La posibilidad de ingresar al sitio web de Brasil de Fato y tener acceso a reportajes en texto, audio, video, con infografías y otros recursos, no estaba necesariamente entre las intenciones de los fundadores del proyecto cuando fue lanzado, en 2003, durante el Foro Social Mundial, en Porto Alegre (Rio Grande do Sul).
Mucho menos que, a través de las redes sociales, el usuario pudiera enterarse básicamente de toda la información publicada en el sitio. El lenguaje multimedia no estaba en los planes en un principio, debido a que parte de estas plataformas de comunicación no existían en ese momento, o aún estaban en pañales. En 2003, pensar en un portal de noticias online ya era considerado un gran avance. Qué decir de una página en TikTok, la red china que llegó a Brasil recién en 2018, con 133 mil seguidores y videos con millones de vistas.
Nina Fideles, directora ejecutiva del proyecto, explica que la elección del formato del periódico se fue haciendo de acuerdo con las luchas populares y las posibilidades técnicas del momento.
"El [formato] impreso era un medio disponible y el que se consideraba más eficiente en ese momento", explica la periodista al referirse a la creación del proyecto, en 2003. "Brasil de Fato siempre ha respondido a una demanda de proyecto popular, de entendimiento, y a una muy fina alineación entre el proyecto, las discusiones de izquierda y la comunicación. Creo que hoy llegamos a estos 20 años con una comprensión muy fina de lo que es el instrumento, del alineamiento político y de ocupar todos los medios para disputar esta narrativa."
Después de 20 años de su lanzamiento, Brasil de Fato sigue atento a las nuevas tecnologías / Brasil de Fato
Pasos en el entorno digital
La relación entre la evolución del proyecto y las necesidades del campo popular se puede ver en la historia del sitio web de Brasil de Fato, contada por Jorge Pereira Filho, parte del primer equipo de periodistas responsables del diario.
El periodista explica que el sitio nació prácticamente a la par de la versión impresa, allá por 2003, pero con una lógica totalmente distinta a la actual. La idea original era ser solo un repositorio de los materiales producidos para el formato impreso, sin ningún contenido exclusivo o que explorara las posibilidades de internet en términos de lenguaje.
"Sin embargo, a medida que el proyecto fue madurando, la red de colaboradores de BdF fue creciendo y, también en sintonía con los cambios en los ecosistemas de comunicación, empezamos a darnos cuenta de que el diario impreso no era capaz de cubrir toda la riqueza de aportes y todo el capital político que veníamos acumulando alrededor del periódico", cuenta Jorge.
Esto se reveló en las sugerencias -e incluso en las exigencias- que surgieron de la red de colaboradores del medio en todo el país, una serie de militantes, comunicadores o no, repartidos por todo el país que proponían agendas ligadas a sus realidades.
"Brasil de Fato tenía y tiene un capital político muy fuerte entre las organizaciones sociales y la izquierda brasileña, y por eso éramos muy solicitados con sugerencias de propuestas de reportaje, de textos. En medio del proyecto y de la articulación de la red de colaboradores nacionales del diario impreso, había una sintonía muy grande con la agenda y con la dinámica de los movimientos populares y las organizaciones sociales que formaban parte de este campo en en el que estábamos insertos", recuerda Jorge.
El equipo editorial vio que había espacio para ampliar la presencia digital del proyecto, con artículos propios y una producción más constante. De la provocación de estos profesionales nació Agência Brasil de Fato, la primera acción integralmente enfocada en el ambiente digital.
Para ello, fue necesario reformular el sitio web del periódico, facilitando la publicación de contenidos. Esto se hizo sin costo, a través de contactos entre el equipo del diario y los militantes en el campo del software libre, muchos de ellos desarrolladores.
La primera cobertura que se hizo como agencia tuvo lugar en el Foro Social Mundial de 2005, en el contexto de una articulación entre diversas organizaciones como La Vía Campesina y los sindicatos. "Se hizo una cobertura muy plural del evento, dando mucha visibilidad a la agencia. A partir de ahí, comenzamos un trabajo que se desarrolló a lo largo de los años y dio sus frutos", cuenta Jorge.
"Recuerdo que hacíamos coberturas en tiempo real de elecciones en Bolivia, en Venezuela, de procesos políticos en Argentina, mientras que los grandes medios de comunicación no tenían colaboradores allá. Y Brasil de Fato a veces tenía profesionales enviados exclusivamente por nosotros."
Crecimiento y transformación
Hoy, 18 años después de aquella cobertura, el sitio web de Brasil de Fato se consolida como uno de los principales espacios de los medios de izquierda en Brasil. BdF cerró 2022 con más de 68 millones de visitas a la página principal. Solo en octubre, período electoral, fueron casi 14 millones, lo que demuestra la fuerza del periódico en un momento clave para el futuro del país.
Entre los medios que se enfocan en coberturas específicas, especializados en monitorear temas relacionados con el poder como política, derecho y economía, BdF ocupó el quinto lugar en septiembre de 2022.
Además del portal de internet, el proyecto trabaja con programas emitidos en TV abierta y en YouTube, contenidos de radio distribuidos en cientos de emisoras del país, trabajo específico en redes sociales con producción diferenciada y tabloides impresos especiales.
En las redes sociales, BdF está en Instagram, Facebook, YouTube, TikTok y Twitter. Sumando todas las plataformas, el medio cuenta con más de 1,7 millones de seguidores.
La ministra de Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, durante una entrevista en el estudio de Brasil de Fato.
En la TV tradicional, la principal alianza de Brasil de Fato es TVT, que transmite, en canal abierto, para toda la región metropolitana de São Paulo. Además, en 2022, el contenido audiovisual de BdF se transmitió en 13 señales de TV comunitarias y educativas de Brasil, alcanzando una variedad de formatos y enfoques, y cubriendo no solo Brasil, sino toda América Latina y África.
En la radio, el proyecto se mantiene firme como agencia de producción y difusión de reportajes. Hay casi 300 estaciones de radio registradas para recibir algunas de las producciones diarias o semanales de BdF. El sitio también registró casi 100 mil descargas de informes de audio, disponibles de forma gratuita en el portal. En número de oyentes, la cifra fue de 4,5 millones de personas.
Para José Arbex, el primer editor del periódico y profesor de comunicación de la Pontifica Universidad Católica de São Paulo, es imposible comparar el trabajo desarrollado en el proyecto original con lo que se hace hoy, desde el punto de vista técnico y operativo. "Se puede comparar desde el punto de vista de la coherencia interna, la coherencia ideológica, la propuesta de proyecto, etc. Y creo que el diario hoy es mucho más maduro, está mucho más cerca de la realidad brasileña que en ese momento", analiza.
Quien sigue a Brasil de Fato siempre puede esperar nuevas ideas, formatos, programas en los más diversos lenguajes, siempre con el compromiso del más alto rigor periodístico. Y la misma coherencia política e ideológica, anclada en los movimientos populares.
Edición: Flávia Chacon e Rodrigo Durão Coelho
