sanción presidencial

Lula sancionó un paquete de seguridad que restringe el armamento civil y protege la Amazonía

Entre los actos firmados está un decreto con medidas para el control de armas y más de 600 mil dólares a los estados

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | Brasília (DF, Brasil) |
El paquete, articulado por el Ministerio de Justicia, regula el funcionamiento de los clubes de tiro y entrega la fiscalización del registro de armas a la Policía Federal. - Marcelo Camargo/Agência Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó el viernes 21 un paquete de medidas de seguridad pública, denominado Programa de Acción de Seguridad (PAS). El paquete, articulado por el Ministerio de Justicia, incluye, entre otras medidas, un nuevo decreto que restringe el armamento civil, nuevas bases policiales en la Amazonía Legal, un proyecto de ley que se enviará al Congreso para combatir los ataques a escuelas, además de acciones transversales que involucran al Ministerio de Cultura. 

En su discurso en el evento de lanzamiento del paquete, realizado en el palacio presidencial, en Brasilia, con la presencia de gobernadores, Lula abordó temas específicos en relación a la violencia y la seguridad pública en Brasil. Uno de las cuestiones destacadas fue el número de violaciones en el país, que creció en 2022. 

"Es algo extremadamente grave. La mayoría de las violaciones se producen dentro del hogar. Esto significa que algo anda mal en nuestra estructura familiar, en nuestra formación. Es necesario formatear el surgimiento de una nueva sociedad, de un nuevo comportamiento. Seguiremos cuidando a la sociedad, con mucha paz y tranquilidad, pero también con mucha seguridad", dijo.

Restricciones de armas

El ministro de Justicia del país, Flávio Dino, celebró la decisión de restringir el acceso a las armas. El texto sancionado prevé restringir el acceso a las municiones, reglamentar el funcionamiento de los clubes de tiro y trasladar la función de fiscalización del registro de armas del Ejército a la Policía Federal.

"Es un decreto ponderado, equilibrado. Cualquiera que diga que cada brasileño tiene que llevar un arma en la mano es un enemigo de la policía. Y este gobierno confía en la policía", sostuvo. Según el ministro, las nuevas normas permitirán una mayor fiscalización.

El texto también establece que algunas armas volverán a ser de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y las policías brasileñas. Según Dino, se necesitan normas para prevenir el fraude que favorece a los delincuentes, al mismo tiempo preservando los derechos de los cazadores y tiradores deportivos. 

El ministro de Justicia también celebró la implementación de 34 nuevas bases policiales en la Amazonía Legal.  "Combatir el narcotráfico en la Amazonía es proteger el medio ambiente", dijo.

'Normalidad'

Según Lula, el paquete de seguridad pública es uno más de los esfuerzos del gobierno brasileño para "devolver el país a la normalidad", uno de los ejes de su campaña electoral en 2022. El mandatario mencionó la necesidad de generar una mejor articulación entre los ámbitos federal, estadual y municipal en materia de seguridad pública.

"Hacer que el país vuelva a la normalidad es hacer que las cosas funcionen como deben funcionar. La primera de ellas es la armonía entre las entidades federativas. Si queremos establecer una política de seguridad, necesitamos encontrar la manera de que las municipalidades participen en ella. No es de arriba hacia abajo que las cosas se resuelven", afirmó.

Flávio Dino siguió la misma línea: "La seguridad pública es un tema difícil. Tradicionalmente se dice que es algo que está a cargo de los estados. Y ¿qué vemos? Que necesitamos unidad. No apropiarse de competencias estaduales, sino ayudar". 

Según Dino, las políticas de seguridad pública deben ser vistas como parte de un programa más amplio, y mencionó uno de los elementos del paquete sancionado: una convocatoria para colectivos culturales periféricos. "En primer lugar: la prevención y la justicia social. La distribución del ingreso y la memoria de las condiciones de vida es la principal política de seguridad pública. "El Estado brasileño tiene que acercarse a las personas que lo necesitan. La cultura es una forma de competir con el mundo del crimen", señaló. 

Lula también criticó el encarcelamiento de personas que realizan hurtos famélicos, es decir, de poco valor monetario y para satisfacer necesidades de supervivencia, como alimentos y medicamentos: "Esas personas pasan meses en prisión. Se quedan allí sin nadie que los cuide". 

El presidente brasileño no ha rehuido los temas controvertidos que involucran a las fuerzas de seguridad pública en el país, incluida su participación en la política. Lula pidió "más civismo en la policía", argumentando que la manifestación política de los policías debe tener lugar en las urnas y no implicar el ejercicio de sus atribuciones: "Nadie que tiene una carrera en el Estado debe un favor al presidente de la República o al gobernador del Estado". Por otro lado, afirmó que "la sociedad civil necesita aprender a convivir con la policía como defensa propia".

Edición: Nadini Lopes e Thalita Pires