Barra Funda. Uno de los barrios más antiguos y tradicionales de la ciudad de São Paulo tomado de 500 toneladas de comida sana. Durante la cuarta Feria Nacional de la Reforma Agraria, el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) demostró que para producir alimentos agroecológicos se necesita tierra.
"Los agricultores y asentados de la Reforma Agraria queremos mostrar que producimos, y producimos mucho, y con calidad", señala a Bem Viver na TV, Adilma Fernandes, del asentamiento Oziel Pereira, en el municipio de Remígio, estado de Paraíba.
"Es una forma de mostrarle al mundo nuestro trabajo con los alimentos y su inmensa importancia. En un momento en que el hambre llama a la puerta de todos, estamos brindando alimento saludable. La magnitud de un evento como este es inconmensurable", agrega Sueli Alves Moreira, del sector de producción del Campamento Marielle Vive, en Valinhos, São Paulo.
Datos del IBGE indican que, de toda el área cultivada en el país, el 78,3% es utilizado por el agronegocio para producir commodities de exportación. La producción de alimentos para el consumo interno, provenientes de la agricultura familiar, ocupa solo el 7,7% del área cultivable.
Parte de esta comida que es la que realmente alimenta al pueblo brasileño la trajeron los más de 1.200 feriantes que acudieron al Parque da Água Branca para exponer sus productos. Hay un detalle más: la gran mayoría tiene como base la agroecología.
"El agronegocio explota la naturaleza, quema, deforesta, envenena la tierra, mientras que nosotros tenemos esta preocupación ambiental, porque para nosotros producir alimentos sanos es producir salud, es producir vida", resume Silvano Leite, asentado del municipio de Ouricuri, en el sertón de Pernambuco.
Alimentos sanos de norte a sur de Brasil
Toda esta diversidad proviene de las áreas del MST en 23 estados brasileños. Además de frutas y verduras agroecológicas, se comercializan productos agroindustriales de más de 120 cooperativas del movimiento en todo el país.
Desde Paraíba, las familias sin tierra trajeron 8 toneladas de alimentos sin veneno, producidos en 10 asentamientos de la costa al sertón del estado.
La comida se envió el lunes y llegó el jueves a São Paulo. Para la asentada, el período de la feria es de una semana de 10 días: 4 para la feria y 6 para la carretera, contando el ida y vuelta de Paraíba a São Paulo
"Trajimos banana, trajimos piña, ñame, maracuyá, artesanías de barro, harina de maíz, piloncillo, trajimos de todo un poco para que nadie se sintiera excluido".
"Como no es posible que todos vengan a la feria, elegimos a personas que son referentes en las comunidades y estas personas quedaron a cargo de recolectar estos productos y rendir cuentas con los agricultores".
Costa, zona agreste y sertón
Los sin tierra de Pernambuco llegaron con 3 camiones y 40 toneladas de alimentos agroecológicos, entre ellos esquejes de pitaya del Asentamiento de Normandía, en Caruaru, y frutas frescas producidas por los asentados de la reforma agraria que viven en la región del polo irrigado del rio São Francisco.
Nuestra producción es diversificada y proviene de todos los campamentos y asentamientos del estado de Pernambuco, desde la costa, pasando por la zona agreste y también por el sertón. Así que hay una gran diversidad de alimentos saludables. Tenemos el mango, la papaya, la sandía, la cebolla, la miel del sertón de Araripe, el coco, la cachaza, las artesanías", explica Silvano Leite, coordinador estadual del sector productivo del MST Pernambuco.
"Cuando miramos al agronegocio, que dice que el 'agro' es pop, es tech, es todo, vemos la contradicción de un Brasil que tiene 33 millones de personas sin nada para comer. Estamos aquí para garantizar alimentos sanos para todos los brasileños", completa Leite.
Los acampados también producen
Del Campamento Marielle Vive, en Valinhos, además de artesanías, jabones y ungüentos medicinales, también vino una gran variedad de frutas y legumbres. Según Sueli, hay tantas cosas "que hasta es difícil recordar todo".
"Caña, batata, yuca, maíz, lechuga, achicoria, rúcula, mucha cúrcuma, pataca, arrurruz”, enumera la campesina.
Todo se produce dentro de la huerta en forma de mandala, un espacio que simboliza el trabajo colectivo y el compromiso de 700 familias del MST con la alimentación saludable.
"El mandala es la flor de la vida, es lo que viene a romper este sistema donde todo está alineado. Es todo círculo, uno mirando al otro. Es el sentido de la vida. A veces con solo mirar puedo entender la necesidad del otro", explica.
"Nosotros mismos producimos nuestros insumos. Preparamos nuestro suelo con lo que aprendimos dentro de nuestro espacio. Cuidamos nuestras propias semillas criollas. No hay posibilidad de plantar un transgénico y pensar que no hará daño. Por esto conservamos todas nuestras semillas", completa Sueli.
La CPI del MST
La 4ª edición de la feria se realiza en momentos en que el Congreso Nacional de Brasil aprobó la creación de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para investigar las ocupaciones de tierras por parte del MST.
La CPI busca, a través de la criminalización, ocultar un hecho: buena parte de los alimentos saludables producidos en Brasil solo llegan a la mesa de la población porque fueron cultivados en tierras que pasaron a ser productivas después de las ocupaciones del MST.
En el país, 65 mil familias sin tierra viven en campamentos a la espera de la regularización que las convierta en asentadas, como es el caso de Sueli. La demanda es central del MST al Gobierno de Lula.
"Necesitamos estar legalizados para tener la tranquilidad de poder producir más", señala la agricultora de Marielle Vive.
"Somos el pueblo sin tierra, el pueblo que ocupa los latifundios improductivos. Y hoy estamos dando una respuesta con nuestra producción. Estamos mostrándole a la sociedad por qué ocupamos los latifundios improductivos", concluye Silvano Leite.
Edición: Daniel Lamir