La vegetación que rodea las casas de algunas de las 50 familias que viven en el Territorio Quilombola de Rio Preto, en la ciudad de Lagoa do Tocantins, en el estado brasileño de Tocantins, fue incendiada. Días después, el pasado sábado 23, cuatro disparos efectuados desde un vehículo asustaron a la comunidad. En la madrugada del lunes 25, también se prendió fuego a la paja que cubría una residencia. Gracias al ladrido de un perro, los vecinos lograron apagar el fuego antes de que se extendiera.
Se intensificaron los ataques a la comunidad quilombola luego de que el pasado 8 de septiembre la jueza Aline Iglesias, del Tribunal de Justicia de Tocantins, revocara un pedido de recuperación de la posesión a la que estaban sujetas estas familias. La solicitud denegada había sido presentada por Cristiano Rodrigues de Sousa -un político que intentó ser elegido vicealcalde de la ciudad por el partido MDB en 2020- y por la empresa Lagoa Dourada Participações e Serviços S/C Ltda.
"Están provocando incendios cerca de las casas para que el fuego se propague y las queme. Entonces la comunidad tiene que migrar de un lado a otro para contener estos incendios", describe la quilombola Antonia*, habitante de Rio Preto.
"La comunidad es actualmente muy vulnerable, tanto en términos psicológicos como alimentares", describe Antonia, quien explica que los residentes tienen miedo a ir al campo a trabajar la tierra. "Si uno no planta, no come. Entonces este es el grito de auxilio", advierte.
Maryellen Crisóstomo, de la Coordinación Estatal de Comunidades Quilombolas de Tocantins (COEQTO), destaca que "sin tener seguridad para desplazarse y sin poder cuidar las plantaciones, las familias están sitiadas dentro de su propio territorio".
La jueza también determinó que los autores de ambos casos "se abstengan de practicar la usurpación de tierras" -que constituye la pérdida de posesión por violencia- "directamente o por medio de sus representantes”, bajo pena de multa diaria de 1 mil reales (aprox. 200 USD).
Brasil de Fato habló con Cristiano de Sousa, quien informó que no hará comentarios por el momento. También solicitó una declaración de la empresa Lagoa Dourada y, hasta la publicación de este informe, no obtuvo respuesta. Si alguno de ellos decide pronunciarse, se actualizará el texto.
De 44 quilombos certificados, 6 avanzan hacia su titulación
Según Crisóstomo, "el territorio de Rio Preto viene sufriendo una ola de violencia que se ha agudizado en los últimos días, pero todo comienza con el acaparamiento de tierras en la zona".
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En 2018, el Tribunal había dado un dictamen favorable al político del MDB y a la empresa que reclama el territorio que, según sus vecinos, está tradicionalmente ocupado desde hace aproximadamente un siglo. La expulsión de los quilombolas se evitó temporalmente gracias a la suspensión de los desalojos ordenada por el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte brasileña, mientras la pandemia de COVID-19 se encontraba en su punto álgido.
Con la reanudación de los dos procesos, la jueza revocó el desalojo con base en declaraciones de la Defensoría Pública, el Ministerio Público Federal y la Secretaría de Estado de los Pueblos Originarios y Tradicionales del Gobierno de Tocantins.
Aún a la espera de la titulación, el territorio cuenta con un certificado de reconocimiento de la Fundación Cultural Palmares como comunidad quilombola tradicional desde 2014.
En Tocantins, Rio Preto es solo uno de las decenas de quilombos que, a pesar del reconocimiento de la Fundación, son vulnerables ante la falta de una regularización definitiva.
"En el estado actualmente contamos con 44 comunidades quilombolas certificadas por la Fundación Cultural Palmares. Otras están esperando su liberación. Sin embargo, de estas 44, solo 6 tienen algún grado de avance en el proceso de titulación", explica Maryellen. "Los pueblos quilombolas no forman parte del plan de desarrollo de Tocantins y, por tanto, nos quedamos con la violencia", resume.
¿Qué es un quilombo?
Un quilombo es un término utilizado para describir una comunidad compuesta principalmente por personas de ascendencia africana que históricamente se refugiaron y resistieron la esclavitud y la opresión racial. La palabra "quilombo" tiene su origen en el idioma kimbundu, hablado por pueblos africanos que fueron traídos a Brasil para ser esclavizados durante el período colonial.
La formación de los quilombos se produjo principalmente durante el período de esclavitud en Brasil, que duró más de 300 años, desde el siglo XVI hasta principios del siglo XIX. Muchas de las personas esclavizadas que lograron escapar, conocidas como "quilombolas", se refugiaron en zonas remotas, como bosques, montañas y zonas rurales de difícil acceso, donde establecieron comunidades autosostenibles. Estas comunidades tenían como principal objetivo la libertad y la preservación de la cultura africana.
Con el fin de la esclavitud en Brasil en 1888, muchos quilombos desaparecieron gradualmente, pero algunos de ellos sobrevivieron y persisten hasta el día de hoy. A finales del siglo XX y principios del XXI, hubo un creciente reconocimiento de la importancia histórica y cultural de los quilombos, lo que llevó al reconocimiento legal de sus tierras y derechos.
En 1988, la Constitución Federal de Brasil reconoció la obligación del Estado de titular las tierras ocupadas por las comunidades quilombolas restantes, garantizando así la preservación de sus tradiciones culturales y formas de vida. Este reconocimiento legal fue un hito importante en la lucha por la igualdad racial y la preservación del patrimonio cultural afrobrasileño.
Actualmente, los quilombos son considerados un patrimonio cultural vivo y representan un aspecto fundamental de la historia y la identidad afrobrasileña, lo cual contribuye a la promoción de la diversidad y la justicia social en el país.
* El nombre ha sido cambiado para preservar la identidad de la fuente.
Edición: Nadini Lopes e Rodrigo Durão Coelho