ASAMBLEA DE LA ONU

Lula toma posición ante Joe Biden al condenar el embargo a Cuba

Según especialistas, la actitud fue una 'bofetada' al presidente de EE.UU. y una demostración de 'relativa autonomía'

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | Botucatu (SP, Brasil) |
Lula abrió la Asamblea General de la ONU con un discurso centrado en la importancia de combatir la desigualdad. - Ricardo Stuckert/PR

Los discursos de Luiz Inácio Lula da Silva y Joe Biden en la apertura de la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas tuvieron una serie de similitudes temáticas: el hambre en el mundo, la desigualdad, eventos extremos como el cambio climático, y la necesidad de democratizar la ONU y la gobernanza global en su conjunto. Pero un tema marcó claras diferencias entre ellos: los países caribeños y, en particular, el embargo a Cuba.

"Brasil seguirá denunciando medidas tomadas sin el respaldo de la Carta de las Naciones Unidas, como el embargo económico y financiero impuesto a Cuba y el intento de clasificar a este país como Estado patrocinador del terrorismo", afirmó el presidente brasileño este martes 19, en la sede de la ONU en Nueva York.

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La mención del embargo se produjo al final de su discurso, es decir, poco antes de que el presidente estadounidense subiera al púlpito —Estados Unidos mantiene a Cuba bajo un embargo comercial y económico desde hace seis décadas y también en una lista de países patrocinadores del terrorismo, lo cual también perjudica comercialmente a La Habana—.

"Fue una bofetada directa a Estados Unidos, el único tema que me sorprendió en el discurso de Lula", dijo a Brasil de Fato Paulo Velasco, profesor de Política Internacional de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ). Según él, es común que la Asamblea de la ONU condene el embargo. "Pero es diferente a que el presidente brasileño le diga esto a Biden en la cara. Ciertamente hubo diplomáticos más ponderados que debieron haber pedido que se dejara de lado el tema".

Es interesante señalar que, antes de llegar a Nueva York, Lula estuvo en La Habana, para participar en la Cumbre del G77 + China, un encuentro multilateral que reúne a países del Sur Global más el gigante asiático. En ese momento, el embargo fue un tema recurrente.

Para Tatiana Berringer, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal del ABC (UFABC), el hecho de que el embargo esté presente en el discurso de Lula demuestra "una relativa autonomía del Estado brasileño en relación a los Estados Unidos", una especie de "margen de maniobra". En otras palabras, a pesar de la buena relación entre los dos gobiernos, Lula hace hincapié sobre su condena a los embargos, que de manera general perjudican más a las poblaciones que a los gobiernos, y posiciona así a Brasil como representante del Sur Global. "Fue una demostración de que Brasil está volviendo al escenario internacional con la defensa de su agenda histórica".


El discurso de Lula trajo "consignas históricas, necesarias, alineadas con un gobierno progresista y necesarias en este momento histórico", dijo Tatiana Berringer. / Ricardo Stuckert/PR

Joe Biden no dijo nada sobre Cuba. Sin embargo, expresó su preocupación por otro país caribeño, Haití, que vive una grave crisis que está provocando que gran parte de su población intente huir para evitar una violencia rampante. El presidente estadounidense, destacando con especial énfasis esta parte del discurso, defendió la necesidad de enviar una misión de paz al país y exigió una resolución al Consejo de Seguridad.

"Haití preocupa mucho a Estados Unidos. Cuando surge algún problema allí, los migrantes se suben a las balsas para intentar migrar", dijo Velasco, recordando que la MINUSTAH, misión de paz liderada por Brasil hasta 2017, no resolvió los problemas estructurales de Haití. Quizás por esta razón Lula habló del tema de manera más sucinta y en el contexto de otras cuestiones humanitarias.

"Resulta inquietante ver que persisten viejas disputas sin resolver y que surgen o cobran vigor nuevas amenazas. Así lo demuestra la dificultad de garantizar la creación de un Estado para el pueblo palestino. A este caso se suma la persistencia de la crisis humanitaria en Haití, el conflicto en Yemen, las amenazas a la unidad nacional de Libia y las rupturas institucionales en Burkina Faso, Gabón, Guinea-Conakry, Mali, Níger y Sudán", afirmó el mandatario brasileño.

