El domingo 13 de agosto, si hubiera estado vivo, Fidel habría completado 91 años. Vivió por exactas nueve décadas, fue testigo de los mayores acontecimientos políticos del siglo 20 y actor fundamental de la lucha que impactó definitivamente la historia de América Latina: la Revolución Cubana. Así como el tiempo en que vivió, Fidel es complejo y al hablar sobre él, se corre el riesgo de caer en el simplismo de tratarlo como héroe o como delincuente.
Sin la pretensión de agotar el asunto o de hablar sobre Fidel con cualquier falso distanciamiento objetivo, buscamos a Ernesto Nascimento y a Claudia Furiatti, dos brasileños que vivieron en Cuba y, a su manera, estuvieron próximos de él. Ellos conversaron con nosotros sobre la imagen que tienen del líder cubano y del legado que queda después de su muerte, el 25 de noviembre de 2016.
Pero antes, te invitamos a oír el radiodocumental sobre la Radio Rebelde, emisora creada en Cuba por Fidel y Che Guevara en plena guerrilla en la Sierra Maestra, en 1958, y que fue fundamental para la victoria de la Revolución Cubana. Oiga abajo.Por Beatriz Pasqualino.
LA BIÓGRAFA
La experiencia de Claudia Furiatti con Fidel Castro es larga. Periodista y escritora, es autora de la única biografía consentida del líder cubano ("Fidel Castro – una biografía consentida", editora Revan). Vivió cinco años en la isla y tardó más de nueve en terminar el libro, traducido a diez idiomas: español, inglés, griego, italiano, francés, alemán, ruso, chino, árabe y japonés.
Región de héroes y mártires, América Latina vio diversas tentativas frustradas de independencia y de liberación y varias revoluciones inconclusas por los caminos de la historia. Esa no es, dice Claudia, la historia de Fidel y es también por ese motivo que el líder cubano no debe ser transformado en un mito en la región.
Una de las razones para eso es la “presión enorme que él siempre sufrió de una contrapropaganda. Algunas [informaciones] tal vez tuvieron algún tipo de relación con la realidad, dependiendo del punto de vista, pero muchas acusaciones fueron muy exageradas y manipuladas”, evalúa Claudia, en conversación por teléfono con el reportaje. De esa forma, complementa, “toda esa ofensiva que él siempre sufrió, fue desgastando su imagen”.
En cuanto a la vida de los cubanos sin Fidel, ella trabaja la idea de “ausencia presente”, tal como el concepto es abordado por el psicoanálisis. El término es usado, explica Claudia, cuando “una persona es tan fuerte que incluso ausente continúa guiándote, apareciendo de alguna forma en tu camino”.
Fidel caminaba por las calles de Cuba, entraba en dependencias públicas para conversar con los funcionarios, iba a universidades para oír a los estudiantes. Ese hecho “hace que ellos sientan su falta no como una imagen, una cosa distante o platónica, sino como si fuese un padre presente”.
“¿Y cuál es el legado de Fidel?”, pregunto. “Yo siento falta, personalmente, de una señal de esperanza, de cambio. Cambio que saque a las personas de la exclusión, que acabe realmente con la opresión, con las injusticias, com la corrupción, com la indecencia. Yo creo que ese es el legado de Fidel. Él nunca dejó de hacer eso, de ser un mensajero de la libertad de los pueblos, de la igualdad, del diálogo entre los pueblos. El fue un antiimperialista hasta el fin de su vida”, afirma la periodista.
Y complementa: “yo invitaría a las personas a leer las cosas que escribió, porque realmente son una inyección de esperanza y de ganas de luchar”, dice Claudia con la propiedad de quien leyó todos los discursos y escritos de Fidel.
EL PRESO POLÍTICO MÁS JOVEN DE BRASIL
Para entender la relación de Ernesto Carlos Dias do Nascimento con Cuba y con Fidel Castro, es necesario antes recuperar su historia y trayectoria.
Su nombre es un homenaje al Che Guevara, asesinado en Bolivia un año antes de su nacimiento, y su apodo es una especie de agradecimiento a la patria que lo acogió después de haber sido banido do Brasil, a los dos años de edad, acusado de ser terrorista y subversivo. Conocido como Ernesto Cubano, hoy con 49 años, pasó infancia y adolescencia en la isla socialista y tiene en la figura de Fidel un padre, como cuenta, emocionado.
Emoción es, además, algo que estuvo muy presente en la casi una hora que conversamos con él. Al comienzo, Ernesto explicó que tuvo mucha dificultad para contar su historia a la prensa las primeras veces y que incluso cuando tuvo que rendir declaración ante la Comisión de la Verdad en público, no lo consiguió y lo hizo después.
Ernesto fue arrestado con su madre, Jovelina Tonello, cuando tenía dos años. Sufrió torturas psicológicas y fue usado por los militares para torturar a su padre, Manoel Dias do Nascimento, y forzar que él confesase algo sobre la VPR (Vanguardia Popular Revolucionaria), el frente guerrillero de Carlos Lamarca.
Cuando los guerrilleros de la VPR acuerdan el intercambio de presos políticos por el embajador alemán Von Holleben, secuestrado por la resistencia armada, Ernesto fue uno de los 44 presos que fueron exiliados del país por decreto del general-presidente Emilio Garrastazu Médici.
Preguntado sobre el legado que Fidel deja y sobre cuál es el futuro de la Revolución Cubana sin su gran líder, Ernesto recuerda que la muerte del comandante siempre estuvo relacionada a una idea de cambio en el sistema socialista de Cuba, a lo que él argumenta: “si él hubiese muerto en los años iniciales de la Revolución, el impacto emocional en la población habría sido mucho mayor. El pueblo cubano es dueño de su destino. La Revolución no fue impuesta, fue hecha de abajo para arriba”.
Esa tal vez sea la gran pregunta para los brasileños: “¿el modelo socialista perdura?”. Ernesto cree que si: “si mañana los cubanos dijeran que no van a apoyar más al Partido Comunista, el pueblo va a decidir si cambia el nombre del partido, pero ellos no van nunca a soltar todos los avances que consiguieron. El pueblo no va a aceptar eso”.
En cuanto a la visión internacional que se tiene de Fidel, no solo en Cuba es reverenciado. Nelson Mandela, líder del fin del régimen de apartheid en Sudáfrica, se refirió al colega sudamericano como “fuente de inspiración para todas las personas amantes de la libertad”. Fidel es visto como un gran impulsor de los procesos de independencia del continente africano y tratado allá como héroe.
“Cuba formó 20 millones de médicos gratuitamente. Envió médicos a todo el mundo. Mira qué solidaridad con el mundo”, dice Ernesto aun refiriéndose al legado de Fidel. Además de la cuestión africana, él se acuerda de Haití: “cuando hubo la crisis por causa del terremoto [que mató más de 300 mil personas], Brasil mandó militares, Cuba mandó médicos” y ese es uno de los legados de Fidel.
Texto y fotos: Vanessa Martina Silva | Edición: Luiz Albuquerque | Traducción: Pilar Troya y Luiza Mançano | Arte: José Bruno Lima | Ilustraciones: Karina Ramos
