El presidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) se reunió este viernes (10) con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, durante su primera visita a los Estados Unidos desde que asumió el cargo por tercera vez. Durante el encuentro, los presidentes discutieron la cooperación entre EE. UU. y Brasil en el tema climático, los actos violentos de la extrema derecha brasileña y estadounidense y la guerra entre Rusia y Ucrania.
En declaraciones a la prensa tras la reunión, Lula dijo que EE.UU. podría ser parte del Fondo Amazonia, una iniciativa que cuenta con el apoyo de países como Noruega y Alemania, pero que suspendió las transferencias a Brasil durante el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro. Sin embargo, el mandatario aclaró que no se discutió específicamente la entrada de Estados Unidos en la iniciativa, sino «la necesidad de que los países ricos financien a todos los países que tienen bosques», no solo en Sudamérica, sino también en el continente africano.
"Creo que [Estados Unidos] se unirá [al Fondo Amazonia]. No solo creo que lo harán, sino que es necesario que lo hagan. Brasil no cederá un territorio sobre el que es soberano", dijo.
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Lula también afirmó que discutió con Biden "una gobernanza global con más autoridad, que otros países puedan participar en el Consejo de Seguridad para que algunas decisiones sobre el clima se puedan tomar a nivel internacional".
"Observé mucha disposición del presidente estadounidense de contribuir a eso, nuestros equipos seguirán hablando en todos los ámbitos para que podamos alcanzar una evolución muy importante para Brasil y para Estados Unidos. Estoy convencido de que estamos en otra era. Brasil vuelve al escenario mundial utilizando su potencia política, la respetabilidad que Brasil ha conquistado para que podamos cumplir con la tarea que nos toca cumplir con la humanidad", dijo.
"El apoyo de Estados Unidos al Fondo Amazonia es una clara señal de confianza en la nueva política ambiental de Brasil. Pero la esencia del Fondo Amazonia no es la financiación, porque se diseñó, junto con Alemania y Noruega, para ser un espacio de cooperación en el que queda muy claro que la política la decide Brasil. Entonces es una expresión de la soberanía política de Brasil sobre la Amazonia brasileña", dice.
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A Brasil de Fato, el profesor también explica que ahora, con el gobierno de Lula, Brasil debe impulsar globalmente las discusiones para combatir el cambio climático, que terminaron sufriendo retrasos por disputas geopolíticas.
"Se dice mucho que el tema ambiental es un área positiva, donde es posible una cooperación internacional que involucre a China, Europa, EE.UU., los países del sur, pero las tensiones entre EE.UU. y China han ido en aumento y esto interrumpió, en cierto punto, las negociaciones sobre cuestiones climáticas. Brasil puede entrar en esta discusión con fuerza, con la credibilidad y la confianza de todos los grandes actores para ser garante de esta cooperación", dice Romano.
"Hay que dejar de disparar"
A la prensa, Lula también dijo que habló con Biden sobre la guerra en Ucrania y su propuesta de crear un grupo de países para discutir el fin del conflicto. "Le dije lo que ya les había dicho a [el presidente francés Emmanuel] Macron y a [el canciller alemán Olaf] Scholz sobre la necesidad de crear un grupo de países que no estén directa o indirectamente involucrados en la guerra de Rusia contra Ucrania para que podamos encontrar posibilidades de lograr la paz", dijo.
Desde que asumió, Lula ha demostrado sus intenciones de negociar una salida pacífica al conflicto, construyendo lo que ha llamado un "club de la paz", que contaría con la participación de países como China, India e Indonesia, además de Brasil. EE.UU., sin embargo, ha sido uno de los principales defensores de Ucrania, brindando una ayuda militar millonaria al gobierno de Volodymyr Zelensky.
Según el presidente brasileño, Biden tiene la misma preocupación. "Nadie quiere que esta guerra continúe y es necesario que haya aliados capaces de construir un grupo de negociadores, y que ambas partes crean y puedan entender que lo primero es terminar la guerra. Y después negociar lo que pasará en el futuro, pero hay que dejar de disparar, de lo contrario no hay solución", dijo.
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El profesor Giorgio Romano se dice escéptico con relación a la idea de Lula de crear un grupo de países para negociar el fin de la guerra, ya que "hay un juego político y militar muy pesado y, que yo sepa, nadie ha invitado a Brasil a mediar en esta cuestión".
"El interés de Estados Unidos y Europa ahora no es trabajar por una solución pacífica, sino derrotar a Rusia. Rusia tampoco tiene condiciones políticas para retroceder, una vez que invadió el país. Me parece poco probable que realmente haya condiciones para crear este grupo y, si sucede, habrá que ver cómo Estados Unidos intentará manipular este grupo", dice.
Bárbara Motta, profesora de Relaciones Internacionales de la UFS e investigadora del Grupo de Estudios de Defensa y Seguridad Internacional de la UNESP, piensa diferente. Para ella, "todavía es posible establecer alguna negociación para el diálogo y para la construcción de la paz".
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"En encuentro de hoy [entre Lula y Biden] puede estimular este discurso precisamente por la entrada de un actor que tiene menos intereses directos en el conflicto, menos intereses geopolíticos, menos proximidad geográfica a la región del conflicto y que tiene canales de comunicación abiertos con países importantes para cualquier acuerdo de paz", dice.
A Brasil de Fato, Motta explicó que la posición de Lula sobre el conflicto, especialmente cuando el presidente rechazó la solicitud del canciller alemán Olaf Scholz de enviar municiones a Ucrania, preserva la capacidad de Brasil de asumir una posición de "negociador confiable" para avanzar en la idea del "club de la paz".