El eje principal del discurso de Lula, según Tatiana Berringer, fue la desigualdad. Tras decir que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la llamada Agenda 2030, deben ser abordados de manera integrada y global, el presidente brasileño afirmó que Brasil trabajará en un 18º objetivo, centrado en la cuestión racial. "Esto es importante para la identidad internacional de Brasil, para resaltar su herencia histórica, la presencia de los negros en la formación del país y para las relaciones con los países de África", analizó la profesora.

El discurso de Lula, para ella, resume la busca de justicia, igualdad, soberanía y multilateralismo de Brasil, que son "consignas históricas, necesarias, alineadas con un gobierno progresista y necesarias en este momento histórico".

Ucrania

Todos los puntos enumerados anteriormente están presentes en el debate sobre la guerra en Ucrania, que Lula mencionó en dos momentos. "La guerra en Ucrania expone nuestra incapacidad colectiva para hacer prevalecer los propósitos y principios de la Carta de la ONU", afirmó el presidente, quien luego sostuvo que solo habrá una solución duradera si se basa en el diálogo y criticó al Consejo de Seguridad de la ONU, en particular, los miembros permanentes, "que libran guerras no autorizadas en busca de expansión territorial o cambio de régimen".

Los miembros permanentes son Rusia, que invadió Ucrania, pero también Estados Unidos, que invadió Irak en 2003, Francia, Reino Unido y China. De los cinco países, solo Estados Unidos está representado por su máximo líder en esta Asamblea General.

Brasil tiene la tradición de defender la no intervención y las soluciones negociadas, lo que explica incluso la tradición de poder pronunciar el primer discurso, explica Berringer. En su opinión, esto es lo que debería ocurrir en la reunión bilateral entre Lula y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, prevista para este miércoles 20. "Lo que podemos esperar es una conversación formal y diplomática de un líder de Estado [Lula] que está dispuesto a dialogar con todas las partes, que no prescinde de una postura de neutralidad y al mismo tiempo de escucha. Para mí, es una continuación de lo hecho desde enero [cuando Lula asumió el poder], un paso más en ese proceso de negociación".

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Paulo Velasco cree que Zelensky saldrá "frustrado" de esa conversación. "Si había alguna duda, el discurso de Lula la despejó. A esta altura, no debería esperar nada de Brasil." El profesor de la UERJ se refiere a que Lula ni siquiera mencionó a Rusia y la criticó del mismo modo que criticó a todo el Consejo de Seguridad.

"Brasil ha tratado de convencer a las partes de que su tradición diplomática es no abrazar a ninguno de los lados. Lo mismo ocurre con Israel-Palestina. Es evidente que hay un invasor allí, pero eso no significa que Brasil rompa con Israel. Brasil entiende que mantener la equidistancia es la forma de ser un mediador. Quizás Lula consiga convencer a Zelensky de que esto es lo que es Brasil y que no significa defender a Rusia", reflexionó Velasco, en un intento de vislumbrar cierto entendimiento entre los dos presidentes en la reunión de este miércoles.

La reforma del Consejo de Seguridad

Joe Biden mostró una postura decidida en la defensa de una vieja demanda de Brasil, que es la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU. Prometió hacer su parte para que esto suceda y declaró: "Necesitamos más voces, más perspectivas en la mesa".

Pero Velasco considera que esa postura "no va más allá de la página 2, porque a la hora de aprobar, no lo va a hacer". El profesor considera que Brasil tiene dificultades para lograr un impacto real en este tema, porque "nuestra proyección de poder es muy limitada" y, por lo tanto, el discurso se queda en papel mojado. "El multilateralismo no es un capricho, es una necesidad para Brasil, porque entonces su incidencia tendrá repercusiones mucho mayores", dijo. De ahí la importancia de los BRICS para Brasil.

Edición: Nadini Lopes e Thales Schmidt