Imágenes del circuito de cámaras internas del Palacio de Planalto el día de los atentados contra las sedes de los Tres Poderes, en Brasilia, fueron puestas a disposición del público por el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la Presidencia de la República este domingo 23.
Las grabaciones muestran la presencia de miembros del gobierno en la sede del poder Ejecutivo después de los ataques y la indignación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) ante la destrucción. Lula llega al edificio un poco antes de las 21:30 h y, camino al despacho presidencial, le pide enfáticamente a su equipo que registre los daños.
En las grabaciones, Lula está acompañado por guardias de seguridad, por el jefe de gabinete, Marco Aurélio Santana Ribeiro, y por los ministros de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, de Desarrollo Social, Wellington Dias, de Comunicaciones Sociales, Paulo Pimenta y de Casa Civil, Rui Costa.
Costa aparece en otra escena con los ministros de Justicia, Flávio Dino, y de Defensa, José Múcio Monteiro. Dino parece irritado al hablar con Múcio, y Rui Costa también muestra descontento.
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Imágenes de los momentos exactos de los actos de vandalismo también forman parte del material. En una de las grabaciones se puede ver a un grupo de delincuentes irrumpiendo en la antesala del despacho presidencial, poco antes de las 16 h. Llevan mochilas, banderas de Brasil y algunos tienen el rostro cubierto.
Antes de patear la puerta y abrir el acceso al lugar, uno de los presentes parece estar tratando de asegurarse de que la escena está siendo grabada y mira a un fotógrafo periodístico que cubría la invasión, posicionado detrás de él.
El profesional sigue al grupo, pero uno de los hombres lo señala con una postura intimidante. Tras el aparente gesto interrogatorio, el periodista es inmediatamente rodeado por los demás.
El fotógrafo, pareciendo explicarse, se quita una máscara protectora, muestra su rostro y señala que se va a ir del lugar. Aun así es abordado por uno de los vándalos, quien toca el hombro del profesional y le pide ver las imágenes capturadas.
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Media hora después, las mismas cámaras muestran a hombres y mujeres saliendo de la antesala y siendo guiados por el mayor Eduardo Natale de Paula Pereira, quien formaba parte del equipo del expresidente, Jair Bolsonaro (Partido Liberal).
Natale muestra la salida a algunas personas y parece intentar convencer a un hombre de que abandone el local. Todavía intenta evitar que la misma persona derribe una puerta, pero se da por vencido y solo observa la escena. Luego, todos se van y el mayor observa el robo de un extintor sin reaccionar tampoco. Natale es el mismo agente que aparece en otro video dando agua a los invasores.
Poco después de la salida del mayor y de los golpistas, llega al local el entonces ministro del GSI, general Gonçalves Dias. Revisa algunas puertas y entra a la antesala presidencial tecleando en un celular. A la zona también llegan otras cinco personas, entre ellas Natale. Dos hombres toman fotos y se van poco después.
Este domingo 23, la Policía Federal tomó el testimonio de nueve soldados del GSI que aparecen en las imágenes grabadas en Planalto.
Las grabaciones puestas a disposición también reafirman la percepción de que había pocos policías militares para controlar a la multitud. Cámaras que monitorean el lado oeste de Planalto exponen el momento exacto en que los invasores ingresan al estacionamiento externo del edificio.
Mientras los delincuentes avanzan por el carril norte de la Esplanada dos Ministérios, a las 15 h, un grupo que parece tener unos diez agentes se sale de la vía, se dirige a la acera y entra al estacionamiento. Ya había otros policías militares en el lugar, en total unas veinte personas.
Poco más de cinco minutos después, a las 15:06 h, solo se pueden ver los escudos protectores de algunos policías alejándose de la zona, ya invadida por los vándalos.
Todas las grabaciones fueron hechas públicas por orden del Supremo Tribunal Federal (STF). Las escenas, captadas por cámaras de seguridad, estaban bajo secreto como parte de la investigación de los atentados.
Edición: Douglas Matos
