra Francia y otros dos en la final contra Suecia (ambos partidos los ganó Brasil por 5-2).
Pelé siempre ha contado que vio llorar a su padre cuando vio perder a Brasil contra Uruguay en el Mundial de 1950 en el Maracanã, y le prometió que le daría el título mundial. El 5 de diciembre, día del partido de octavos de final del Mundial de Qatar entre Brasil y la República de Corea, recordó la historia: “En 1958, en Suecia, iba por la calle pensando en cumplir la promesa que le hice a mi padre. Sé que muchos en la Selección han hecho promesas similares y también van en busca de su primero Mundial”, afirmó.
En 1962, en Chile, ya era considerado el mejor jugador del Mundo, y lo demostró en el estreno brasileño, contra México: marcó uno de los goles -un golazo- y asistió a otro. Sin embargo, en el siguiente partido se lesionó y no jugó en los restantes. Otro genio, Garrincha, fue quien condujo a Brasil a su segundo título mundial. En 1966, en Inglaterra, fue presionado por los defensas rivales, sobre todo en los partidos contra Bulgaria y Portugal, y no brilló. Brasil fue eliminado en la primera ronda.
La consagración definitiva -si es que era necesaria- llegó en 1970, en México. Pelé fue el director de orquesta de un equipo histórico, en el que figuraban nombres como Tostão, Gerson, Carlos Alberto, Rivellino y Jairzinho. Fue el primer equipo que ganó el Mundial ganando todos los partidos. El título llegó con una goleada por 4-1 a Italia en el último partido. Con 12 goles marcados (uno de los cinco mayores goleadores de la historia del torneo) y tres títulos (el único en alcanzar esta marca), Pelé será recordado para siempre en la historia de los Mundiales.
Edición: Rodrigo Durão Coelho