Tiro por la culata

Investigación sobre el MST termina con derrota bolsonarista y expone el 'fracaso de la extrema derecha'

El movimiento sin tierra logró salir victorioso incluso frente a la primera línea del bolsonarismo

Traducción: Isabela Gaia

Brasil de Fato | São Paulo (SP, Brasil) |
El diputado Ricardo Salles presenta informe durante la CPI del MST. - Vinicius Loures/Câmara dos Deputados

El fin de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que investigó al Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), confirmado este miércoles 27, también confirmó el fracaso de la extrema derecha bolsonarista en la Cámara de Diputados, en particular, del relator de la comisión, Ricardo Salles (Partido Liberal, PL - São Paulo).

Salles, exministro de Medio Ambiente durante la presidencia de Jair Bolsonaro (PL), tomó el espacio de la comisión como una extensión de su gabinete en el ministerio. Durante los 130 días de investigación, rescató datos e información de su etapa al frente de la carpeta e insistió en la criminalización del MST, movimiento al que siempre ha antagonizado.

Esta, que fue la quinta CPI organizada para investigar al MST, se convirtió en la gran apuesta del bolsonarismo para el primer año de gobierno del presidente Lula da Silva (Partido de los Trabajadores). La primera línea de extrema derecha pasó a formar parte de la comisión. Ocuparon la presidencia y relatoría Zucco (Republicanos - Rio Grande do Sul) y Salles. Entre los integrantes, estuvieron Zé Trovão (PL - Santa Catarina), Evair de Mello (Partido Progresistas - Espírito Santo), Coronel Chrisóstomo (PL - Rondônia), Delegado Éder Mauro (PL - Pará), Caroline de Toni (PL - Santa Catarina), entre otros.

:: Después de 130 días, CPI del MST termina sin un informe final (disponible en portugués) ::

El escenario era perfecto para que Ricardo Salles aprovechara su principal objetivo pos Bolsonaro: viabilizar su candidatura a la alcaldía de São Paulo en 2024. El exministro enfrenta el escepticismo del PL, su partido, sobre las posibilidades de su victoria y el deseo del expresidente de fortalecer su relación con el actual alcalde, Ricardo Nunes (Movimiento Democrático Brasileño).

Por lo tanto, puede que le haya salido el tiro por la culata. "Salles ciertamente intentó utilizar la CPI para impulsar su candidatura, para que apareciera en los medios e hiciera circular más su nombre, para que otras personas en los círculos políticos y empresariales lo vieran. Pero no funcionó, no solo porque la candidatura no salió adelante, sino porque en la CPI no logró destacarse", afirmó Camila Rocha, politóloga e investigadora del Centro Brasileño de Análisis y Planeamiento (CEBRAP).

Para el politólogo Rudá Ricci, la candidatura de Salles puede haber quedado en el camino una vez que la comisión perdió visibilidad. "Cada CPI es una tarima. Resulta que, con el fracaso de la extrema derecha, la CPI se limitó a ser un tema de la burbuja progresista. Hasta la prensa tradicional dejó de destacarla como un tema candente, salvo para revelar la fragilidad del grupo extremista y ruralista".

La baja adhesión a la CPI, en la opinión pública, también se reflejó en el resultado final de la comisión. "No lograron criminalizar al MST ante la opinión pública. De hecho, terminaron predicando a los conversos. En todo caso, lo único que hicieron fue acentuar la percepción que estas personas ya tienen. Yo destacaría únicamente la actuación de Kim [Kataguiri], quien quizás logró difundir esas ideas a más personas. Aún así, en general, solo reforzaron una idea que ya estaba presente en sus audiencias."

"El bolsonarismo salió chamuscado", concluyó Ricci. "Nadie esperaba este éxito del MST que, de hecho, perdió mucho espacio en los últimos años debido a que el Programa Bolsa Familia eliminó parte de la base social de las ocupaciones. El MST resurge en la escena política como un gran productor colectivo, que defiende la agroecología y mantiene ideas de izquierda y populares. Cambió de perfil y se adaptó al nuevo siglo, además de adaptarse al lulismo. No podría haber sido mejor para esta organización".

Edición: Nadini Lopes e Thalita Pires