"Para que Brasil sea visto como un actor que tiene algo que aportar a ambos lados del conflicto, especialmente que tiene algo que aportar a la seguridad internacional, necesita presentar una imagen de negociador confiable, un intermediario, y tomando un lado, sea cual fuere, Brasil pierde esta posibilidad que me parece la única que tiene para destacarse diplomáticamente y producir alguna ganancia para la comunidad internacional", dice.
"Nuestras democracias han prevalecido"
Las declaraciones de Lula a la prensa se dieron tras una larga reunión entre los presidentes, que contó también con la presencia de ministros brasileños y estadounidenses. Participaron los ministros Mauro Vieira (Relaciones Exteriores), Fernando Haddad (Finanzas), Marina Silva (Medio Ambiente) y Anielle Franco (Igualdad Racial). Por el lado estadounidense, estuvieron presentes el secretario de Estado Antony Blinken, la secretaria del Tesoro Janet Yellen, el enviado especial para el clima John Kerry y el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan.
Más temprano, Lula y Biden se reunieron a solas en el Despacho Oval de la Casa Blanca, cuando conversaron sobre los episodios de invasión del Capitolio, en EE.UU., y de los Tres Poderes, en Brasil. "Nuestras democracias han sido duramente puestas a prueba y han prevalecido", dijo el presidente estadounidense.
Ambos incluso citaron a sus respectivos predecesores cuando Lula mencionó el aislamiento internacional y las noticias falsas utilizadas por el expresidente Jair Bolsonaro.
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"Usted sabe que Brasil se ha estado marginando desde hace cuatro años. Al presidente no le gustaba sostener relaciones con ningún país. Su mundo comenzaba y terminaba en las noticias falsas. Menospreciaba las relaciones internacionales", dijo Lula, a lo que Biden respondió: "Me suena familiar", en referencia al republicano Donald Trump.
Lula agradeció la solidaridad de Biden al reconocer su victoria electoral y elogió al presidente por "su postura en defensa de la democracia". "Ahora tenemos algunos problemas para trabajar juntos. Primero, nunca más permitir que haya un nuevo capítulo del Capitolio y nunca más pase lo que pasó en Brasil con la invasión del Congreso Nacional, el Palacio del Planalto y el Supremo Tribunal Federal", dijo.
Para Romano, esa posición era esperada porque "las dos repúblicas presidenciales más grandes del mundo han resistido intentos de golpe, ambos [presidentes] ganaron elecciones y fueron cuestionados, por lo que ambos tienen la tarea de tratar de reconstruir la imagen de la democracia".
No obstante, el profesor asegura que esa posición puede ser utilizada por la Casa Blanca en su "cruzada por la defensa de la democracia" que pretende, según Romano, dividir el mundo "entre democracias y autocracias".
"Esta visión del mundo no es la visión de Brasil, ciertamente no es la visión de Lula, porque ese es un lenguaje de la Guerra Fría, y Lula tiene que resistirlo. EE.UU. seguramente querrá involucrar a Brasil en esta alianza por la democracia, aprovechando el momento que atraviesa Brasil, pero el objetivo de EE.UU. es otro, es mantener su hegemonía y competir con China", afirma.
La profesora Bárbara Motta también señala que, a pesar de que el posicionamiento conjunto de los presidentes es relevante, no tiene capacidad para inhibir a las fuerzas de extrema derecha, ni en Brasil ni en EE.UU.
"Inhibir a la extrema derecha pasa por juzgar y condenar los hechos delictivos, por la regulación de internet, por una educación democrática y crítica. ¿Significa que estos discursos [de Lula y Biden] no valen nada? Claro que no. Sirven para reforzar el posicionamiento y compromiso de los países con un amplio conjunto de acciones. También sirven para señalar la posibilidad de intercambio de experiencias, de cooperación, pero yo no diría que pueden inhibir [a la extrema derecha]”, destaca.
Encuentro con Sanders
Antes de reunirse con Biden, Lula tuvo otros compromisos durante su visita a Washington. El mandatario se encontró con el senador Bernie Sanders, de quien recibió apoyo durante la campaña presidencial.
Según el presidente, hablaron de "democracia, movimiento sindical y mejores derechos y empleos para los trabajadores». Sanders dijo que «fue un placer recibir a Lula en Washington" y que ambos hablaron sobre "la importancia de defender la democracia, avanzar en los derechos de los trabajadores y aumentar la cooperación ambiental y climática en todo el mundo".
Después de la reunión, Sanders incluso confrontó a un grupo de bolsonaristas que protestaban frente a la residencia donde se hospeda Lula. Al tratar de hablar con la prensa, el senador les pidió que "se tranquilizaran", pues los gritos le impedían hablar. "Existe una gran amenaza de extremistas de derecha que son autoritarios, ya sea Trump o Bolsonaro, que intentan socavar la democracia", sostuvo.
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El presidente brasileño también recibió una delegación del Partido Demócrata que incluía a los congresistas Ro Khanna, Pramila Jayapal y Alexandria Ocasio-Cortez, una de las diputadas que pidió la extradición del expresidente Jair Bolsonaro desde EE.UU. tras la invasión de los Tres Poderes en Brasilia, el 8 de enero.
"Hablamos de los programas sociales que desarrollamos en Brasil, la preocupación que compartimos por el medio ambiente y el futuro del mundo y sobre el enfrentamiento a la extrema derecha y las fake news en las redes sociales", dijo Lula sobre el encuentro.
Edición: Thalita Pires e Flávia Chacon