Amazonas, el estado brasileño que alberga la cuenca fluvial más grande del mundo, registró en septiembre de este año la cobertura hídrica más baja desde 2018. La información fue revelada este lunes 16 a través de una nota técnica del proyecto MapBiomas elaborada a partir del análisis de imágenes de satélite registradas desde 2018 hasta la fecha.
La reducción entre un año y otro -entre 2022 y 2023- fue de casi 14 mil km², una superficie más amplia que la capital del estado, Manaos, que tiene 11 mil km². En septiembre, la parte del Amazonas cubierta de agua fue un 40% menor que en ese mismo mes el año pasado, cuando se registró el mayor volumen de superficie de agua desde 2018.
El estado de Amazonas es el epicentro de la grave sequía que azota la Amazonía. Las poblaciones ribereñas, indígenas, extractivas, quilombolas y urbanas denuncian dificultades para pescar y obtener agua y medicamentos. El gobierno estatal declaró emergencia y, con el apoyo del gobierno federal, envió ayuda humanitaria.
Dramáticas imágenes de peces y delfines rosados muertos, así como de comunidades aisladas destruidas por deslizamientos de tierra, han mostrado en las últimas semanas los daños causados por la sequía, como lo revelan también las imágenes de satélite difundidas por MapBiomas.
"Los efectos del severo El Niño de 2023 y el calentamiento del Atlántico Norte han sido considerados los principales factores que están contribuyendo a la severa sequía en la región, que podría ser de mayor intensidad que la de 2010 [año de la peor sequía de la historia del estado]", escribieron los investigadores Bruno Ferreira y Carlos Souza Jr., quienes firman el estudio.
El río Negro alcanzó su nivel más bajo en la historia
Este lunes 16 el río Negro registró su nivel más bajo desde que comenzaron las mediciones. Según el Puerto de Manaus, el río llevaba un caudal de solo 13,59 metros. Se trata del registro más bajo desde 1902, cuando se empezaron a realizar mediciones.
Los investigadores de MapBiomas también identificaron áreas gravemente afectadas por la reducción de la superficie del agua. Esto incluye la sequía en el lago Tefé, que provocó la muerte de más de 100 delfines rosados.
Imágenes de satélite revelan que lagos enteros se han secado en zonas inundables de la Reserva Extractiva Auatí-Paraná. La sequía en el lago Coari también tuvo impactos significativos en el acceso a alimentos y medicamentos, así como en el calendario escolar.
"Se ha registrado el impacto sobre la biodiversidad acuática en varias localidades, pero aún no se ha estimado y podría alcanzar proporciones alarmantes. Además, Amazonas es altamente vulnerable a los incendios, lo que aumenta el riesgo para las poblaciones y la economía", escribieron los investigadores de MapBiomas.
Edición: Nadini Lopes e Rodrigo Durão Coelho