Los diputados federales Zucco (Republicanos- Rio Grande do Sul) y Ricardo Salles (Partido Liberal - São Paulo), presidente y relator de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), respectivamente, prepararon ambiente de guerra para recibir a João Pedro Stedile, líder del movimiento que declaró este martes 15 ante la Comisión.
En la víspera del testimonio, Salles y Zucco decidieron que la sesión se desarrollaría en el Plenario 4, que tiene capacidad para 80 personas. El Plenario 2, donde normalmente se realizan las reuniones de las comisiones, tiene capacidad para 150 personas. Entre bastidores, quedó evidente que la medida se tomó para evitar que los militantes del MST ocuparan la sala e influyeran en el ambiente.
Antes del inicio de la sesión, Salles y Stedile ya se habían encontrado cerca de la puerta del plenario y habían intercambiado un apretón de manos, provocado por Roberto Podval, abogado del dirigente del MST, pero quien también aboga por el exministro. Luego de saludarse, ambos sonrieron.
Stedile recibió instrucciones de su equipo de defensa y de asesores del movimiento para evitar provocaciones y bromas con la tropa de choque bolsonarista. Tampoco respondería preguntas personales, dejando la declaración limitada a su trayectoria como militante y líder del movimiento.
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Por lo general, Zucco ubica al declarante junto al relator, para que Salles pueda interrogar más de cerca a los testigos, imponiéndose físicamente. Sin embargo, interlocutores del diputado federal y de Stedile creyeron oportuno intervenir, por lo que se sentaron en lados opuestos de la mesa. Así se hizo: el exministro de Medio Ambiente quedó a la izquierda y el líder de los campesinos sin tierra a la derecha.
El candidato
Tras media hora de intervención en la apertura de la sesión, un derecho estatutario del relator, Salles pidió otros 30 minutos, que fueron aprobados por Zucco. Como el tiempo se paraliza durante la respuesta del declarante, el exministro de Medio Ambiente habló durante tres horas, asistido por los 29 diputados federales inscritos en la Comisión.
Stedile respondió a cada pregunta profundizando en el tema, desarrollando teorías y poniendo sobre la mesa argumentos en defensa de la reforma agraria. Para sorpresa de oficialistas y opositores, no fue interrumpido por el dúo Zucco-Salles.
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Huyeron
Con el paso del tiempo, la táctica adoptada por la defensa de Stedile de evitar la confrontación y la ironía, un recurso del que disfruta el líder del MST, funcionó y la sesión, que necesitaba estar encendida para agradar a las redes de extrema derecha, fue tibia, estancándose en el desconocimiento de los bolsonaristas.
Tras la larga intervención de Salles y la tranquilidad de Stedile, que se mantuvo imperturbable ante cuestiones de la oposición, los bolsonaristas comenzaron a abandonar la sesión. De la tropa de choque de la extrema derecha que participa de la comisión, por lo general de manera estridente, llamó la atención el hecho de que los diputados federales Gustavo Gayer (Partido Liberal - Goiás), Zé Trovão (Partido Liberal - Santa Catarina), Marcos Pollon (Partido Liberal - Mato Grosso do Sul) y Capitão Alden (Partido Liberal - Bahia) se fueron antes de que se anunciaran sus nombres y no quisieron enfrentarse al líder de los sin tierra.
Después de más de seis horas de sesión, los oficialistas y la dirección del MST se fueron aliviados, con la sensación de que la declaración de Stedile había puesto un punto final en la CPI. "Los diputados de la base agromilitar no esperaban este testimonio. De hecho, la CPI sirvió para que los dirigentes del MST contaran la historia del movimiento y sus propósitos. Esta CPI termina hoy, a partir de ahora es todo palabrería. Hoy fue el cierre con llave de oro", afirmó Ney Strozake, abogado del dirigente del MST.
El diputado Marcon (Partido de los Trabajadores - Rio Grande do Sul) corroboró la sensación de que los trabajos habían terminado. "Esta CPI puede haber terminado hoy, pero ellos van a lloriquear hasta el último momento y está también el informe de Salles, que criminalizará al MST. Esperemos, pero eso es todo, ahora solo nos queda esperar el informe", dijo.
Antecedentes de la CPI del MST
Anunciada como una posibilidad por los bolsonaristas desde principios de año, la CPI del MST se hizo realidad en abril de 2023, período en el que se desarrolla la ya tradicional jornada de luchas de los campesinos sin tierra en memoria de la Masacre de Eldorado do Carajás, cuando el movimiento ocupa áreas improductivas y sin función social en diferentes regiones del país.
Entre los oficialistas, se esperaba que la CPI se transformara en un circo, con discursos incendiarios para las redes sociales y el intento de imponer narrativas. El arranque lo dio el relator de la comisión, Ricardo Salles, quien dijo este martes, a su llegada al Congreso Nacional, que pretende "establecer la idea de que en Brasil hay una ley que protege la propiedad privada".
Desde que se conoció la noticia de la instalación de la Comisión, abogados de diferentes partes del país han ofrecido ayuda al movimiento. Entre ellos, el Grupo Prerrogativas, del que forma parte Marco Aurélio Carvalho, que habló a Brasil de Fato acerca de la línea de defensa del movimiento en la CPI, que contradice la tesis del relator.
El 2 de mayo, la Asociación de Juezas y Jueces por la Democracia (AJD) emitió un comunicado condenando la creación de la CPI. Según la Asociación, la Comisión es de "dudosa constitucionalidad" porque se estableció "sin un hecho concreto y con el propósito indebido de 'investigar' a una persona jurídica de derecho privado".
La iniciativa sería, según la AJD, "un paso más en el proceso que lleva adelante la derecha neoliberal de persecución, descrédito y demonización de los movimientos sociales", dice la nota de los juristas, para quienes la CPI se desarrolla "como un escenario por disputas políticas sobre temas como la lucha por la tierra y el territorio y la estrategia de criminalizar a los líderes de los movimientos que organizan a los trabajadores rurales, vistos como enemigos".
Para João Pedro Stedile, la CPI se creó para intentar desestabilizar el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores). "Quieren incriminar al gobierno. [La CPI está] mucho más, desde el punto de vista de la lucha política, contra el gobierno que contra nosotros. Es como decirle al gobierno: 'no avance en la reforma agraria, no presente un plan de reforma agraria, no ayude al MST'", agregó.
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Edición: Nadini Lopes e Vivian Virissimo